Crítica Del 7x03 "Field Trip" De Mad Men: "I Wish I Was Yesterday"

30/4/14

Después de dos primeros episodios que no me dejaron muy satisfecha como fan, Mad Men ha vuelto esta semana con toda su esencia y momentos intensos. Don, todavía en su limbo laboral, sigue dándonos muestras de su evolución personal que nos hacen preguntarnos si es real o sólo una fachada. Si quieres enterarte de todo, continúa leyendo.

*SPOILERS*

Don ha sido el protagonista indiscutible del capitulo, donde la trama se ha centrado en su mayor medida. Una llamada de teléfono del representante de Megan enciende la chispa para que Draper se suba a un avión para ver a su mujer. La pobre Megan está perdiendo la confianza en sí misma en una ciudad donde todo es glamour y éxito. Sin embargo, para ella, “una nube negra” le está persiguiendo. El representante, preocupado por ella, decide que sea su marido quien le invite a relajarse dado que está haciendo un gran trabajo. Don, que tiene todo el tiempo del mundo, decide viajar hasta Los Ángeles y así darle una sorpresa a Megan. Pero quien se va a llevar la sorpresa va a ser él cuando Megan no reaccione de la forma que esperaba. Viendo que realmente no está por iniciativa propia, ella no se cree que se preocupe por ella. Le echa en cara que siempre tenga que llamarla él y que, cuando lo hace, todo está en silencio. Don, viendo que ya no puede mantener más el secreto, se sincera con su esposa y le cuenta que ya no está trabajando por una metedura de pata. La conversación va a más, haciéndose cada vez más profunda. Megan le recrimina que no quiera estar con ella a pesar de todo el tiempo libre que ha tenido. Finalmente, la charla termina con la caída de la venda de ella, donde le dice que quiere que se vaya a casa y no se preocupe más por ella, que aquí termina su relación. ¡Wow, a cuadros me he quedado! Esa respuesta por parte de ella no me la esperaba en absoluto. Y la cara de Don es todo un poema. Gran conversación, gran escena. Los pelos de punta, señores. Más tarde, la conversación telefónica seguirá la línea profunda y más sincera de ambos con una gran frase por parte de Megan: “Deja de apartarme de ti con ambas manos”. Se nota que está cansada de no tener conexión con su marido y de que no se preocupe gran cosa por ella.

Harto de esperar a que SC&P le haga alguna indicación, Draper decide cenar con unos colegas de otra agencia. La oferta laboral suena tentadora hasta que una chica se le acerca. Con la excusa de que le sonaba de algo, le da una información bastante valiosa: la habitación en la que se hospeda. Don, volviendo por un momento a sus raíces, se dirige al lugar pero recibe una sorpresa: Roger Sterling está en ella. Así, comienza una conversación llena de recriminaciones por parte de un Don dolido por el trato de su agencia y un Roger haciéndole ver que si no fuera por él seguiría vendiendo abrigos de piel. Sin embargo, las cosas se relajan un poco cuando Sterling le confiesa que le echa de menos. De esta forma, acuerdan verse en la oficina el lunes para que Draper vuelva a trabajar. La contraposición de escenas de la entrada en la oficina y él, obviamente nervioso, mirando el reloj me ha parecido de lo mejorcito. Como si del primer día de colegio se tratase, Don entra en la oficina de forma precavida, mucho más humilde y aceptando que todo el mundo sabe que hoy vuelve. Pero no es así. Poco a poco va viendo el ambiente y empapándose de él, una gran hostilidad por parte de unos y una alegría contenida por parte de otros, pero todos comparten la sorpresa de verle por esos lares. Personalmente, me ha llamado la atención algunas reacciones. La primera de todas es la de Joan, con la cual siempre ha tenido una relación de amistad, de buen rollo que me encanta. Sin embargo, su actitud es falsa, de hostilidad, una bitch. Mi pregunta es, ¿realmente se comporta así porque es lo que siente o porque está con el resto de los socios? Ya veremos. Un apunte, el vestido que me lleva esta mujer me ha dejado muy loca. ¡Qué bien le queda todo, y más con las botas! Otra actitud a resaltar es la de Peggy, la cual comprendo. Aunque haya sido su mentor, Don está en la lista de negra de la Olson por joderle un gran anuncio. Si le añadimos que tampoco es que viva su mejor momento profesional – ese Lou Avery se merece una hostia YA – la pobre está hasta el moño de todo y de todos – Ginsberg te miro a ti, pedazo capullo –. Así que su actitud es de total bitch. “No puedo decir que te echamos de menos” resume todo lo que siente Peggy por Don. Lo que me ha gustado es que parece que este comprende el porqué de esa frase. ¿Se arrepiente de haberla puteado? Espero. Otra cosa que me ha gustado de Draper es la recriminación que le hace a Sterling por llegar tarde. WHAT?! ¡Pero si es lo que hacías tú, hombre! ¿Se ha reformado el publicista de los anuncios de oro? Interesante si la respuesta es afirmativa.

