I love Dick: las mujeres, la sexualidad y el arte

21/8/17



Hoy os hablo de esta maravillosa serie, ¿indie? de capítulos de 20 minutos sin ser una comedia, quizá es un drama, quizá es otra cosa. Porque todas son diferentes, pero tienen algo en común: nos hacen pensar. I love dick nos hace pensar sobre las mujeres, la sexualidad y el arte. 

La directora de Transparent nos vuelve a cautivar con su nueva creación: I love Dick. Y es que ambas tienen: personajes LGTB, mujeres en los papeles protagonistas y hasta una actriz en común (Kathryn Hahn), pero son también muy diferentes. 

I love Dick cuenta la historia de un matrimonio judío ya mayor (él bastante más que ella) que se muda desde Nueva York a un pueblecito de Texas. Sylvere, el marido, ha sido contratado por la universidad para estudiar el holocausto y su mujer Chris, una directora de cine independiente frustrada, lo acompaña. Creo que es fácil deducir cómo funcionan las relaciones de poder en ese matrimonio. Cuando se conocieron ella era una chica joven atraída por la inteligencia y autoridad de él y así han funcionado sus relaciones sexuales siempre, con el poder del lado del marido. Y es esa autoridad que atrajo un día a Chris hacia su marido la que le atrae hacia otro hombre: Dick. 

Dick es maleducado, serio, arrogante. Consigue todo lo que quiere, sobre todo de las mujeres. Dick también es un artista, pero solo crea el arte que un macho como él podría crear; grande, fuerte, simple. 


Este cowboy contemporáneo se convierte en la fantasía sexual del matrimonio, pero para Chris más que una fantasía se convierte en una obsesión. Le escribe montones de cartas en las que explora su atracción pero también se explora a sí misma como mujer y artista. Y no es que Dick la estimule intelectualmente ni la valore de ninguna forma (como su marido quizá sí hace), es más, el trabajo de él carece de complejidad y aún así se atreve a cuestionar el de ella. Pero se sigue sintiendo atraída por él de una forma incontrolable. Ella, una artista moderna neoyorquina, seducida por la personificación de la masculinidad. 

Irónico, ¿verdad? Pero lo más irónico de todo es que Chris sea la deseante y Dick el deseado. Ella lo convierte en el objeto de sus fantasías, lo sexualiza. Dick está en una posición en la que los hombres siempre han puesto a las mujeres. Y no se siente halagado, sino incómodo. 

Pero Chris no es la única que cuenta su historia, en el capítulo quinto, A short history of weird girl (que por sí solo hace que toda la serie merezca la pena) Devon, Paula y Toby cuentan también cómo Dick ha influido en sus vidas y trabajos. Cómo la masculinidad lo ha hecho.


Y esto es I love Dick: mujeres expresando su sexualidad, expresando su sexualidad dentro del arte y hombres despreciándolo. 


Victoria (@_TheEastWind)

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