¡Por fin ha vuelto a la carga Game of Thrones! Y con un capítulo cargado de magia, emoción, sentimiento, pena y locura.
Tras tanto tiempo dejándonos en agonías, HBO nos vuelve a sorprender con esta increíble serie en el primer capítulo de su tercera temporada: "Valar Dohaeris".
Y luego, como dije antes, vemos a un Stannis Baratheon, al que parece que le han quitado todo rastro de humanidad, pues deja que la Mujer Roja cargue contra Davos y le proclame traidor. Y ella a los traidores los quema vivos. Ya veremos qué pasa, pero esperemos por el bien de Davos y de Stannis que al final despierte su corazón de plomo y empiece a ver las cosas con claridad: la Mujer Roja le está chupando la vida.
Al comienzo, aparece la cara asustada de Samwell Tarly, perseguido por los Caminantes Blancos, que nos habían dejado con la angustia de la temporada anterior. Sin embargo, aparece la Guardia de la Noche para salvarlo en el último momento. Aquí vemos que Poniente no está advertido de un peligro inminente, dejándonos a todos con la intriga por lo que pasará. En mi opinión, es un muy buen comienzo, ya que nos pone a nosotros en situación y en tensión por lo que pueda pasar: un comienzo fuerte e intenso.
Después del vídeo de presentación, nos sorprende Jon Nieve acompañando a los salvajes hasta el poblado de Mance Rayder, el rey más allá del muro, donde podemos ver por primera vez en toda la serie a un gigante, que impone mucho. Podemos ver también que los salvajes son un pueblo muy sufrido tras esa máscara de orgullo: los niños no están educados. El odio que tienen hacia la Guardia de la Noche es más que evidente y eso hace que sean un tanto recelosos con Jon. Ahí, Jon promete lealtad a los salvajes porque prefiere estar del lado de los que van a vivir frente a los Caminantes Blancos. Sin embargo, esto no nos acaba de convencer, pues sabemos que Jon es bastante leal con los suyos, pero ya que sus compañeros murieron, igual deja la lealtad hacia los demás aparte y empieza a ser fiel sólo a sí mismo.
Y seguida a ésta, tenemos por fin la primera escena "pícara" de la serie. Esta vez nos llega de manos de Bronn, en Desembarco del Rey, que está con una prostituta en su lecho. Sin embargo, es interrumpido bruscamente por su escudero, que casi muere en el acto si no fuera porque venía parte de Tyrion Lannister, que llama a Bronn por un asunto de vida o muerte. Sin salirnos del mismo lugar, la siguiente escena viene por fin de manos de nuestro Lannister Tyrion, quien parece bastante desesperado en su celda por su corte en la cara. Sin embargo, mientras espera la venida de Bronn, aparece su hermana, la gran Cersei Lannister, que le exige el motivo por el cual Tyrion quiere ir a ver a su padre. Aquí vemos el juego de miradas que tienen estos dos, cómo los dos leones se enfrentan verbalmente, cómo Tyrion juega psicológicamente y cómo esta entra en todas sus trampas y, sin embargo, permanece en su compostura. Personalmente, me encantan estas escenas: tienen mucha carga no-verbal.
Al acabar, Cersei sale afuera, donde esperan Bronn y su escudero, que acompañan a Tyrion hasta la compañía de su padre: Tywin Lannister.
La siguiente escena está protagonizada por Davos Seaworth, que milagrosamente ha sobrevivido a la Batalla de Aguasnegras. Hemos de recordar que Davos ha sido siempre devoto de Stannis Baratheon. De hecho, en los libros se pone muy de manifiesto que profesa un gran amor por su rey (no amor de amante, sino de cariño). Así, aparcado en un islote, en las últimas de morir, un barco lo encuentra y lo rescata y lo lleva a presencia de Stannis, que está acompañado de la Mujer Roja. En el camino, nos enteramos que la Mujer Roja ha cambiado por completo a Stannis: su influencia ha hecho que él sólo se fíe de ella. Ni siquiera se puede fiar de sí mismo, porque al hacerlo, se ha fiado de Davos, y la Mujer Roja le ha hecho ver que por culpa de Davos fracasó en la Batalla, aunque de eso no nos enteramos hasta más adelante.
Y aquí por fin aparece la primera escena de los norteños sin cabeza: los Stark. En manos de Robb Stark, nos enteramos que en Harrenhal ha habido una masacre inmensa por parte de los Lannister. Nos cautiva una imagen horrible de cientos y cientos de cadáveres, todos muertos de todas las formas existentes. Ante todo esto, percibimos temor por parte de los abanderados de los Stark y más de uno empieza a dudar de su lealtad hacia Robb. Además, vemos que Robb ni siquiera se fía de su propia madre, puesto que la tiene cautiva por dejar escapar a Jaime Lannister sin su permiso en una misión muy arriesgada para obtener de vuelta a las hijas de Catelyn: Arya y Sansa Stark.
