Esta serie teen televisada por la MTV ha empezado su cuarta
temporada con nuevos tramas amorosos, nuevos personajes y algunos bochornos
para nuestras protagonistas. En primer lugar, cabe comentar el final de la tercera
temporada, en la cual Jenna, que llevaba una mala racha entre fumar hierba
y poner cuernos, se llevó una gran
decepción cuando Matty pidió a su amiga de ir al baile. Pero lejos de
deprimirse, decidió dejar sus malos hábitos atrás y no depender de nadie más
que ella misma, dejándonos una bonita frase que toda chica debe recordar:
“Quiero ser alguien dispuesto a perdonar, quiero ser alguien que se preocupe más por los demás que por sí misma, quiero ser alguien que pueda decir las cosas como son, quiero ser alguien que renuncie a todo por una buena razón, quiero ser alguien que siempre vea lo mejor de cada uno, quiero ser alguien que sea una verdadera amiga, quiero ser alguien que siempre intente ser mejor persona y alguien que aprenda de sus errores. Supongo que quiero ser alguien que englobe todas esas cosas para poder ser finalmente esa chica que no necesita un chico para ser feliz, porque ya sabe bailar por sí sola”:
La cuarta temporada ha empezado con una calenturrienta Jenna
que no ha dejado de tener sueños lujuriosos con Matty durante el verano. Estas fantasías la llevan a masturbarse en plena mañana mientras sus padres entran a su
habitación para felicitarla por su último curso de instituto. Menos mal que los
padres de Jenna son jóvenes y que ella mucha vergüenza después de todo lo que
ha pasado no tiene, porque eso me ocurre a mí y cavo un hoyo en el suelo para
meterme de por vida.
Pero como siempre, esto no es lo más vergonzoso que pasa en
la serie, puesto que una agobiada presidenta Tamara ha declarado que aún no ha
gozado de ningún orgasmo con Jake, y eso que ya llevan bastante tiempo. Pero es algo que tampoco me extraña puesto que sus relaciones sexuales duran unos
tres minutos, y en ese intervalo de tiempo es bastante imposible conseguir el
ansiado momento de placer femenino. Este es por supuesto un factor que se ha de comunicar a la
pareja. El problema viene cuando Tamara se lo cuenta a Jake, y ya de paso se
lo cuenta a todo el instituto al dejarse el megáfono encendido. Un clásico. Por supuesto,
Jake se enfada y Tamara decide probar a masturbarse con un cepillo eléctrico
(es algo raro sí, pero parece que disfruta la chica).
Otros acontecimientos de interés en este capítulo son la
desaparición de Ming y la entrada en escena de una chica nueva que es rubia y
muy atractiva, y que parece ser que cobrará mucha importancia a lo largo de la
serie.
El final se presenta enseñándonos una Sadie vendedora
ambulante, lo cual da bastante pena ya que no parece agradarle mucho pero aún
así lo prefiere a depender de su tía (o tutora). Es bastante valiente por su
parte. Debo decir que aunque su movimiento de cabeza al hablar es extraño, me
cae bien y tiene sus momentos graciosos.
Lo más destacado, viene cuando Jenna en un ataque de buen
comportamiento va a casa de Matty para ayudarle con la inscripción de la
universidad. En este encuentro se vuelven a enrollar. Totalmente sorprendente
por el hecho de que esperaba que se enrollaran más adelante, aunque supongo que
inventarán nuevos problemas entre la pareja para separarlos.
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