Un restaurante de lujo, una cocina ajetreada, y unos comensales disfrutando de una agradable cena. De repente, uno de ellos cae fulminado sobre la mesa. Mientras, Castle está jugando a videojuegos y Kate está frustrada porque este no le hace caso.
Al llegar al restaurante donde ha ocurrido el asesinato, descubren que uno de los acompañantes de mesa de la víctima es un famoso millonario llamado Eric Vaughn, al que Castle admira, y Beckett también. Tras seguir algunas pistas, descubren que en realidad a quien querían envenenar era a Vaughn, y que, accidentalmente, habían intercambiado los platos, pues el pichón y la codorniz se parecían mucho, lo que da nombre al capítulo.
Con esto, al señor Vaughn no se le ocurre hacer otra cosa que pedir como escolta a Beckett, y ella no se puede negar porque las órdenes vienen de mucho más arriba, así que se tiene que ir, a su pesar, y al de Castle, con el hombre a un hotel para continuar con la investigación. A mí personalmente me dió mal rollo Vaughn cuando cerró la puerta de la habitación del hotel, pensando: a ver si no le hace algo a Beckett. Así que, desde fuera, Castle se espabila e intenta espabilar a Ryan y Esposito para poder acabar la investigación cuanto antes, porque está muy celoso de que Beckett esté con ese hombre al que todas las mujeres encuentran tan deseable (aunque tampoco era para tanto), y Castle cuando está celoso es adorable, muy adorable.
Mientras, dentro del hotel, el inútil de Eric Vaughn se da con el corcho de una botella de champán en el ojo y Beckett tiene que ayudarle a ponerse el hielo en el golpe (no vaya a ser que se le derrita y se resbale con el charco) y el hombre no se corta un pelo con Kate y en escenas posteriores, a pesar de que ella le dice que lo suyo con Castle es serio, el tío va y la besa, así tan tranquilo. Yo siento ser tan dura con el pobre hombre, pero que no me vengan ahora, después de cinco temporadas esperando para ver a Castle y Beckett como pareja, con un tío idiota que les rompa la relación metiéndole dudas a la fácilmente influenciable cabecita de Kate sobre "¿a dónde va mi relación con Castle?"
Mientras, dentro del hotel, el inútil de Eric Vaughn se da con el corcho de una botella de champán en el ojo y Beckett tiene que ayudarle a ponerse el hielo en el golpe (no vaya a ser que se le derrita y se resbale con el charco) y el hombre no se corta un pelo con Kate y en escenas posteriores, a pesar de que ella le dice que lo suyo con Castle es serio, el tío va y la besa, así tan tranquilo. Yo siento ser tan dura con el pobre hombre, pero que no me vengan ahora, después de cinco temporadas esperando para ver a Castle y Beckett como pareja, con un tío idiota que les rompa la relación metiéndole dudas a la fácilmente influenciable cabecita de Kate sobre "¿a dónde va mi relación con Castle?"
¡Quita bicho! |
De lo único que le sirve a Vaughn el intento de beso a Kate, es para que esta lo rechace y él se salve de un tiro en la cabeza. Y después de esto, Beckett queda libre de responsabilidades con el millonario y prosiguen la investigación desde la comisaría hasta resolver el caso, que incluye empresas fraudulentas entre otras muchas cosas. Aún así, el muy pesado de Vaughn no es capaz de irse sin sembrar dudas en todos los que se va cruzando por el camino, incluído Castle. Y así, otro capítulo que se acaba con la cara de preocupación de Kate, como el 5x10, a pesar de los esfuerzos de Castle por mimar a su novia.
El capítulo en sí me ha gustado, pero no diría que fuera estupendo ni mucho menos (y menos después de la pedazo de sexta temporada que se están marcando, de la que, ya queda menos, os traeré también las reviews). ¿No pueden dejar que evolucione tranquilamente la relación de Rick y Kate sin interferencias?
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