Ya vamos por el noveno episodio de la novena temporada de How I Met Your Mother. La serie, que cada vez está más cerca de su fin, como ya se puede ver, ha decidido mezclar en este capitulo un poco de romance con comedia. A decir verdad, me gustaría que esta serie hubiera durado unas cinco temporadas, salvándose de ser una de las "series quemadas", pero este final, por suerte, está siendo bastante digno.
Aunque ya nos aburra este escenario, sabíamos a lo que nos enfrentamos, y por eso estamos otra vez más en el Farhampton Inn. Barney y Robin buscan un nuevo cura para que otorgue la ceremonia y, gracias a James, lo han conseguido. Sam, el padre de James, será el cura.
Al ser una boda, allí se encuentra gran parte de la familia. Entre ellos, Jerome, el padre de Barney y Loretta, la madre. Esto hace que surja de nuevo un deseo de Barney para que los dos se reconcilien y, algo parecido, pasa con James.
El plan de Barney es llevarse a la mujer de su padre con Ranjit medio secuestrada y mientras, en la posada, hacer que los dos se queden atrapados en el ascensor, por suerte, ninguno de los dos tiene claustrofobia. Allí les proporciona comida y bebida. Pero James va un paso más adelantado. Sam y Loretta están unidos. Desde hace un tiempo, Sam cambio de idea y ella ya no era "Loretta", ahora es "Lo-re-tta". Y, aunque Sam sea cura, para él no hay restricciones, y deciden salir juntos.
Esto hace que Barney se cabree mucho pero, tras hablar con Robin, cambia de idea. Y, para dar su bendición, decide utilizar la misma táctica que utilizó con Jerome, prepararles una cena encerrados en el ascensor.
Ted es el padrino y, como regalo para Barney, decide darle una fotografía autografiada de Wayne Gretzky, un jugador canadiense de hockey sobre hielo. Pero se da cuenta de una cosa, la tinta con la que escribía las tarjetas para la boda, ha sido derramada encima. Pero él no ha sido. Y vuelve el detective Ted Mosby y esta vez, tendrá una ayudante, Lily Aldrin, que le restriega no haber sabido nunca que hacía la piña más misteriosa de la televisión allí. Ya sabéis de qué hablo.
Ted intenta buscar a un sospechoso y encuentra tres. Un botones con mirada rara, un primo de Barney del este de Europa y ¡William Zabka! Por eso, tras interrogar a los tres y ver que todos tienen cuartadas, se empieza a desesperar, pero esto aún no a acabado.
Lily está limpiando la tinta del autógrafo y, cuando está la mayoría de la foto limpia, descubre una cosa. Allí ha habido un cambiazo claramente, la foto no es del jugador de hockey, es de William Zabka.
En ese mismo momento, Ted se entera de que la cuartada de William Zabka estaba inventada y los dos detectives, van a buscarle. Al ser dos contra uno, William acaba cayendo al suelo y sin esperanzas de salirse con la suya. Pero, en su interior, es una miga de pan.
El actor había hecho todo esto por que el siempre había sido el malo de la película y, para una vez que le tocaba algo bueno como ser padrino no podía dejar la oportunidad de lado. Pero, por culpa del arquitecto, todo se había frustrado.
Tan mala había sido su adolescencia como el villano de las películas que, aunque no suene muy bien, su madre le abucheaba. Estaba claro que había perdido el respeto de todo el mundo, incluyendo de sus seres más queridos.
Ted se compadece de él, contándole a Barney que Ted había perdido el autógrafo y William se había acercado a una tienda cerca de Farhampton y, afortunadamente, lo había conseguido. ¿Significa esto que Ted renuncia a ser padrino? No lo sé.
Daphne y Barney llevan desde principio de temporada juntos en un coche aunque cada uno vaya a un sitio y hoy, como ya nos esperábamos, ha sido el último día de Daphne en la serie. Y, aunque se suponía que se iba a casa, Marshall le lleva a un discurso de su niñita.
Al llegar y, después de cantar varias veces "I'm gonna be (500 milles)", Marshall y Marvin dejan a Daphne en el colegio. Allí, su hija, siguiendo los pasos de su madre, llega a la conclusión de que su la energía con la que trabaja Daphne es la mejor (y la más perjudicial).
Finalmente, Daphne se da un abrazo con Daphne y se marcha junto a Marvin, mientras ella se queda escuchando a su hija. Por otro lado, Jerome consigue encontrar a Ranjit y salvar a su mujer como un héroe.
No ha habido mejor personaje ni peor. Aunque muchos lo piensen, no siempre tiene por que haber uno. En cambio, una actuación breve pero que me ha gustado ha sido la de Ben Vereen, que ha interpretado a Sam Gibbs, padre de James Stinson.
La mejor frase o, por lo menos la más emotiva, ha sido de Daphne y la recomiendo como frase de la semana, ya que es genial. Y es: "Los niños no entienden de lógica, solo de quién está". Y ese es el motivo por el cual su hija prefiere a su padre que a su madre, por lo menos al principio.
Conclusión: Está claro que este ha sido un capitulo de relleno en toda regla, pero no digo que lo odie. Hay una gran lista de episodios peores en la serie. Lo único que hemos descubierto ha sido que James ha conseguido tener una familia unida. ¡Ojala viéramos un episodio como el del otro día!
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