Hace dos días se estrenó en la HBO el primer episodio de la esperada cuarta temporada de True Blood. Al principio pensé en esperar a verla hasta septiembre, mes en el que comenzarán a emitir los capítulos de True Blood doblados al español, pero deseché esa idea enseguida: Ni de coña voy a esperar todo el verano para seguir una de mis series favoritas. Así que compré un cargamento de comida basura y fui corriendo a verlo.
Al acabarlo, el capítulo me dejó muchas sensaciones e impresiones, pero la que se sobrepone a las demás es la de ¡QUIERO MÁS!
Si por algo destaca True Blood, es por su originalidad y sus grandes escenas surrealistas, siempre logran sorprenderte y dejarte con un What the fuck continuo en la boca. Pues bien, esta vez han tirado la casa por la ventana.
El 4x01, el estreno de temporada más sorprendente de todos, comenzaba enfocando a Sookie en el extraño y fantástico mundo de las hadas, en el que se reencontraba con un viejo conocido que posee su mismo don, y con su abuelo. Había una gran fiesta y la gente estaba alegre, comienzo luz (sí, luz) realmente, todo era muy confuso, a veces tenía la sensación de que me había confundido de serie y estaba viendo Las crónicas de Narnia versión Sookeeh.
La felicidad duró poco. De pronto la luz se oscureció y se descubrió que las hadas eran más malas que un dolor, tenían un plan maléfico para hacerle la puñeta a Sookie y compañía, y conquistar el mundo. Así que a Sookie no le quedó más remedio que huir junto a su abuelo del mundo vecino de Narnia mientras las hadas, malas y más feas que un ogro en tanga, intentaban capturarla echándole bolas de fuego. Todo ello con unos efectos especiales y un ambiente completamente nuevo para True Blood.
Por suerte nuestra hada favorita logró huir y regresar a Bon Temps (el abuelo se va a tomar viento). Pero, ¡Sorpresa! Sookie estuvo tan solo diez minutos en el mundo de las hadas, pero había transcurrido un año en su mundo. Ahí comienza el gran cambio de True Blood.
Sookie definitivamente ha acabado su relación con el vampiro Bill, el cual se ha metido en política y se ha convertido en el Rey de Louisiana (Posteriormente se descubre que lo logró...¡Matando a Sophie-Anne! El muy cretino), y Eric compró la casa de Sookie, él siempre supo que estaba viva y que algún día acabaría volviendo, y de ese modo ella sería "suya", o al menos eso le dijo a Sookie en la impresionante escena final.
Mucha gente ha criticado negativamente el capítulo, diciendo que 1) apenas pasaba nada y 2) que la serie no se toma en serio a sí misma... Yo puedo responder a esas acusaciones:
1) - ¿Hola? ¿Cómo que no pasa nada? Porque se acabó el tiempo del capi, cuarenta minutos no dan para más. Espera a ver el capítulo siguiente para que comiencen a desarrollarse más la acción y las tramas, en este se estaba presentando y explicando el que va a ser el camino de la serie.
2) - ¿Pero qué dices? Eso es algo muy abstracto y estúpido, sin sentido. Que la serie sea surrealista, sorprendente, divertida y brillante no quiere decir que no se tome en serio a sí misma.
Luego están las tramas de los secundarios. Este es un tema para analizarlo más en profundidad, porque hay algunas muy buenas y otras algo cargantes. Por ejemplo, no soporto a Andy, últimamente me estaba cayendo algo mejor pero ahora ha perdido 1000 puntos por su nueva trama de adicto al V. Espero equivocarme pero auguro que será muy cansina. Pero, qué sería una serie sino tuviera al menos un par de grimosos y repelentes.
Aunque, en general, el capítulo me ha gustado mucho. Jessica y Hoyt son dos de los personajes que más me gustan, y el nuevo enredo de Maxime y Tommy se vaticina muy interesante y divertido. Además está Tara, que se ha echado una novia (sí, ¡Ahora es lesbiana!) y trabaja como boxeadora en una gran ciudad. Espero que la alegren un poco porque ha estado toda la tercera temporada amargada por culpa del pesado de Huevos y el vampiro que la secuestró y la traumatizó (aún más). Por no hablar de que la trama de Sam tiene mejor pinta que la anterior, porque no me gustó nada en la tercera temporada, todo el rato con el horror de familia que tiene. Jason parece que ha sentado la cabeza ahora que es policía. Aunque, para bien o para mal, sus historias me parecen muy volubles, algunas veces me han encantado y otras las he detestado. Habrá que ver de qué tipo será la nueva.
Y, por supuesto, no hay que olvidarse de las brujas. Una de ellas será Fiona Shaw, o sea, Petunia de Harry Potter (los que seáis fan de Harry Potter como yo comprenderéis la gran ironía), la bruja loca que pretende aprovecharse de algún modo de los poderes de Lafayette.
En definitiva, True Blood tiene sus más y sus menos, historias más interesantes y otras más pesadas, pero siempre logra engancharte y hacerte reír, con personajes profundos y con encanto. Pocas series pueden presumir de eso.
*Mi valoración del capítulo: Un 8,5