Por qué Awkward es mejor de lo que parece

25/9/15



“¿Otra serie más para adolescentes? No, gracias”, será probablemente vuestra reacción inicial. Quizá penséis que no es precisamente lo que necesitáis (con la cantidad de series que hay por ahí, como para poneros a ver una de la MTV). Pero esta vez es diferente, Awkward es lo que todo el mundo necesita, es la excepción.

Primero, hay que tener una cosa clara: MTV es una cadena para adolescentes, la mayor parte de su programación consiste en realitys malos en los que podemos ver a gente yendo de fiesta o teniendo bebés a una edad temprana. Seamos sinceros, la MTV nunca producirá un Mad Men o un Breaking Bad. Sin embargo, si lo que quieres es descansar un rato de un largo día y echarte unas risas: Awkward es tu serie.

Porque, si hay algo que esta serie tiene, son risas. El humor de Awkward es inteligente y lleno de dobles sentidos, sin cortarse en ningún tema (absolutamente ninguno). 


Al contrario que la mayoría de series juveniles, Awkward muestra a los adolescentes tal y como son, eso es precisamente lo que más me gusta de ella. Empezando por la protagonista: Jenna Hamilton. La cual, puede que cambie de opinión cada cinco segundos, siempre tome malas decisiones y sea muy torpe, pero ¿no son así las adolescentes de verdad? Es mucho más fácil comprender a una chica insegura que mete la pata sin parar a una de Beverly Hills que se pasa el día de tiendas. Por lo menos, así es como yo lo veo. ¿Desde cuando se idealiza a las adolescentes? ¿Desde cuando no son un desastre andante? La verdad es que no lo sé, pero no funciona.

Y Jenna solo es el principio, a ella le siguen montones de buenos personajes, a cada cual más original. Desde Tamara, la neurótica de su mejor amiga, hasta Violet, la psiquiatra del instituto, tan divertida como poco adecuada para dar consejos.


Pero sobre todo, quiero destacar lo realista que es, en ese sentido me recuerda un poco a My Mad Fat Diary. Quizá no se parezcan en la trama, ni en los personajes, ni en la forma de tratar los temas. Sin embargo, hay una cosa que tienen en común (algo que necesitamos más en a las series de hoy en día): la verdad.

Incluso, a veces puede llegar a tal punto de realismo, que acaba cayendo en los clichés. Por ejemplo, la madre que se quedó embarazada a los 16 y no ha madurado desde entonces o, sin ir más lejos, la mismísima trama: una chica invisible, enamorada del chico más popular del instituto. Pero la verdad es que la falta de argumento deja de importar tan pronto como ves que eso no afecta para nada a la genialidad de la serie.

¿No me creéis? Comprobadlo por vosotros mismos, los capítulos duran tan solo 20 minutos y si podéis ver solo uno sin continuar, es que no sois humanos. 



Victoria (@MissGoingAway)

2 comentarios:

  1. hola! pues sabiendo que es algo más que la típica historia de adolescentes quizás me anime a verla!
    gracias por la recomendación!

    un beso!

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  2. efectivamente, es como las pipas, si ves uno vas a querer seguir, ja ja

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