Una noticia que no es de extrañar, y es que en vista de las buenas audiencias los directivos de la ABC no han dudado en renovar para una segunda temporada dos de sus mejores estrenos, Once Upon a Time y Revenge.
He visto ambas series y me alegro de que las renueven, porque las dos son muy recomendables. La primera nos introduce de forma muy acertada en la dualidad fantástica y moral que suponen las vidas de unos personajes de cuento atrapados en un pueblo de mala muerte. Como pequeña queja podríamos decir que hay ciertas incoherencias, o que la protagonista, Jennifer Morrison, no es la actriz más indicada para llevar a cabo su papel, o eso o que lo interpreta muy bien, porque es más sosa que un huevo sin sal, por no hablar de que los chistes sobre lo guarra que es por llevar siempre la misma chaqueta de cuero roja ya son míticos. Como gran virtud, hay que reconocer que Lana Parrilla (la Reina Malvada) y en especial sus sonrisas maliciosas, son de lo mejorcito de Once Upon a Time.
Por otro lado tenemos a Revenge, el culebrón que está enganchando a miles de seguidores. Lo cierto es que está muy bien hecho, y esta vez estoy completamente encantado con su protagonista, Emily VanCamp. Esta rubia sí que ha sabido crear un personaje con chispa, que transmite con sus sonrisas la hipocresía más dulce y el desdén más hiriente. Los paisajes casi siempre están muy bien rodados, con grandes espacios abiertos y una iluminación blanca que encaja a la perfección. Como queja podría hablar de su antagonista, Madeleine Stowe. No me llega a desagradar, de hecho me gusta en cierto sentido, pero hecho en falta frases de bitch con un poco más de ingenio. Y la mayor virtud, por supuesto, es ver a Emily amargándole la vida a todo el que pilla. Me declaro fan suyo incondicional.
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