Luego, volvemos con Tyrion, ya en una sala con Tywin. Un apunte necesario: las conversaciones entre Tyrion y Tywin suelen estar muy cargadas de ironías, odio y juegos mentales. Así, vemos que Tyrion le exige a su padre la herencia de Roca Casterly, la ciudad de los Lannister, alegando que Jaime no puede heredar ya que ha renunciado a muchas cosas (entre ellas la herencia) al tomar su puesto de mando. Sin embargo, Tywin le responde con un desprecio infinito que no le daría ni por todo el oro del mundo Roca Casterly al hombre que mató a su esposa (su mujer murió al dar a luz a Tyrion, pues es deforme). Sin embargo, Tyrion añade que se merece algo, ya que gracias a él ganó la batalla de Aguasnegras participando, además, de la misma. Así, le da ciertos bienes, todos vacíos ya que son los mismos que le daría a cualquier caballero: no a su hijo. En esta escena, se hace evidente el asco y desprecio que siente Tywin hacia su hijo y hacia todos en general. Además, le impide a su propio hijo que comparta cama con prostitutas. De hecho, le reduce a ello: aclama que Tyrion vive sólo para las prostitutas. Aquí va a pasar algo gordo, y espero impaciente a verlo.
Y aquí tenemos a Sansa Stark, que ya ha desistido por la realidad, y es tal su visión de la realidad, que elige evadirse de la misma, porque llega a afirmar que la verdad es demasiado dolorosa. Lord Baelish promete a la niña una vuelta a su hogar en Invernalia, pero ya después de su gran traición hacia su padre, no se sabe qué pensar.
Aquí tenemos a la gran Daenerys Targaryen, en un barco, camino de conseguir un ejército para reclamar "lo que es suyo por derecho". Vemos que sus dragones han crecido mucho, y que es tal su poder que ha sido capaz de arrastrar al pueblo dothraki con ella, que nunca habían surcado en un "caballo de madera".
Y luego, como dije antes, vemos a un Stannis Baratheon, al que parece que le han quitado todo rastro de humanidad, pues deja que la Mujer Roja cargue contra Davos y le proclame traidor. Y ella a los traidores los quema vivos. Ya veremos qué pasa, pero esperemos por el bien de Davos y de Stannis que al final despierte su corazón de plomo y empiece a ver las cosas con claridad: la Mujer Roja le está chupando la vida.
Tenemos ante nosotros una escena inaudita. Mientras Joffrey Baratheon está por las calles de la ciudad, Margaery Tyrell, nueva prometida de Joffrey, hace detener la caminata para entrar en un orfanato y hacer que los niños de la ciudad se sientan protegidos. Ante lo falsa que se ha estado mostrando Margaery, esta escena resulta de lo más curiosa y enternecedora. Sin embargo, podemos apreciar al final de la escena que, tanto Cersei como Joffrey desconfían de una acción aparentemente demasiado noble...
Por último, nos topamos en una larga escena con Daenerys, que llega a Astapor, donde contempla el ejército de mercenarios Los Inmaculados: hombres que han perdido su alma, que han llegado a matar a un recién nacido para perder toda su sensibilidad. De hecho, el hombre que los distribuye le corta un pezón a uno y no hace ningún gesto. Esta escena hace que todos nos pensemos seriamente de parte de quién ponernos si queremos ganar...
Seguidamente, Daenerys, charlando con Jorah Mormont acerca de este ejército, es seguida por un hombre encapuchado, que resulta salvarla cuando un escorpión enviado por los magos la va a atacar. Bajo esa capucha, descubrimos a Barristan Selmy, que había desaparecido al comienzo de la 2ª temporada y que ha reaparecido para seguir de parte del linaje Targaryen, linaje que cree legítimo y que está dispuesto a defender por su vida. Esta imagen le ennoblece, pues significa que quiere enmendar la poca protección que dijo otorgar al padre de Daenerys.
En general, este episodio es una promesa entera de lo que nos depara en esta temporada: un continuo enfrentamiento y devenir. Espero mucho de esta temporada, y creo que vamos a tener mucha acción.
Juan (@MrRadda)
Es conmovedora la preocupación del Comandante Mormont por alertar a Poniente de la invasión de zombis. En Poniente nadie cree en Los Caminantes Blancos
ResponderEliminarEstoy completamente de acuerdo n.n
EliminarYo por fin he visto el capítulo y debo decir que me ha encantado. Buena crítica, muy detallada, y coincido contigo: creo que este episodio ha sido solo la punta del iceberg y que nos esperan grandes momentos.
ResponderEliminarSoy muy fan de las conversaciones entre los Lannister. Tyrion con su hermana y su padre, Cersei con su hijo... todos son increíbles! Da gusto oírles hablar, juegan entre ellos, cada frase tiene un doble significado oculto. Son sencillamente geniales :P
Aunque se ha echado de menos a la pequeña Arya, espero que en el siguiente aparezca.
¡Saludos!
Genial, me ha gustado mucho y comparto mi opinión contigo en prácticamente todo, el único miedo que tenía acerca de la serie es que no cumpliera con mis altas expectativas que me había planteado, pero sí, me cautivó nada más empezar con la tensión y el miedo de Sam al ver a los caminantes blancos, y bueno por decir algo ``malo´´ del capítulo diría como tú que eché en falta alguna escena de nuestra querida Arya.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho leer tu blog :D