No soy una persona que suela ver
series cómicas. Lo reconozco. O no me hacen reír o, simplemente, no conecto con
ellas. Pero hay que admitir que últimamente se estrenan algunas ficciones que,
a pesar de tener la etiqueta de “comedias”, no lo son realmente. Por eso me
llamó la atención BoJack Horseman,
una de las joyitas que tiene Netflix cuya etiqueta de “comedia” no hace honor a
lo que es realmente.
BoJack Horseman sería más una dramedia que cuando tira al drama es depresiva total y, cuando tira hacia la comedia, te saca alguna carcajada. Su apariencia de dibujos animados puede engañar al espectador, por lo que tenemos que ser los fans quienes la definamos lo mejor que podamos. De un tiempo hacia acá, los dibujos animados han perdido gradualmente ese significado de risas, luz y color, dulces y gente vomitando arcoíris. En BoJack Horseman, si alguien vomita es porque está al borde del coma etílico o por una mala reacción a la cocaína que se ha esnifado antes. Hace un retrato de la vida aparentemente glamurosa que se da en Hollywood, aunque su protagonista vive todo lo contrario.
BoJack Horseman sería más una dramedia que cuando tira al drama es depresiva total y, cuando tira hacia la comedia, te saca alguna carcajada. Su apariencia de dibujos animados puede engañar al espectador, por lo que tenemos que ser los fans quienes la definamos lo mejor que podamos. De un tiempo hacia acá, los dibujos animados han perdido gradualmente ese significado de risas, luz y color, dulces y gente vomitando arcoíris. En BoJack Horseman, si alguien vomita es porque está al borde del coma etílico o por una mala reacción a la cocaína que se ha esnifado antes. Hace un retrato de la vida aparentemente glamurosa que se da en Hollywood, aunque su protagonista vive todo lo contrario.
Esas personas que le acompañan
son: Diane (Alison Brie), una escritora fantasma feminista que
intenta dejar su postura clara ante los demás pero que pocos entienden o hacen
el esfuerzo de entenderla. A veces me parece un poco “demasiado”, en el sentido
de que se quiere hacer la sabionda pero realmente no pilota los temas de los
que habla, o simplemente dice ciertas cosas para quedar bien. Todavía sigo
preguntándome qué hace al lado de su pareja, Mr. Peanutbutter (Paul F. Tompkins) , un labrador retriever cuyo
positivismo, energía y machismo dan tanto asco que acabarás odiándolo. En
serio, ¿por qué no lo han atropellado ya? Nos ahorraba una úlcera a todos. Mr. Peanutbutter también es una estrella de
cine que copió su sitcom de la de BoJack,
pero con el resultado de que su éxito
sigue brillando, a cambio de Horseman. BoJack tiene su particular “niñera”
que es su agente, Princess Carolyn (Amy Sedaris), una gata persa rosa ambiciosa que tiene muy claro lo que quiere.
Sin embargo, con el paso del tiempo se
dará cuenta de que no quiere terminar sola y que necesita replantearse ciertas
áreas de su vida. Por último, tenemos a Todd Chavez (Aaron Paul), un
nini de la vida que lleva viviendo por la gorra en casa de BoJack durante años
– y eso que se iba a quedar por un par de semanas – y con el que hace muy
buenas migas Mr. Peanutbutter, pues es quien le da las ideas para nuevos
negocios.
BoJack Horseman destaca por
el buen equilibrio de la comedia y el drama, por la evolución psicológica de los personajes, sobre todo en BoJack; por
sacar a relucir la humanidad de los mismos y hacernos ver que son reales, que tienen
sus pros y sus contras, y que estos últimos van a estar más a la orden del día
que lo bueno que albergan dentro de ellos. Los
deseos de los personajes sólo son eso, deseos, simple y llanamente, y que para
convertir un deseo en realidad hay que currárselo todos los días. Un
aspecto que se explora mucho es la soledad,
el miedo a terminar solos por nuestros miedos, inseguridades o cagadas porque
sí, en esta serie erran muchísimo pero tal y como pasa en la vida real. También
se trata el error y la consecuencia
que lleva este. No tiene ningún miedo a
tratar los temas más espinosos de la sociedad y eso es por la libertad que
otorga Netflix a los creadores de sus series. BoJack Horseman no es una
serie alegre, sino que te asumirá en la mierda más absoluta, pero lo hará de
tal forma que, cuando termines el episodio, te levantarás y aplaudirás.
¿Quién iba a imaginarse que los “dibujos animados” te invitarían a pensar y a
sentirte vacío por dentro?
Otra de las grandes cosas que
ofrece esta serie es el plantel de
actores y actrices que ponen voz a la gran cantidad de personajes que
aparecen: Patton Oswalt, Kristen Schaal, Stanley Tucci, Olivia Wilde, J.K.
Simmons, Aisha Tyler, Lisa Kudrow, Ben Schwartz, Rachel Bloom, Kristin
Chenoweth, Ilana Glazer, Mara Wilson, Angela Bassett, Constance Zimmer, Amy
Schumer, Christine Baranski, Tatiana Maslany, Ricky Gervais… Y la lista
continúa y continúa. Pero a quien destaco por encima de todos estos grandes
nombres es a un personaje que adoro: Margo
Martindale. Sí, ya sé que es una actriz de verdad pero se interpreta a sí misma – Character
Actres Margo Martindale es como la llaman – en una versión totalmente exagerada y loquísima de su persona. Es
uno de los cameos que más me gustan, nunca deja indiferente y desde aquí pido
un reconocimiento en forma de Emmy o lo que sea por su participación en esta
serie.
