Crítica del 2x13 "Name Not One Man" de Blindspot: pasado

11/2/17


¿Qué nos ha traído de nuevo el regreso después del parón de dos semanas de Blindspot? Pues poca cosa, la verdad. Este capítulo ha sido ajetreado, como todos, pero en cuanto a nueva información... pues tampoco es que se hayan lucido demasiado. Sin embargo, ha planteado algunos dilemas morales interesantes que me gustaría comentar un poquito. 

Esta semana en Blindspot se han centrado en explorar el pasado de Weller y su conexión con Shepherd (aka Ellen Briggs, como hemos descubierto en este capítulo) que ya quedó de manifiesto en el capítulo anterior. Allá por el año 1996, cuando éste estaba en la academia militar con ganas de abandonarla, Shepherd lo convenció para que no cesara en sus intentos de convertirse en alguien bueno para su país y, sin saberlo Weller, ella le pagó todos sus estudios y dirigió su vida ya desde épocas tempranas preparándolo para algo grande, quizás todo lo que actualmente está pasando en la serie y para lo cual desconocemos el final, llegando incluso a negarle ascensos para tenerlo bien controlado y en el lugar que quería en el momento oportuno. Vamos, que Shepherd es una manipuladora de cuidado por si no nos había quedado claro ya con cómo trataba a Roman y Jane.


Lo que más me ha gustado en este capítulo ha sido el dilema ético que plantea respecto al hecho de que el FBI, como agentes de la ley, están empezando a utilizar protocolos y procedimientos ilegales para detener a terroristas y delincuentes que obviamente cometen actos ilegales (podéis leer más sobre el tema en este artículo de Screener, que me pareció muy interesante). ¿Esto no los hace ponerse a la altura de "los malos"? ¿Está justificado usar recursos ilegales para detener amenazas que causen un riesgo grande? Parece que Weller no está contento con ello y hasta le echa una bronca de las gordas (injusta pero lógica) a la pobre Patterson que últimamente no para, y ha acabado el capítulo por los suelos literalmente. La vida de esta pobre mujer es un estrés, y tanta obsesión por el trabajo le va a traer serios problemas. Pero este capítulo no solo plantea el dilema ético de que hacer cosas ilegales buscando el bien te pueda hacer tan ilegal como a los que llamamos malos, sino que también te hace plantearte, (por culpa de Roman, un personaje al que cada día adoro más) quiénes son realmente "los malos", o más bien, cuál es el bando correcto, ya que hace una comparativa entre el FBI y Sandstorm alegando que ambos, al fin y al cabo, son asociaciones que te dirigen y te llevan por un camino guiado por sus convicciones, cuando se encuentra en su propio conflicto de sentir empatía por Shepherd quien, según le han dicho, es "una mala". En el capítulo, Shepherd dice que Sandstorm son terroristas solamente porque la ley lo dice así, que en realidad no hay tanta diferencia entre ellos y el FBI. Quizás en estos sectores en los que la corrupción está tan presente sea difícil hablar de buenos y malos, no habrá verdades absolutas, pero lo que está claro es que Shepherd no trama nada limpio y que Weller corre el peligro de estar metido en algo quizás más gordo que lo que pensábamos dado que Shepherd lo quiere vivo.


Tanto afecta este tema a Jane que ha ido a darle otra oportunidad a su amiguito con el que tuvo una cita fallida, para demostrar que tiene derecho de elegir cosas de su vida, que el FBI no dirige cada uno de sus pasos, y parece que las cosas le han ido un poco mejor con el chico. Entiendo perfectamente que Jane defienda su postura protectora hacia el FBI, porque al fin y al cabo es todo lo que ha vivido desde que puede recordar, y no es que no me alegre porque Jane sea feliz, claro, pero creo que esto de que ahora tenga citas viene tan poco a cuento como que Nas y Weller se liaran para dejarlo en unos cuantos capítulos. Sea como sea, podríamos decir que en este capítulo Jane ha sido la que ha salido mejor parada, porque entre Weller atado en una silla en un sótano encarando a Shepherd, Patterson desfallecida de agotamiento por su obsesión por destapar a Sandstorm, y Reade iniciándose en las drogas con su nueva novia, aquí nadie va a acabar bien de la cabeza.

Yo espero que la semana que viene con el regreso de mi adorado Rich Dotcom, y sabiendo ya lo que sabemos sobre Weller y Shepherd, las cosas se encaminen un poco más y tengamos un capítulo más intensito que este último. Por favor, yo lo pido. ¿Qué os ha parecido a vosotros?


Doralicia (@Doralais)

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