Finalmente, en la esperada reunión entre socios, las cartas se ponen encima de la mesa: Don trae el éxito a la agencia y, aunque tenga sus cosas malas, le necesitan. Qué decir tiene que esta conversación es para verla varias veces. Es increíble lo mal que me pueden caer algunos personajes. De verdad, ¿por qué cojones se escudan en que han despedido a Don? ¿Tienen un lapsus de memoria o qué? Nunca dijisteis que se iba a la puta calle, idiotas, dijisteis que se tomara un tiempo para poner las cosas en orden. ¿Por eso tanto miedo, hostilidad e incomodidad en el ambiente, porque Don no puede ir a la oficina dado que está “despedido”? Idos a tomar por culo todos, excepto Sterling, que es el único que parece que le funciona la cabeza. Pero, ante esta actitud, surge la conclusión de antes: Don es quien gana los premios y hace que la agencia esté en el panorama publicitario porque, sin él, se comen los mocos. Siendo todos más falsos que Judas, deciden darle otra oportunidad a Don pero no sin antes humillarle otra vez. Le ponen una serie de condiciones para que vuelva a trabajar en la agencia y, la que ha colmado mi vaso, es la de informar a Lou Avery. ¿Estamos de coña o qué os pasa? Vale que ese capullo tenga un contrato pero, ¿es necesaria esta humillación? Porque, para mí, es lo que es. Por su parte, Don acepta, algo que me ha resultado sorprendente. Después de ver que lo de no pasar por el aro impuesto por la agencia le ha traído graves consecuencias, ha decidido hacerles caso justo en este momento. Esto es un síntoma de evolución grande.

She's so fabulous
Por otra parte, Betty también ha tenido su momento. Después de dos episodios desaparecida, se la echaba de menos – y eso que no es un personaje que me apasione –. Debido a una excursión de Bobby, Betty decide ir y pasar un tiempo con su hijo. Aunque el chaval esté contento porque a todo el mundo le cae bien su madre, este comete un error que echará a perder el momento: intercambiar el sándwich de su madre por unas golosinas. Ante esta situación, Betty se cuestiona su actuación como madre y por qué sus hijos no la quieren, algo que su marido no cree. “Es cuestión de tiempo” le dice respecto a su relación con su hijo pequeño. ¡Qué triste esa reflexión! Vale que Betty no es la madre más cariñosa del mundo, pero yo creo que sus hijos sí la quieren. Cierto que no se llevan a las mil maravillas, pero pienso que se debe a la fase adolescente y preadolescente de Sally y Bobby. Este, por su parte, ha soltado una frase, la que titula esta entrada, que me ha recordado muchísimo a The Beatles. No es ni siquiera un verso de la canción Yesterday; será un momento de esos en los que asocias conceptos. Por otra parte, también podría relacionarse con la situación de Don y Betty: mientras uno desearía que fuese ayer por estar en la agencia y ser el rey de ella, la otra quisiera vivir en otro momento, cuando sus hijos eran más pequeños y la quería. Por cierto, me encanta lo fabulosa que va Betty a las excursiones. Entre eso y la profesora que va provocando a las juventudes, el viajecito ha salido de lo más interesante.

