Drive: Get Behind The Wheel And Run

6/12/17


En esta vena loca que me ha dado por descubrir series que ya no las conoce ni su madre – y no, no nos salimos del terreno yanki –, hace tiempo descubrí una “joyita” con un elenco cargado de gente que conocía y una premisa que no estaba nada mal. Sin embargo, su destino fue la trágica cancelación. Estoy hablando de Drive. ¿Queréis saber de qué va? Poneos el cinturón.

Drive nos lleva a la vida de Alex Tully, interpretado por Nathan Fillion (Castle, Firefly), un jardinero de 35 años que descubre que su mujer, Kathryn (Amy Acker; Angel, Person Of Interest), ha sido secuestrada el día de su aniversario de bodas. Después de que la policía investigue la escena del crimen, el regalo de su esposa empieza a sonar. Es un teléfono a través del cual una voz le dice que, si quiere recuperar a su mujer, tiene que ir a Florida pero en coche, nada de ir en otro tipo de transporte – se hace gran hincapié en este detalle ahora insignificativo –. Allí se da cuenta de que tanto él como decenas de otras personas han sido citadas para embarcarse en una carrera ilegal por todo Estados Unidos. ¿El premio final? 32 millones de dólares. Con ese incentivo, todo el mundo va a dar lo mejor de sí para hacerse con ellos. Con esta premisa, Drive se acerca más a una película que a una serie, por eso, en un principio, podría ser muy interesante de ver en este formato. No sólo somos testigos de cómo los participantes – que suelen ir en parejas – interactúan entre sí, sino que también vamos descubriendo poco a poco quién o quiénes organizan esta carrera y por qué estas personas han sido seleccionadas. Es decir, el nivel de profundidad y de detalle en los datos puede ser mucho mayor que en un largometraje.

Nathan Fillion antes de su etapa fofisano
Como ya he dicho, hay muchas parejas de participantes, pero sólo nos enfocamos en unos pocos. A Alex Tully, quien tiene un pasado oscuro que os animo a descubrir, le acompaña Corinna Wiles (Kristin Lehman; Damages, The Killing), una mujer misteriosa muy interesada en descubrir quiénes son los organizadores de la carrera. Ha robado un pendrive de la organización y ha decidido autoinvitarse – sí, sí, como lo leéis – al coche de Alex para ayudarle a ganar.

El cliché de latino andante
Por otro lado, tenemos a Winston Salazar (Kevin Alejandro; True Blood, Arrow), un chaval latino que acaba de salir de prisión y que no va a dudar en pedirle dinero a su padre rico para compensar los años que ha pasado de él como de la mierda. Sin embargo, termina descubriendo que Sean (J.D. Pardo; Revolution), su hermano, no conocía de su existencia. Sean, por su parte, es un chico con un futuro brillante que, tras este descubrimiento, decide participar en la carrera junto a su hermanastro como venganza a su padre.

Madre coraje
Otra participante es Wendy Patrakas (Melanie Lynsky; The Shield, Togetherness), una ama de casa de Ohio que quiere ganar el premio para poder huir de su marido maltratador junto a su hijo recién nacido, a quien podemos o no considerarlo como su pareja de carrera. A veces puede dar la sensación de que está un poco ida de la olla porque hace cosas raras, pero lo hace con buen fondo.

Lo que ha unido el Katrina...
En vez de una pareja, las siguientes son un trío, formado por Ivy Chitty (Taryn Manning; Orange Is The New Black), Leigh Barnhouse (Rochelle Aytes; Mistresses) y Susan Chamblee (Michael Hyatt; Crazy Ex-Girlfriend), amigas que se conocieron tras el huracán Katrina del 2004 y que han decidido participar en la carrera juntas. Sólo puedo deciros que habrá problemas entre ellas y que el personaje de Taryn Manning es insoportable as fuck – ¿hay algún personaje suyo que realmente no lo sea? –.

