Crítica del 3x09 "Longest Night Ever" de New Girl

22/11/13


Aunque Coach no me gustó nada cuando volvió a New Girl, la cosa ha mejorado mucho. La serie está consiguiendo los ingredientes para la receta del éxito, buenos personajes, buenos finales y momentos para el recuerdo. Además, este capítulo ha sido una buena señal.

La historia de la semana empieza con Coach avanzando posiciones. Pese a que no lleva más de tres episodios desde su retorno, el entrenador ha conseguido quedar con Cece para ir al mítico Staples Center, estadio de baloncesto. Muchos habrían preferido ir al cine pero claro, Coach solo es apto para el deporte.

Puede que Schmidt intenté fingir, pero Jess sabe que todo esto le afecta mucho. Hace menos de un mes que él rompió con Cece y con Elizhabeth, así que las heridas siguen ahí. Y, aunque en un principio no quiere actuar, sus pensamientos acaban siendo acabar con la cita.

Winston, de un capítulo a otro, cambia totalmente de pensamiento. Ahora quiere ir a flirtear con mujeres y, para eso, debe convencer a Nick y a Jess de que dejen su noche romántica viendo 'Homeland' y comiendo palomitas para cuidar a su gato, Ferguson.

Al ir al bar, se da cuenta de una cosa. Lleva tanto tiempo con su gato que ya no se acuerda ni de cómo hablar con mujeres (a lo mejor acaba siendo el próximo Rajesh Koothrappali) y, cuando vuelve a casa con un fracaso absoluto a la espalda, se entera de que Jess y Nick han perdido a su gato.

Coach y Cece están juntos en el estadio pero, por suerte para Schmidt, la cita no está yendo nada bien. El comportamiento del entrenador no está siendo muy apropiado. Empezando por las tonterías que dice y por ignorarla.

Llega un momento que que la chica se harta, que me parece normal, y decide marcharse a su casa. Cuando todo parece estar perdido, Coach la sigue y, fuera del palco, se sincera. Le dice que su comportamiento estaba causado por su nerviosismo y que la gente a la que escribía era su madre. Gracias a este acto, Coach consigue ganarse el corazón de la modelo y se la lleva a casa.

Schmidt y Jess se van juntos al mismo bar que se había ido Winston para ligar. Jess encuentra una buena chica a la que puede atacar y, aunque parezca mentira, Schmidt pasa de ella. Y, como se podía predecir, se va corriendo a por Cece. Al final, la única solución para pararle es atropellarle con un coche.

Al volver de marcha Jess y Schmidt, se encuentran a Cece y Coach besándose apasionadamente. Tras esto, los dos se abrazan (aún sin verlos) y suben para arriba. Creo que todos sabemos para qué.

Winston y Nick encuentran a Ferguson. La mujer que le encontró, llamada Bertie, se enamora locamente de él por su pasión con los animales. Y, como no iba a ser menos, los dos se enrollan. Al final, el único que se queda solo es, posiblemente por el karma, Schmidt.

El mejor personaje de la semana ha sido Nick. Le he visto atento en todo momento. No se ha comportado como un Ted Mosby en ningún momento. ¿Cuántas veces le hemos visto sin negar alguna cosa divertida?

La actriz invitada, Jessica Chaffin, que ha interpretado a Bertie, posible nueva pareja sentimental de Winston, tampoco no lo ha hecho nada mal. Se ha visto una gran profesionalidad y, menos en la parte del beso, sus gestos (algo en lo que yo me fijo mucho) han sido bastante buenos.

La escena que más me ha impresionado ha sido cuando Schmdt y Jess llegan al apartamento y se encuentran a Coach y Cece besándose. Creo que si me pongo en la piel de Schmidt, eso ha sido como un Bazinga!

Conclusión: Aunque parecía que la serie se había quedado estancada en el fracaso a principio de temporada, a mí me vuelve a gustar y, por fin, puedo decir que estoy enganchado a ella.

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