Por último, uno que ha puesto las cartas sobre la mesa es Harry Crane. Ya sabíamos que su departamento no era el más valorado por la agencia pero, harto de esta situación, habla con Jim sobre esto. Los clientes de Koos se han ido con una mentira bajo el brazo: no tienen ni ordenador ni programa informático que facilite el tratamiento de datos. Jim, totalmente en shock por ver a “la persona más deshonesta con la que ha trabajado” sincerándose, da la cara por él en la reunión de socios. Creo que va a tener que seguir pidiéndole a Santa el ordenador por Navidad.

Como habéis podido comprobar, el capítulo da para comentarlo ampliamente. ¡Por fin me he quedado contenta con un episodio de esta temporada! Este es el Mad Men que me gusta, donde pasan cosas que te dejan sorprendido, que te hacen pensar y no dejan a tus personajes favoritos como si fueran estúpidos – Weiner, no te perdono lo de Peggy. Lo siento –. Estos síntomas de evolución de Don me encantan y entusiasman. Me muero de ganas por saber si continuaran en el tiempo o el clásico Don Draper volverá a nuestras vidas. ¿Y qué pasará con su matrimonio con Megan? ¡Ains, qué interesante que está!

Por último, recordaros que tenéis la oportunidad de expresaros libremente mediante un comentario, los cuales son siempre agradecidos y bien recibidos. Conocer vuestro punto de vista me parece muy interesante.


¡Hasta la semana que viene!

                                                                                                               Irene (@MissSkarsgard)

9 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo con que este tercer capitulo ha estado a la altura de lo que Mad men es, porque si bien los anteriores tenian la marca de la casa y siempre nos daban que pensar éste ha sido para enmarcar. Y todos estamos extrañados por la reacción de Joan y Peggy ante la vuelta de Don. Joan parece que ve a Don como una amenaza para su actual labor en la Agencia y el reparto de futuros dividendos entre los socios, y Peggy tendrá celos profesionales( recordemos lo feliz que se la veia cuando terminó la temporada pasada ocupando el sillón de Draper, porque a mi el personaje me gusta pero se le ve el plumero con este tema ) y problemas personales con él, y ambas tienen muy mala memoria. Y yo también termine cabreadisma tal presenciar la escena de la reunión de los Socios para despedir o hacerle firmar ese nuevo contrato lleno de condiciones leoninas.
    También me corroe la duda de si Don ha cambiado y empezará a comportarse de otra manera como si fuera una persona "normal" y hasta del montón, o volverá a ser el personaje soberbio ( también imperfecto pero profundamente humano ) y ese "genio" ( como se ha referido a él Roger ) que a muchos nos encantaba.

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    1. ¡Gracias por tu comentario!

      Sí, ¡ya era hora de que Mad Men volviese así!

      Bueno, yo estoy más extrañada con la reacción de Joan que con la de Peggy. A lo mejor es lo que dices tú, que Joan ve a Don como una amenaza para su actual puesto y responsabilidad; pero lo de Peggy es comprensible y se veía venir perfectamente. Tengo que decir que Peggy estaba contenta porque tenía el camino libre ante un Don que le había entorpecido muchos trabajos, pero cuando ha visto al sustituto de este se le ha ido toda esa alegría. A lo mejor si realmente Don ha cambiado y lo demuestra, Peggy le da una oportunidad. No lo sé.

      ¡Saludos!

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  2. muy buena critica , a mi también me ha gustado mucho el capitulo:)
    que opinais de esta teoria ? yo creo que no es ella pero who knows
    http://hannibals-cheekbones.tumblr.com/post/84106778563/stephanie-annas-niece-and-emily-arnett

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    1. Si son dos chicas distintas se parecen bastante. La forma de saber si es la misma sería ver si tiene la marca que la primera tiene en el brazo y parece que no. No me he parado a darle muchas vueltas a quién es. Don ha estado con tantas mujeres que se me han olvidado los nombres y hasta las caras xDD

      ¡Saludos!

