Crítica del 5x12 "Save Yourself" de True Blood

El verano ya ha pasado, y con él nuestra dosis de True Blood. Muchos han criticado esta quinta temporada hasta la saciedad, aunque yo no comparto la mayoría de las quejas. Esta temporada me ha parecido especialmente brillante, e incluso me ha servido de "reconciliación" con la serie tras una cuarta temporada que, a pesar de ser buena, tuvo demasiados peros. Sin embargo, ésta también ha tenido unos cuantos. La quinta temporada de True Blood ha sido una genialidad, aunque le ha faltado chicha.

Y sí, puedo decirlo sin pelos en la lengua. Ni guilty pleasure ni leches, True Blood ha tenido durante esta temporada suficientes momentos épicos, surrealistas e ingeniosos como para poder llamarla así. Las tramas han mejorado en calidad (no hay más que recordar lo infumable que fue la de la familia de Sam, por ejemplo) y algunos personajes han evolucionado de forma muy interesante. ¿Quién puede negar que Pam sea genial, que Jessica sea adorable o que subir la foto del culo de Andy a Facebook haya sido una de las chorradas más hilarantes de la serie?

No me conoces tan bien. Mi cara de enfado y mi cara de felicidad son la misma.

Ha sido una temporada estupenda, aunque sí que he echado en falta personajes más carismáticos. No puedo evitar recordar a la gran Sophie-Ann, Nan (que fue el primer personaje principal que apareció en la serie) e incluso, por qué no, MaryAnn. Todos ellos nos producían algún sentimiento, ya fuera admiración, tirria o diversión. Pero la gran mayoría de los nuevos personajes han sido muy superficiales. Casi todos eran vampiros religiosos sin personalidad que no hacían otra cosa que adorar a la pesada de Lilith. Ninguno nos ha dejado alguna frase ingeniosa o alguna escena para enmarcar, más allá de un par de muertes explosivas. Porque sí, la vampiresa pelirroja teñida, Rosalyn, tenía sus puntazos, y Roman irradiaba cierta presencia, pero ninguno ha llegado a ser realmente increíble.

También ha habido algunas tramas y personajes que no sabíamos muy bien qué pintaban en True Blood. La historia de Terry y Arlene se hizo pesada a veces, pero la recta final fue muy buena y los personajes me caen bien, así que no tengo mucha queja. Ahí está la clave para disfrutar esta serie: que te caigan bien el mayor número de personajes posibles. Algunos como Arlene o Andy suelen ser de extremos, hay quien los odia y quien los ama. Son secundarios, y odiar a un par de ellos no debería ser un gran problema. La complicación comienza cuando, sin darte cuenta, acabas odiando a casi todos los secundarios (o peor, protas) y es entonces cuando la serie va cuesta abajo y sin frenos. Yo en ese sentido estoy curado de espanto, porque casi todos tienen cierto encanto para mí. Pero comprendo que la serie no pueda ser buena para algunos si solo les gustan dos o tres personajes y tienen que tragarse treinta minutos de relleno. En este sentido True Blood debe mejorar y hacer a algunos personajes más carismáticos.

Aunque lo que sí hay que reconocer es que esta trama ha mejorado mucho respecto a la anterior. Se han centrado en los vampiros, que es lo que mejor domina True Blood. A veces, en la cuarta temporada, se iban tanto por las ramas con el tema de la magia y los bruhhhjós que teníamos la sensación de estar viendo otra serie. Por suerte, ésta ha servido de ligero acercamiento con la primera. Hemos vuelto a ver a Sookie soltera, un poco perdida pero más fuerte que de costumbre, y tuvimos de nuevo cierta rutina. El Merlotte's ha tenido más presencia, personajes que ya no hablaban entre sí han vuelto a encontrarse... detalles, pequeñas chorraditas que hacen que apreciemos más a los personajes. En la cuarta temporada todo era intensidad y se olvidaron de darnos un respiro o tramas más relajadas. O simplemente conversaciones tiernas o encuentros entre amigos, como los que han tenido Sookie y Sam esta temporada (¿se vieron alguna vez en la cuarta?).

Los flashback de Bill y de Pam (sobretodo de ella) también han sido un acierto, y les hemos podido conocer más a fondo. Que retomaran el tema de la hija de Bill es una prueba de que, a pesar de que la serie parezca una ida de olla, realmente sabe unir los hilos y las tramas muy bien. Y la historia de Pam ha sido sencillamente genial. Ella ha sido uno de los pilares de esta temporada. Cada vez que abría la boca soltaba una perla, y gracias a ella Tara ha vuelto a ser muy, muuuy grande. Estoy deseando ver más de Eric, Pam y Tara la próxima temporada. Familia curiosa donde las haya.

También hay que reconocerles que han sabido cerrar muy bien todas las tramas que comenzaron en el 5x01 "Turn! Turn! Turn!" en un capítulo final correcto, en el que eché en falta algo más de espectacularidad, pero que igualmente estuvo a la altura. Tener reunidos a todos los personajes siempre es digno de ver. Por no hablar del parto de las cuatrillizas hadas del Merlotte's, teniendo de público al siempre adorable Lafayette, Arlene, la vecina pirada y Holly (impagable su cara de asco). Bebés que se quedará un Andy que se empieza a ver un poquito desbordado con tanta familia.

Curiosidad sobre la trata de las hadas en las series: En Once Upon a Time viven en un convento, y en True Blood en un puticlub.

En la otra cara de la moneda tenemos a Jason, que nos ha dado escenas muy tiernas con su hermana y con el recuerdo de sus padres. También tenemos a Alcide, que está... bueno, que está ahí, luciendo su cuerpo y haciéndose el líder de la manada. En la lista de pérdidas dolorosas hay que mencionar a Russell, el genial villano que me ha dejado con la impresión de que podría haberse lucido más, y Steve Newlin, que también ha tenido grandes puntazos. Me alegro de que no lo mataran, porque ambos tenían todavía mucho que contar... veremos qué pasa con el reverendo.

Con sus más y sus menos, esta temporada me ha encantado y estoy deseando que comience la sexta. Una temporada que, sin embargo, se acortará y tendrá diez capítulos en vez de doce por el embarazo de Anna Paquin. La gran trama será la de Bill, el vampiro insufrible y manipulador por excelencia (¿y el malo era Eric?) que aparte de ser un cerdo al abofetear a Jessica, ha decidido convertirse en el "heredero de Lilith", es decir, un nuevo Dios cutre, desnudo y cubierto de sangre que va a ser malo malote. Mi única intriga al respecto es saber si se atreverán a mostrarnos su pepinof, porque con el chichi de Liltih se han cebado. Por lo demás su personaje me parece muy poco interesante. Tiene su punto, pero no acaba de convencerme con su papel de vampiro todo-poderoso. De todos modos habrá que ver qué hacen con el extraño (y casi esperpéntico) trío de Sookie-Bill-Eric.

¡Deseando regresar a las calles de Bon Temps!