No me suelen gustar los animes. Pero, como en todo en la vida, hay excepciones. Death Note, Attack on Titan, Psycho-Pass, Another, Monster y Mirai Nikki son solo algunos de los que me ayudaron a derribar mis "prejuicios" hacia este mundo y comprobar de primera mano que los animes pueden tener tanta calidad artística como cualquier producto de personas de "carne y hueso". Comencé Btooom! alentado por la recomendación de mi ex –lo sé, culpa mía por hacerle caso–, para terminar descubriendo que este anime no es una de esas preciosas excepciones: es un truño moruño más, otra oportunidad perdida, una nueva justificación para tachar a los animes de machistas y ridículos.
Rajemos sobre Btooom!: