El adiós a la serie de los huesos

10/4/17


Bones se despidió de nosotros hace apenas unos días después de 12 largos años en emisión que finalmente aguanté como una campeona. Muchos son los que por el camino fueron cayendo, temporada tras temporada, viendo como, cada vez más, se degradaba una serie que tan buena había sido en sus inicios, viendo como el elástico que querían estirar estaba ya completamente dado de sí, y yo pensé en más de una ocasión que no viviría para verla terminar.

¡Spoilers a partir de aquí!

Ya hace un par de temporadas que dije que seguir renovando Bones era un error, pues la serie no ha pasado por sus mejores momentos en los últimos años, llegando a tornarse incluso aburrida. Principalmente, bajo mi punto de vista, la serie fue perdiendo la esencia con la que se estrenó, y es algo que muchas veces pasa cuando los protagonistas, que comparten una tensión sexual no resuelta más grande que una catedral, comienzan una relación. En este caso, Booth y Brennan se vieron prácticamente obligados a comenzar una relación cuando ella se quedó embarazada (introduciendo el embarazo de Emily Deschanel en la trama). Quizás fue esa serie tan precipitada de eventos lo que hizo que las cosas no fluyeran de forma natural, aunque creo que también comenzaron a plantarles enemigos que no estaban en el nivel de los primeros (el Sepulturero, Gormogon... eran geniales) y eso no sumó puntos a favor precisamente. Por las renovaciones o cancelaciones de esta serie hubo hace dos temporadas una gran polémica en este blog. Personalmente, yo sigo pensando que llegar entonces a una décima temporada y ahora a una decimosegunda ha sido más malo que bueno para la serie. No obstante, en líneas generales, esta temporada me ha gustado bastante porque ha explorado más a sus personajes, en especial la relación de Booth y Brennan, los roles que juegan dentro del equipo y cómo se complementan el uno al otro, y sólo puedo pensar que ojalá hubiera llegado esta temporada hace unos años cuando la serie todavía se encontraba en su máximo esplendor para que la hubiera cerrado en un momento perfecto.

Esta era la OTP de la que yo me enamoré.
Cuando la temporada 11 terminó y volví a verle la cara a Zack Addy, me emocioné, no lo voy a negar, pues el caso del caníbal Gormogon fue parte de los años dorados de Bones, de las mejores tramas de la serie. Pensé que recuperar a ese personaje para una temporada final podía ser muy interesante, sobre todo teniendo en cuenta que se suponía que estaba loco. No esperé en ningún momento que las cosas se volverían de la manera que se han desarrollado a lo largo de la temporada 12, sino que pensé que Zack llegaría como el enemigo final de la serie, loco de remate porque sus amigos se habían olvidado de que estaba en un psiquiátrico y ni siquiera lo visitaban (es cierto que deberían, al menos, haber hecho aparecer al personaje en alguna ocasión para que la audiencia supiera que seguía vivo aunque encerrado). Sin embargo, su vuelta ha sido para hacer justicia a un personaje del que se deshicieron muy rápido teniendo en cuenta la gran relevancia que tenía en las vidas de todos los miembros del laboratorio, para intentar desmentir su culpabilidad como ayudante del caníbal y de un nuevo asesinato cometido presuntamente por él.


Esta trama, a priori, pensé que ocuparía toda la temporada, que se centrarían en investigar antiguas y nuevas pruebas para exonerarlo, para librarlo de la cadena perpetua, pero ha sido todo lo contrario: ha sido una trama secundaria que se han limitado a nombrar de tanto en tanto y que han resuelto con pinzas y rapidito. De todos modos, al menos le ha dado un final más digno al personaje de Zack que el dejarlo en una celda sin volver a nombrarlo más, aunque hubiera preferido que le hubieran dado una mayor relevancia a su caso. Por el contrario, han tenido tiempo de hacer capítulos independientes y de centrarse en una trama relacionada con Booth y su pasado que, sorprendentemente, al final me ha parecido hasta emocionante, y que ha conseguido que todos se replantearan su futuro, lo que querían hacer y no, y que vieran cuáles eran sus prioridades en la vida. Esto se ha notado en especial en Brennan que con su poca capacidad de analizar sus sentimientos y sensaciones, ha llegado a plantearse si realmente seguía teniendo pasión por su trabajo.

Los últimos dos capítulos de la serie han sido, para mí, lo mejor de la temporada. Hacía mucho tiempo que la serie no me mantenía en vilo y estos dos capítulos lo han conseguido. Recurrir a antiguos enemigos del pasado que salen de debajo de las piedras es un recurso muy utilizado en las series de este tipo, pero creo que en esta ocasión ha sido un acierto. Está claro que tener a un asesino pisándoles los talones es algo común en la vida de Brennan y Booth, pero en esta ocasión, el frenetismo y dramatismo de la historia me han llevado a entusiasmarme con la trama.



El final de Bones ha sido muy emotivo, lleno de recuerdos a antiguas tramas, a símbolos y objetos del pasado, a buenos y malos momentos; lleno de escenas compartidas entre los personajes, cerrando antiguas heridas y creando el nuevo camino que van a seguir sus vidas después de que el Jeffersonian volara literalmente por los aires. Cam y Arastoo casados y adoptando a tres hijos, el bebé de Angela y Hodgins, y éste último siendo coronado Rey del laboratorio, como siempre quiso... También ha traído de vuelta a todos los personajes, tanto a los más esporádicos, como a los que han pasado horas trabajando en el laboratorio durante todos estos años (casi lloro cuando recuerdan a Vincent y a Sweets, las muertes mas dolorosas de toda la serie) y ha sido un reconocimiento a la gran labor que Brennan ha realizado con sus muchos becarios. Aunque muchas veces sea pedante, Brennan es un personaje muy especial y haberla visto desprovista de toda su identidad con la pérdida de sus capacidades y destrozada por la muerte de su padre, ha permitido verla más como una humana que como el robot sabelotodo que siempre aparenta ser.


El final de Bones, aunque tarde, me ha gustado mucho. Es una forma de dejar en el aire la esperanza de que sus personajes volverán al Jeffersonian en unos meses, o que iniciarán una nueva vida, una nueva familia o un nuevo proyecto, pero de saber que los dejamos felices. Después de todos estos años, no puedo negar que me da algo de pena que Bones termine, pero era un final más que necesario para una historia que, en general, poco más tenía que contar. Me llevo un buen sabor de boca de esta temporada, e intentaré recordar Bones con cariño por los buenos momentos que fue dejando a su paso y olvidar sus últimos defectos. ¡Hasta siempre Bones!

¿Y vosotros? ¿Echaréis de menos Bones? ¿Qué os pareció el final de la serie? Podéis dejar cualquier comentario un poquito más abajo.


Doralicia (@Doralais)

1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo, al comenzar a ver Castle, dejé de ver Bones aunque si alguien me pregunta, soy fan hasta la S6.Estaba esperando este preciso momento, que terminara, porque ahora quiero verla completa, como una gran película que marcó mi forma de ver las cosas y de verme a mí misma.
    Siempre se rieron de mí por ser "la cerebrito" y "usar palabras raras". Me sentí horrible por eso y llegué al punto de bajar mis notas...hasta que conocí Bones (que iba por su S4)y me enamoré completamente de todo.

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