Hay que ver lo bien que se lo pasa uno con American Horror Story. Es una serie que, en un principio, tiene de todo: no solo hablemos ya de lo buenos que son sus actores -épico el duelo que se avecina entre los personajes de Jessica Lange y Kathy Bates-, también hay que mencionar los guiones de la serie, la crítica social tan afilada que se lee entre ellos, y esa forma macabra e hilarante de hablar de unos personajes en su mayoría tiernos y muy humanos. Aunque quizá ya no podamos seguir diciendo eso de Kyle...
¡Spoilers!
El capítulo no ha sido tan frenético y espectacular como el anterior, del que ya os hablamos Juan y yo, pero aún así ha sido muy bueno y ha mantenido un nivel más que aceptable. Por un lado, hemos conocido un poco más la historia personal de Queenie, una de las brujas que posee uno de los poderes más originales; ella es una muñeca vudú humana. En su vida anterior trabajaba en un Burger (todos los adolescentes amargados de América han trabajado alguna vez en uno) hasta que un día se encontró con un cliente borde (siempre hay alguno en esos sitios) que se pasó de listo y trató de engañarla. La cosa se calentó y Queenie, ni corta ni perezosa, decidió meter su manaza en el aceite hirviendo de las patatas para quemarle el brazo al señor. Esa extraña noticia llegó a oídos de los jefazos de "Hogwarts", que vieron que Queenie era una de ellas, una bruja, que están en peligro de extinción, y decidieron acogerla a su cargo inmediatamente.
*Nota mental: ¿Existen los brujos o la magia es algo inherente únicamente a las mujeres según la mitología de Coven?
Unos policías, por otra parte, fueron a interrogar a Zoe y Madison al respecto del autobús volcado, y la dulce Zoe terminó por derrumbarse y confesarlo todo. Por suerte, el personaje de Jessica Lange (¿por qué tengo que aprenderme todos sus nombres? ¿No pueden llamarla simplemente Jessica Lange?) fue a "hipnotizar" a los policías, que se fueron de allí con la memoria alterada, y luego se encargó de amenazar a las chicas lanzándolas por los aires y advirtiéndolas de que la única persona a la que debían temer era a... ella misma. Con la Lange no se juega, nenas.
- Resumen de la trama - |
¿He hablado de lo fantástica que es Kathy Bates? Su personaje está adquiriendo cada vez más consistencia y, a pesar de que está bajo la influencia del personaje todo-poderoso de la Lange, dudo que se resigne a quedarse quietecita y sin molestar durante mucho más tiempo. Tiene que vengar a sus hijas (sí, incluso a la fea) asesinando a la bruja negra, que parece tener el poder de la inmortalidad, al igual que Misty posee el de la resurección.
La cosa está que arde...
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Nuestro compañero Dro nos ha hablado muy bien del capítulo, y ahora va mi parte (Juan):
Por mi parte, he de decir que el capítulo, aunque lento, me ha gustado bastante: no paro de ver que es una introducción a la acción que nos puede llegar a deparar esta temporada. Y nos han introducido a Misty Day, personaje que parece que tiene mucha historia detrás, y que en su mundo "hippie" nos han hecho ver cómo trata con la vida y la muerte. El simple hecho que nos la hayan presentado casi como la Madre Naturaleza le da mucha fuerza, fuerza que vemos cuando al principio del capítulo mata a los cazadores de cocodrilos casi sin pestañear, o cuando resucita a Kyle en medio de unos ataques que parecen como si la traspasara la energía y de la muerte toda en una.
Por otro lado, vemos cómo los personajes cada vez van mostrando más su modo de ser. El flashblack de Queenie nos muestra que es toda una luchadora. Que sin dudar aplica su poder para dañar a todo aquél que la fastidie especialmente. Puede que haya cierto drama de confianza tras esta faceta de protección.
Por su parte Nan ha conseguido averiguar dónde estaba Madame Lalaurie y, ni corta ni perezosa, no ha dudado en desatarla con tal de acallar sus fuertes pensamientos.
Zoe nos enseña en este capítulo el gran drama que lleva encima no le hace avanzar. Y tal es así, que hasta la propia Madison no duda en robar un conjuro para traer de vuelta al fallecido potencial noviazgo de Zoe. Puede que Madison sea muy zorra y todo eso, pero si es capaz de vender su alma al diablo (como indica el hechizo) por traer de vuelta a alguien solo para que Zoe esté tranquila revela que algo le hace pensar que el amor es algo que merece la pena. Quizá en el amor esté oculta la perdida apariencia de humanidad de la actriz. Sin embargo, a la hora de tener que elegir a quedarse y ayudar a Zoe o huir y poner su culo a salvo, no duda en coger el coche. Por su parte, Zoe ve que el nuevo cuerpo para su chico no acaba de encajar: como si ninguna parte de él estuviera coordinada y se moviera por convulsiones. Es entonces cuando conoce a Misty y su cabaña en el bosque donde ha estado oculta todo este tiempo. Esta brujita conoce los secretos de la naturaleza, y parece que puede curar a Kyle. El magnetismo que tiene esta vida de autoaceptación y pura conectividad con su naturaleza hace que Zoe se vea tentada a quedarse. Sin embargo, no es lo suficientemente fuerte como para decidirse: el poder de la Suprema le puede sobre su necesidad de estar junto al que ha intentado salvar de las garras de la muerte.
Las grandes Fiona y Madame Lalaurie nos han llenado mucho protagonismo del capítulo. Fiona sigue siendo tan espontánea como controladora. La exhibición de poder que hace con los investigadores para salvar a sus alumnas y el discurso que les da a éstas a continuación es una vez una prueba más de su gran poder y de su título de Suprema. Asimismo, a pesar de maltratar al principio a Madame, es capaz de oír su historia. A su modo, vemos que también Lalaurie ha sufrido, y que ahora está sometida a un eterno sufrimiento por culpa de un maleficio. Un maleficio de inmortalidad que ha hecho que parte de su humanidad florezca, que se empiece a dar cuenta de que no se trata de permanecer siempre joven: "necesita" morir para reunirse con sus queridos.
Todo este maleficio viene por Marie Laveau, a la que vemos en la actualidad en una peluquería y que más adelante nos enseñará una escalofriante escena con su marido-minotauro. Esta llena de despecho, ira y furia hacia Madame y con razón. Vemos cómo su ira y locura han destrozado todo el imperio que la racista sostenía, y se ha llevado a la familia de ésta consigo. Al final del capítulo nos sorprende una Delphine en su antigua casa completamente desolada por estar tan lejos de sus seres más allegados y queridos, de su familia.
Y, por último, qué menos que destacar el gran papel que ha hecho en este capítulo Cordelia Foxx, que nos viene acompañada de un novio. Estos están intentando tener un bebé, y ya algo desesperados, el novio le pide a ella que aplique brujería para conseguir la fertilidad de la que carecen. Un novio que conoce la brujería de su chica, cosa que es buena pues nos hace ver que su amor es muy fuerte como para pasar por eso. Así, muy a su pesar, Cordelia accede. Y entonces, sucede una de las escenas más pasionales de lo que llevamos de serie. El hechizo implica llamas, sal, serpientes por cuerpos desnudos. Una escena que desprende poder, pasión, amor, peligro... Tantas cosas encerradas tras besos y el baile del amor entre un hombre y su mujer bruja.
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