Después de un episodio que se
hizo más previsible de la cuenta, The
Resident nos ha regalado una nueva entrega con varias cosas novedosas y con
un giro un poco turbio y oscuro, lo cual agradezco desde aquí. Si queréis saber
qué ha pasado y mis impresiones al respecto, no dudéis en seguir leyendo.
Esto es hacer una entrada, hombre ya |
Unos episodios atrás conocíamos a
Bradley, famoso por quedarse dormido en mitad de una operación y liarda parda.
No obstante, voy a pasar eso por alto para ir a lo importante: Bradley es un residente al que parece que
están matando a turnos de 30 horas (o más) y al que, desde aquel terrible y
desafortunado accidente, le tienen chupando banquillo. Entre eso y que ya
vimos cómo Bradley volvía a aparecer en nuestras vidas en el episodio anterior –así,
sutilmente–, ya se podía intuir que iba a ser el protagonista de este duodécimo
episodio. Aquí nuestro amigo está bajo
los efectos del cansancio sumado a los de la cafeína a porrillo que tienen las
bebidas energéticas. Vamos, como cualquier estudiante preparándose la
Selectividad –un saludo a todos y todas desde aquí–. El caso es que la cosa no
se queda ahí. Cuando Bell está dando su
primer discurso como director del hospital ante la junta directiva, lo que
podría parecer como un primer síntoma del nuevo medicamento para los temblores –una
mayor reacción ante la luz, o que empieza a ver cosas– se torna en que, en
realidad, hay un tío a punto de caer del
cielo a su mesa. Ese tío es Bradley,
inconsciente y con una barra de metal incrustada en su pecho. Esto es lo
que llamo una “reunión para recordar”. El equipo médico del Chastain –o séase,
Conrad, Mina y Devon, con colaboración casual de Irving– se pone manos a la
obra para diagnosticar a Bradley y poder salvarle. Desde el minuto uno, no sólo se preocupan por la condición médica de su
compañero, sino también se preguntan por las razones que hay detrás de que haya
pasado esto. Devon está convencido de que no se ha tirado, sino que se ha
caído, pero Mina no está del todo segura y se acuerda de cuando ella estuvo
apartada de la cirugía, aunque fuese sólo un día, y se quería morir. ¿Bradley habría podido intentar suicidarse?
Para Bell, la respuesta es clara: sí.
El momento en el que está ensayando ante Hunter el discurso que va a pronunciar
me ha dado bastante asco. ¿Es posible que este señor me caiga peor? Sí. ¿Y
ella? También –de ella hablaré más adelante–. Bell no tiene planeado que el seguro le pague ni un centavo a Bradley,
y estoy segura que va a trabajar bastante para que así sea. Como le dice
Devon a Conrad, desgraciadamente suena
mejor echarle la culpa a una enfermedad mental como la depresión que decir
abiertamente que era un residente saturado por el trabajo y los turnos tan
largos. Por otro lado, los padres de él han ido a verlo y esa ha sido una
de las escenas más significativas del episodio. Ver cómo el padre y la madre
tienen una visión diferente de su hijo. Sí, es posible que Bradley haya tenido
que trabajar más que el resto –no me parece malo, ha llegado hasta ahí y se le veía
contento–, pero compararlo con su
hermana, una “doctora de nacimiento”, según su madre, me parece horrible. Creo que no se debería comparar a los hermanos.
Cada hijo es distinto: tienen diferentes cualidades, habilidades, dificultades,
problemas, etc., así que, ¿por qué dañar de esa forma a los hermanos? Luego se
crean rivalidades absurdas, rencores, y en ocasiones se puede deber a este tipo
de cosas que hacen los padres. Aquí estoy con el padre: habría que haberle dicho que están orgullosos de él. Eso insufla
mucha energía y significa un mundo que tus padres te lo digan –no soy nadie
para decir esto, pero, si tú, que me estás leyendo, eres padre o madre, te
invito desde aquí que le digas a tu hijo/a lo orgulloso/a que estás de él/ella.