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  3. Me gustaron algunos de los puntos que mencionas, en general para mí Mad Men es una de mis favoritas y es una lástima que esté por concluir. Pero definitivamente Matthew Weiner y todo su equipo hicieron de esta serie una maravilla.

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    1. La verdad es que sí. Queda todavía un poquito de esta temporada y la segunda parte de la misma para el año que viene. El caso es disfrutarla intentando dejar la tristeza a un lado :)

      ¡Saludos!

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  4. ¡Buen análisis de este capítulo de la serie Mad Men, habrá que verlo!

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  5. Aun flipo con lo de Joan y Peggy, no sé, puedo entender que estuvieran enfadadas con Don, Joan por la cuenta de Jaguar teniendo en cuenta que tuvo que vender su cuerpo (cosa por la que Don estuvo en contra pero Joan parece olvidar) y Peggy por lo del anuncio. Pero no sé Joan y Don llevan años trabajando juntos siempre valoró a Joan y el primer día que vuelve al trabajo después de meses (si sé que Don se cavó su propia tumba) le quiere fuera, lo de Joan es como una puñalada. Creo que con la llegada de Don ve peligrar su nuevo puesto, pero aun así lo suyo es de vergüenza.

    Y Peggy... Que perra ¿Aun le guarda rencor por algo que pasó hace 2 años? Te fuiste de la agencia seguiste con tu vida, lo tuyo con Ted en verdad no fraguó porque Ted es un cagueta, Lou no deja de darte por culo. Debería alegrarse de que Don esté de vuelta por lo menos alguien hará caso a sus ideas.

    Y Don.. Aun no me creo que haya aceptado esa mierda de contrato, doy gracias de que por lo menos Roger aun le quiera, viendo el panorama...

    Y Betty, bueno ¡Viva la Drama Queen de los sandwiches! Si hubiera visto como su hijo le guardaba el sitio a lo mejor se lo hubieses pensado dos veces.

    GRAN REVIEW. Una de las que más me ha gustado.

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    1. ¡Gracias por tu comentario! Me agrada saber que os gustan las reviews :)

      Yo todavía sigo quedándome sorprendida con lo que dices de la actitud de Joan, parece que se ha olvidado de su amistad con Don y de cómo este salió a defenderla con lo de Jaguar. Creo que es un poco lo que dices, que ve peligrar su puesto, ese que tanto se ha ganado con el paso del tiempo y que ha tenido que adquirirlo de esta forma tan poco profesional. Como he dicho en varias reviews, parece que la mota de polvo tapa todo lo que ha pasado anteriormente, que ha sido mucho y muy bueno, por cierto.

      Con lo de Peggy discrepo. Don es su mentor y de tu mentor no te esperas que te putee como hizo él llevándose la gloria de tu gran momento. Se fue porque veía que eso iba a pasar otra vez; es cierto que lo de Ted no funcionó porque este es un gilipollas y un cobarde, y Lou no para de dar por culo porque, en el fondo, creo que es un machista que no puede ver cómo una mujer joven hace mejor el trabajo. Con el paso de los episodios vamos viendo que, en el fondo, Peggy se alegra de que vuelva Don, tiene un apoyo porque él se lo hace ver así, pero también es cierto que disfruta de su vuelta porque ahora ella es la jefa y puede putearle. Ojo por ojo, diente por diente, pero todo aderezado con el espíritu del publicista.

      Lo de Don es de bajarse los pantalones porque ama su empresa ya que, quieran o no, él es uno de los fundadores y quien ha traído importantes empresas, y parece que todos se olvidan de ello. Lo malo empaña lo bueno. Roger sabe del potencial de Draper, ha visto cómo ha crecido en este ámbito y son buenos amigos, así que no me esperaba que fuera a darle la espalda.

      Es cierto que le guarda el sitio pero la mujer se ha quedado sin comer por culpa de un hijo que no pensado en su madre, sino sólo en sí mismo. Bobby tiene que pegar un cambio bestial porque ahora mismo me parece muy bobo.

      Un saludo.

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