No es oro todo lo que reluce
Por otra parte, tenemos a la pareja de tortolitos formada por Rob Laid (Riley Smith; True Blood, Freaks and Geeks) y Ellie Laid (Mircea Monroe; Episodes, Hart Of Dixie). Él es un soldado del ejército estadounidense que acaba de llegar de Irak y ella está muy emocionada por participar en la carrera junto a su marido. Atentos a Ellie porque no es tan inocente como la pintan.

Se merecen TODO lo bueno
Y, por último, pero no por ello menos importante, tenemos a los que son, para mí, los ganadores morales de esta carrera y de esta serie: John Trimble (Dylan Baker; The Good Wife, The Americans) y Violet Trimble (Emma Stone; Medium, Malcom In The Middle, La La Land, etc.), un padre astrofísico y divorciado de la madre de Violet, y esta, una estudiante de instituto de 17 años a la que su padre ha sacado del mismo para poder participar con ella. Sin duda alguna, estos dos son mi pareja favorita porque son dos actores a los que quiero mucho y me parece alucinante que estén en una serie juntos y con ese vínculo de unión. No podemos negar que todos los personajes son un cliché como una catedral, pero tampoco podemos pedir peras al olmo a una serie de FOX del 2007, ¿no?

Creada por Tim Minear, escritor y director en series como The X-Files, Angel, Firefly, American Horror Story o Feud, y Ben Queen (Powerless), y producida por estos dos acompañados por Greg Yaitanes, director y productor en series como Banshee, House o Lost, Drive se compone sólo de seis episodios, de unos 40 minutos de duración cada uno. Tras el estreno con doble episodio, sólo duró dos semanas más en el aire y sus dos últimos episodios estuvieron disponibles para su descarga digital. Su cancelación se debió, como en muchos otros casos, por bajas audiencias, dado que era muy difícil competir con concursos como Deal Or No Deal o Dancing With The Stars.

Hace poco hablaba de Traveler, la cual tuvo el mismo final, y es que tanto esta como Drive son contemporáneas porque ambas se emitieron en 2007 – sigo diciendo que durante ese año hubo joyas malogradas –. A pesar de todo, Drive me parece una adelantada a su tiempo, con una trama que no estaba nada mal y con un cast estupendo, lleno de caras conocidas, y con un Nathan Fillion mucho más oscuro, serio y dramático, más tirando a Firefly que al fofisano de Castle. Además, esta serie fue la primera que tenía sesiones en directo en Twitter para poder comentarla durante su emisión, cosa que actualmente es bastante normal. Por otra parte, sus escenas de acción, con los coches compitiendo, están muy bien, se nota la mano de Greg Yaitanes – los tres primeros episodios están dirigidos por él –; el lado negativo viene cuando nos metemos dentro de los coches, donde el chroma canta muchísimo y a veces las acciones de los actores tienen un delay respecto a lo que pasa fuera – golpes por detrás, volantazos, etc.; en este apartado se pueden ver interpretaciones que dan un poco de vergüenza ajena, todo sea dicho –. Sin embargo, aunque en ocasiones es mejor tomarse la serie como una mamarrachada, no tan en serio, sí que sirve para pasar el rato. El problema se encuentra en que no se sabe quién gana la carrera y ni los creadores contestaron a esa pregunta. Lo que sí hicieron fue dar algunos detalles más sobre los concursantes y hacia dónde podían ir sus líneas argumentales. En cuanto a la perspectiva de una segunda temporada, tenían pensado iniciar una nueva carrera con nuevos competidores y recolocar a los antiguos en otros puestos. Personalmente, pienso que con una temporada cerrada en plan miniserie hubiese quedado bien porque esa idea para una segunda temporada me parecería repetitiva y no viene al caso.

Si os gustan las series cortas, os llama la atención la trama o sentís curiosidad por cómo este elenco acabó en este proyecto – fue la razón principal por la que acabé viéndola –, os animo a que le deis una oportunidad, esa misma que no le dio FOX al cancelarla.


Irene Galindo (@MissSkarsgard)

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