Es importante que lo sepan–. Siguiendo con Bradley, su operación termina siendo un éxito, en gran parte por una nueva
presencia en el Chastain, AJ Austin, un cirujano cardiotorácico que Bell
quiere contratar. La escena de la operación, con esos movimientos de cámara,
cómo se cambia de plano tan rápidamente, traslada muy bien esa sensación de apresura
y de tensión que se está viviendo en el quirófano. Al parecer, Bradley sufre una hipertrofia ventricular
que proviene, según el doctor Austin, de la combinación de cigarrillos,
obesidad y una gran carga de estrés. Pero no es la única sorpresa que se
guardaba nuestro amigo; también tenía
anfetaminas en la sangre, además de metilfenidato en su taquilla –se utiliza
como tratamiento para el Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad
(sus siglas son TDAH)–. En definitiva, estimulantes para poder rendir esas 30
horas que dura el turno turno. Sin embargo, fue la cafeína de la bebida energética la que hizo que el corazón ya
cascado de Bradley terminase por colapsar. Lo que no se esperaba nadie era
esa última conversación entre Bradley, Conrad, Mina y Devon. Bradley no sabe lo que quiere, está
bastante perdido, y ser doctor ha pasado
de ser un sueño a una terrible pesadilla. Admite que el simple pensamiento de tirarse del tejado, de alejarse de toda la
presión por la que estaba pasando, de la ansiedad, el agotamiento, el miedo a
cagarla otra vez o convertirse en un fracaso, era como quitarse una gran carga
de encima. Para el resto, no es comprensible, como dicen Devon y Mina, pero
para él, lo mejor que puede hacer, es irse de allí, encontrar lo que le guste,
lo que le apasione, y seguir por ese camino. Creo que la vía hasta convertirte
en médico es exhausta de pelotas, hay que quererlo mucho, tener mucha fuerza
durante el proceso, ánimo, y el objetivo siempre claro. Pero también es cierto que, cuando te dan de lado como hicieron con
Bradley, por algo que no fue enteramente su culpa, sino que Bell lo empujó
hasta más allá de sus límites –recordemos que cayó desplomado en el quirófano
porque acababa de salir de otro turno de 30 horas, lo cual me parece inhumano
aguantarlo–, puede afectar mucho
psicológicamente, y llevaba seis semanas así. Aunque Bradley haya sido
bastante random en esta serie –como el
cirujano de Trauma, que ese, además, ha sido un poco tocapelotas, todo hay que
decirlo–, siento mucho que se vaya. Me parece que es el caso de esa persona que
va perdiendo la ilusión por su profesión con el paso del tiempo. A algunos les
parecerá débil; a mí me parece una víctima más de un sistema voraz que, o te lo
comes, o te come él a ti. En este caso, ha sido la segunda opción.
Mina está harta de estas mierdas |
Como he dicho anteriormente, contamos con un nuevo jugador en el
tablero, el Dr. AJ Austin. Bell quiere traerlo como sea al hospital y, para
ello, ha decidido ir en su Porsche a un antro de mala muerte donde la tarta de
manzana está bastante buena. Ya hemos
visto en episodio anteriores cómo a las nuevas posibles incorporaciones se les
hace un tour de lo más suculento por el Chastain, así que el Dr. Austin no iba
a ser menos. Parece que la franqueza de Bell le anima a acceder a ese tour,
el cual va a estar liderado por Mina,
a quien le hace bastante poca gracia porque la han sacado de una operación para
esto –ese “Mina, no te olvides de sonreír” me ha dado TANTO asco. UGH–. La “poca
simpatía” de la Dra. Okafor le parece poco atractiva al Dr. Austin, pero, en el
fondo, le encanta. Mina no tiene pelos en la lengua, no suele tener filtro, y
eso es un soplo de aire fresco en un sitio donde besarse el culo es el deporte
local. Además, sirve para conocer al
personal, cosa que me parece inteligente. Pero lo que de verdad hace que AJ se levante de esa silla es el pene
roto del paciente que Irving quería encasquetar a Devon. No os voy a negar
que me he echado unas buenas risas con la conversación entre el paciente del
pene roto, el señor Berman, Austin y Okafor, y no por la conversación per se,
sino por las reacciones de Mina. Aunque
no sé muy bien qué pensar sobre el Dr. Austin, una de las mejores cosas que ha “provocado”
son las reacciones de Okafor, que son increíbles y que me hacen quererla
todavía más. Creo que ella misma resumen
muy bien lo bueno y lo malo de AJ: sus formas son horribles, así que es
mejor que trate con pacientes inconscientes o dormidos, y lo mejor es su instinto, lo que sabe hacer, lo hace de maravilla –por
ahora; aquí hay que ir con cuidado–. El tío va de medio chulo porque puede,
pero tampoco quiero justificarlo todavía. Acaba de llegar –al parecer va a
aceptar la oferta de Bell– y ha enseñado
una cara oscura, como su conversación con Berman, al que advierte con que
deje de hacer cosas estúpidas y se centre en sus gatos, y ha enseñado la cara del posible “genio” que puede ser. Por ahora,
no me cae mal, pero tampoco es que me apetezca ponerle en un altar, cosa que sí
que quiero hacer con Mina, que ha estado FABULOSA en este episodio. Lo que sí me preocupa es cómo se va a tomar
que vaya a ser la mano derecha del Dr. Austin. Creo que puede aprender
mucho de él, pero ella tampoco ha solicitado esta nueva situación. Iremos
viendo en estos dos episodios que nos quedan.