ME MUERO. ¿Dónde está el Emmy para Margo Martindale en #BoJackHorseman? pic.twitter.com/j5NVdtodNX— Gilmore Girl (@MissSkarsgard) 24 de julio de 2016
Una de las cosas que más me
gustan de la serie son los detalles,
como la aparición del cartel del musical Hamilton
con la cabeza de un cerdo o que los
animales, aunque se comporten como
seres humanos, tengan ciertas conductas
propias de su raza, como que los perros, si les tiras un objeto, vayan a
por él o se asusten con algunos ruidos, que los pájaros lleguen volando a los
sitios o que los pulpos expulsen tinta al sentirse amenazados.
*POSIBLES SPOILERS SOBRE LA TERCERA TEMPORADA*
En cuanto a la tercera temporada,
creo que ha ido de menos a más, por lo que no ha perdido el nivel. De todas formas,
BoJack Horseman es una serie con la
que me cuesta muchísimo conectar y en muchas ocasiones tengo la sensación de
que no lo hago en absoluto. No entiendo por qué será – ¿a lo mejor es porque
son animales? Ni idea –. Sin embargo, en
esta tercera entrega ha tenido episodios para enmarcarlos de lo buenos que han
sido. El primero sería el cuarto,
donde se refleja la soledad de BoJack
de una forma experimental para la serie pues es un episodio mudo en el 99,9% de
su duración. Se trata de un episodio
tierno y con un final amargo. El siguiente es el sexto, con una crítica
social sobre el aborto que muchas series querrían hacer. Además, se trata
el tema desde diferentes puntos de vista y se reflejan algunos aspectos del
panorama actual que son para aplaudir. Por último, tendríamos el undécimo y el duodécimo. El primero, una
de las últimas locuras de BoJack con un final que te deja roto por dentro,
aprieta el gatillo para lo que es la season
finale, cuyo final también es amargo aunque desprende un rayo de esperanza.
En mi humilde opinión, se corona como la mejor season finale de lo que llevamos de serie pues, para alguien que le
cuesta conectar con ella, se me ha removido algo por dentro, me ha emocionado,
y ese es uno de los objetivos de esta serie, que nos emocionemos ante tanta
anestesia que hay por el mundo, incluida a la que se enfrentan los personajes.
*FIN DE LOS SPOILERS*
BoJack Horseman es una serie fácil de ver pero que se toma su
tiempo en ser digerida pues es una gran patada en los genitales cuando se lo
propone. Son 12 episodios de 25 minutos
cada uno, cuenta con tres temporadas y estas salen del horno completas,
típico de Netflix. La devorarás con nada y te dejará con una sensación por
dentro difícil de describir. Ahora te toca a ti decidir si quieres darle una
oportunidad. ¿Quieres sentirte vivo viendo una serie que te va a dejar en la
miseria más absoluta? A eso le llamo yo una buena serie.
Every day, it gets a
little easier. But you gotta do it every day. That’s the hard part. But it does
get easier.
(Esta es la canción de los créditos y no puede ser más genial)
P.D: La serie ha sido renovada por una cuarta temporada.
(Esta es la canción de los créditos y no puede ser más genial)
P.D: La serie ha sido renovada por una cuarta temporada.
P.D.D: The New York Times le hizo un reportaje al creador de la serie. Cuidado con los posibles spoilers.
Irene Galindo (@MissSkarsgard)
me alegra que hablen de esta serie,soy un gran fanatico,de lo mejor de la tv actual
ResponderEliminarBoJack Horseman se merecía un momento de gloria en este blog.
EliminarGracias por el comentario y un saludo.
Me ha encantado el artículo, disfruto con los contenidos que leo de Bojack Horseman. Sin embargo, tengo un pequeño "pero", aunque creo que sé por qué lo has narrado así. En mi opinión, la presentación de los personajes ha sido un tanto ¿prejuiciosa/superficial?, aun siendo una presentación para no spoilear el resto de temporadas. Por otro lado, sí estoy de acuerdo en que al principio (¿1ª temporada?), los personajes son justo como lo has expresado, y que en la serie se ha hecho así para enseñarte cómo esos arquetipos son vistos por el público (estereotipos de personajes típicos de serie). Pero en la 2ª y 3ª temporada se analiza en profundidad cómo son de verdad (sin entrar en que luego evolucionen o no).
ResponderEliminarFin.
Rezo un padrenuestro para que alguien entienda lo que he escrito, madre mía xD
¡Gracias por tu comentario, unacondesa!
EliminarLa presentación de los personajes ha salido así porque, como ya digo en el artículo, me cuesta muchísimo conectar con la serie y, por tanto, con los personajes. Mi opinión sobre ellos no es la mejor, sinceramente, todos me parecen un poco insoportables. También, como bien apuntas, no quiero spoilear, por lo que hago una mínima descripción de ellos y ya que la gente que se anime a ponerse con ella descubra realmente cómo son.
Un saludo.