Soy Nic y me acojono viva |
Mientras Bell parece vivir su sueño, en el que no tiene un duro,
pero, oye, voy con el Porsche al trabajo porque menuda polla tan grande que
tengo –en serio, ¿os parece normal no tener dinero pero quedarse con un BMW y
un Porsche, el cual no baja de los 91.000 dólares? Lo primero que haces es
vender el Porsche, hijo mío. Cómo se nota que la masculinidad de Bell es un
poco frágil, ¿eh?–, quien está viviendo
el comienzo de una terrible pesadilla es Nic por culpa de la novia de Bell, la
Dra. Lane Hunter. Enfrentamientos como el que ambas tienen en la cafetería,
o posteriormente en los alrededores del hospital, son cosas que me dan la vida
con esta serie. Nic se muestra valiente;
Lane muestra su verdadera cara, que ya es bastante. Nevin está
completamente decidida a desenmascarar a Hunter y, por lo que se da a entender en este episodio, hay mucha ropa que
tender, desde el cambio de nombre hasta ese otro nuevo personaje que ha
aparecido, Anthony Ewen. Lane Hunter era su mentora y los rumores de que sobremedicaba
a los pacientes ya empezaban a correr por Nashville, pero él no los creyó –¿esto
no os suena a Conrad?–. Pero, tras la muerte de un paciente por sobredosis de
quimio, el hospital no hizo nada, ella se mudó y le ofreció un puesto en su
clínica. Él empezó a preguntar y vio cómo sus turnos menguaban hasta que se lo
quitó de encima. El consejo de Anthony a
Nic de que huya de Hunter hace que se te hiela la sangre. El problema es
que no queda ahí. Al parecer, Lane se
está tomando esto bastante en serio, con cancelaciones de reuniones
entremedias, que un coche con los cristales tintados encajone el coche de Nic,
o que un tipo random y bastante creepy le lleve la compra cuando ella no
ha pedido nada y le dé ese mensaje con doble sentido. Al final del episodio
vemos cómo hay alguien haciéndoles fotos
a ella y a Conrad. Vamos, que esto ha tomado un cariz bastante oscuro, a la
vez que prometedor, de cara a una segunda temporada. Sinceramente, seguiría con
las cosas tan oscuras en los dos episodios que nos quedan, desvelando que todo
esto viene por parte de Lane, para luego en una segunda temporada –por favor,
FOX, RENUEVA LA SERIE– solucionarlo, porque a Nic se le viene encima una
tremenda. De esto a la cabeza de caballo de El
Padrino hay una línea bastante fina. No
me esperaba que Lane fuese tan, tan turbia, y pudiese ir por estos derroteros,
así que celebro que me haya dejado sorprendida todo este asunto. Como
comento, me parece prometedor, pero lo voy a pasar mal por Nic.
En general, este episodio ha
estado mucho mejor que el anterior. Mientras que el otro fue bastante previsible –lo cual fue una pena–, este me ha sorprendido y para bien. Me sigue
preocupando que la cadena pueda no renovar esta serie cuando me parece buena,
es entretenida y trata temas muy interesantes, como el sistema médico
estadounidense y su corrupción, el maltrato que hay hacia los médicos por los
turnos tan largos y sus consecuencias, que el señor Dinero es el que manda
hagas lo que hagas, o que hay cirujanos que no saben cuándo dejar el quirófano
antes de causar una catástrofe. Y me preocupa porque se está avanzando con las
tramas por caminos que estaría muy bien explorarlos y llegar hasta el fondo de
ellos, pero que se podría interrumpir porque FOX no ve la buena serie que
tiene. Los anuncios de las renovaciones, cancelaciones y nuevas series –los llamados
Upfronts– de las cinco networks principales (ABC, NBC, FOX, CBS
y The CW) comienzan el lunes 14 de mayo por la tarde en EEUU, justo unas horas
antes de que se emita la season finale
de The Resident. Deseo con todas mis
fuerzas que, como regalo de despedida de la temporada, os pueda decir que han
renovado la serie. Creo que se lo merece bastante.
Por mi parte nada más excepto
animaros a que dejéis vuestros pensamientos, sentimientos o cualquier cosa que
se os haya pasado por la cabeza al ver el episodio. ¿Qué os ha parecido el Dr.
Austin, os gusta o le dais un suspenso? ¿Y qué pensáis sobre todo el tema de
Nic? Los comentarios son todos vuestros.
¡Hasta la semana que viene!
P.D: Ver a Conrad haciendo ejercicio en ropa interior era todo lo
que necesitaba para ser un poco más feliz. Gracias a quien tuvo la idea.
P.D.D: Así que Conrad estuvo en Kandahar. Por alguna casualidad,
¿conocerá a Frank Castle y a Billy Russo? Sí, lo sé, vivo en un universo multifandom. Hago este tipo de
conexiones. Blame me.
P.D.D.D: Me ha parecido graciosa la escena en la que Conrad y Devon
se dan cuenta de qué bebida estaba tomando Bradley, no por el contenido en sí,
sino porque hay un episodio en The Good
Wife en el que se trata el tema de las bebidas energéticas y lo
perjudiciales que pueden ser para la salud. Matt Czuchry estuvo en The Good Wife. El episodio es Red Team/Blue Team (4x14, para más señas).
Sigo con las conexiones raras. Blame me
again.
Irene Galindo (@MissSkarsgard)
¡Hola Irene! Nuestras plegarias han sido escuchadas y han renoavado la serie, YAY!!! Siendo así no sé qué ocurrirá con Lane. Por una parte creo que si la desenmascaran como la villana que es podría ser un buen final de temporada donde Nic además recupera su trabajo. En esa parte de investigación he echado de menos la ayuda de Priya, sería un gran caso periodístico para ella además de ayudar así a su novio y compañía.
ResponderEliminarEn cuanto he visto al doctor nuevo y sus modales sabía que le juntarían con Mina, cuyas caras durante todo el capítulo han sido puro oro xD Creo que este personaje le va a hacer mucho bien a la serie porque es todo un "personaje" en el mal sentido de la palabra, y le va a dar vidilla a la serie. Su arrogancia va a chocar mucho con Bell y a su vez nos dará buenas interacciones con Mina.
El caso del residente volador me ha dado mucha pena, aunque a mí esos planos en quirófano de su operación me han sacado totalmente de escena por mucho que intentaran transmitirnos ese frenetismo.
Quedan 2 capítulos para ver cómo resuelven el tema de Lane, espero que no sea demasiado precipitado. Aunque la otra posibilidad es que el personaje continúe la siguiente temporada, lo cual no me gustaría porque Bell puede tener el papel de villano tranquilamente sin que nos metan escenas ugh con esta mujer xD
Un abrazo y hasta el próximo capítulo :)
P.D. ¡Fan de tus conexiones multifandom! Yo también me he acordado de The Punisher cuando Conrad ha mencionado Kandahar, ¿te imaginas a Ben Barnes en esta serie con Matt? Too much hotness xD
¡Muchas gracias por tu comentario, Bellatrix! Estoy MUY contenta por la renovación de la serie. Me las veía un poco canutas para que continuara, pero YAS! Por fin puedo respirar más tranquila.
EliminarSobre cómo van a plantear lo que queda de temporada, que son dos episodios de nada, y ya de cara a la segunda temporada, como decía en la review, destapar que Lane es quien está detrás de todo el acoso que ha recibido Nic en este episodio estaría bien, sería un avance. No sé si destaparla del todo (quiero pensar que "desenmascararla" no es "su caída" y así pueden alargarlo todo un poco más) sería lo mejor. Que Nic recuperase su trabajo estaría bien, pero me falta el episodio de esta semana (que veré esta noche sin falta) para ver si eso es factible ahora mismo o más un sueño que otra cosa. Estoy de acuerdo contigo en que Priya debería haber formado parte de la investigación, ya que ella ha hablado con varios pacientes de Hunter. Sí, podría ayudar bastante, aunque con las represalias que está recibiendo Nic a saber cómo le afectaría a Priya también.
Las caras de Mina son ARTE xD Creo que la quiero demasiado ya. Como tú bien dices, el Dr. Austin es todo un personaje y yo también creo que puede dar mucho juego, o al menos eso espero. Pienso que no sólo chocaría con Bell, también podría hacerlo con Mina en algún momento.
Entiendo lo que dices. ¿A lo mejor los planos han sido un poco mareantes también? A mí me ha transmitido esa urgencia y cómo todo escalaba rápidamente.
Yo preferiría que no resolvieran lo de Lane esta temporada porque sigo diciendo que aquí hay un plan a largo plazo. Como ahora ella no intente hacerse con la dirección del hospital y darle la patada a Bell, voy a sentirme un poco decepcionada, la verdad (sobre todo porque me parece una buena idea, está mal que yo lo diga porque se me ha ocurrido a mí, y, coño, ya podrían darme curro de guionista xD). Creo que Bell como villano a largo plazo se me haría pesado. La presencia de Lane le da vidilla al asunto.
¡Otro abrazo para ti!
P.D: ¡Gracias! Me alegra ver que alguien aprecia mis conexiones multifandom xD Ben Barnes llega a estar en esta serie y voy de infarto a infarto cada semana. Señor, no sabes tú el crush tan grande que tengo con él ahora mismo xD