Épicos han sido hasta ahora los finales de Game of Thrones. Y, desde luego, no podría ser menos este increíble fin de temporada con la que la HBO nos ha dejado hasta el año que viene. A muchos se les han quedado las ganas de ver más muerte y destrucción, pero yo creo que con lo que nos dieron en el "Rains of Castemere" tenemos más que de sobra por el momento.
A lo largo del episodio, hemos visto cómo los personajes afrontaban unas condiciones duras y cómo todos con gran entereza los afrontaban. Arya Stark ha demostrado poseer gran valor en este episodio. Tanto es así, que ya ha empezado a convertirse en una asesina, como podemos ver en la escena del grupo que se reía de la masacre de los Stark. Es tal la cantidad de inocencia y humanidad que le han ido quitando con cada mala noticia y con tanto viaje que no duda en preparar un retorcido plan para dar una lección al hombre que se reía de su familia.
Por otro lado, Bran Stark ha decidido por fin por su propia cuenta y riesgo dar encuentro con el cuervo. Y tal es así que cuando se encuentra con Samwell Tarly sigue adelante a pesar de todas las advertencias que le da este acerca de los Caminantes Blancos. Es increíble el valor que ha ido adquiriendo este chico a pesar de su minusvalía. Y quizá sea eso lo que le ha hecho más fuerte, lo que día a día le ha ido haciendo enfrentarse a sí mismo y a la realidad para superarse, hasta descubrir su poder oculto de cambiacuerpos.
Sansa Stark (o mejor dicho, Sansa Lannister dada su nueva condición) adopta al principio del capítulo una actitud mucho más abierta y consecuente. Ha aceptado su condición, y por fin está dispuesta a dejar que entre algo de felicidad en su vida, aunque sea de manos de Tyrion Lannister. Así, al principio la vemos que pone todo lo que está de su mano para estar contenta en su situación. Sin embargo, en cuanto se entera de la tragedia acaecida en los Gemelos toda ella se desmorona. La verdad, todo el dolor y sufrimiento que ha ido sufriendo esta joven son demasiados para una misma persona. Y más si todavía está saliendo de la niñez. Esperemos que esto no la mate interiormente y que sepa superar este dolor, aunque lo veo muy difícil.
Por su cuenta y riesgo, Jon Nieve ha conseguido escapar, pero es sorprendido por Ygritte. Es increíble la intensidad de la mirada que ella le lanza, pues sabe que va a tener que matarlo. Sin embargo lo ama, por lo que no le llega a matar del todo, pero sí que reúne el suficiente valor como para lanzarle algunas flechas. Al final, desmayado del dolor, Jon consigue llegar al muro, donde todos sus compañeros le recogen. Podemos ver cómo Jon por fin se siente en casa y, sin embargo, no está feliz: le falta Ygritte.
Sin salirnos del Muro cabe también destacar la imagen de Samwell Tarly. Es verdad que ha parecido un personaje "de relleno" todo el tiempo, pero si nos fijamos bien caeremos en la cuenta de que ha ido almacenando bastante valor. Tanto es así, que ya no depende tanto de los demás: ha aprendido a actuar por sí mismo. Por fin ha espabilado. Y tal despertar ha sido recompensado: ha vuelto por fin al Muro y desde ahí ha enviado un mensaje a todas partes de Poniente: los Caminantes Blancos se acercan.
Por otra parte, en los Lannister vemos una gran incertidumbre pero también una gran satisfacción.
Por un lado, Joffrey y Tywin tienen unos enfrentamientos cada vez mayores. Y son tales que casi pueden saltar chispas entre ambos. La estupidez de Joffrey es cada vez mayor, mientras que el sentimiento de repudio que siente Tywin hacia su nieto es cada vez más evidente (por no decir que es del todo evidente). Además, una vez más vemos el problema mental de Joffrey cuando expresa su deseo de torturar a Sansa con tal masacre.
En cuanto a Cersei Lannister este episodio nos ha sorprendido con una imagen de ella que, personalmente, me ha gustado mucho: la maternal. Y es que cuando Tyrion le da a entender a Cersei que no sabe cómo hacer para hacer feliz a Sansa, Cersei le sugiere que le dé un niño. Esto es inaudito: la propia Cersei Lannister, que supuestamente sólo vive por y para su familia ha dado un consejo con el corazón en la mano para que Sansa Stark sea feliz. Hasta ella misma se ha dado cuenta de que Sansa no se merece todo el sufrimiento y dolor por el que está pasando. También hemos de recordar que ella fue quien lo comenzó al hacer que mandaran matar a su loba huarga Dama, pero esto expresa mucho de cómo puede llegar a cambiar. Y es que para ella su familia lo ha sido todo. No ha sido feliz, pero ha vivido su vida de un modo más pleno, así que lo que ella ve es que si quieren a Sansa feliz, necesitará de un retoño en su vientre.
Al final también vemos que Jaime Lannister llega por fin a la capital, y que va a ver a su tan querida hermana. Cuando llega frente a ella, vemos cómo la mirada de Cersei se intensifica, llenándose de alivio y dulzura, pero a la par de horror por la mano cortada de Jaime.
A Tyrion Lannister sin embargo parece que no le han relevado mucho en este capítulo, pero vemos una vez más cuánto se preocupa por la felicidad de Sansa, pues al principio del capítulo le hace sonreír, luego se preocupa porque sabe cómo le afectará la noticia de la masacre de los Stark. Además, es capaz de escuchar a su padre una vez más insistiendo en lo del hijo, e incluso de pedir consejo a Cersei con tal de llegar a dicho fin.
Como personajes individuales, tenemos a dos que destacar. En una parte está Lord Bolton. Este hombre está viendo qué ha causado su traición, y vemos en su cara el reflejo del horror y del arrepentimiento: se ha dado cuenta de que ha actuado deshonradamente y no puede más que tener asco hacia sí mismo y hacia Walder Frey. Aunque el asco hacia éste lo disimula. El señor de los Gemelos por su parte es completamente despreciable: sigue imberbe y riéndose de los Stark.
El otro personaje solitario viene de cabeza tras la intervención de Lord Bolton: Theon Greyjoy. El desprecio y maltrato que ha ido recibiendo son tales que ya no es capaz ni de tener dignidad: en cuanto Ramsay le amenaza, se hace llamar Apestoso. Es duro, porque realmente no tiene más opción si no quiere sufrir por el momento. Recordemos que su miembro masculino había sido cortado. Pues Balon Greyjoy lo recibe en su castillo, y bajo promesas de más torturas hacia Theon, recibe la exigencia de la liberación de Invernalia en favor de los Bolton. El desalmado padre de Theon rechaza la oferta: no ve de Theon un hijo; ni siquiera lo considera ya varón por lo contenido en el cofre. Sin embargo, la hermana de Theon presente en la sala contrae una expresión de justicia bastante fuerte, y decide con gran firmeza ir a rescatar a su hermano menor.
En cuanto a Davos, se sigue viendo el desprecio que tiene a Melisandre. Además, está completamente en contra de la idea de sacrificar al bastardo de Robert Baratheon. Y es verdad, puede ser muy injusto: es un inocente. Al final, consigue salirse con la suya y liberarlo por la madrugada. Cuando le acusan por haberlo hecho saca su as de la manga: habían recibido la carta del Muro donde se advertía a todo poniente del peligro que se avecinaba. Esto le permite seguir vivo, pues Melisandre ve en las llamas que le van a seguir necesitando. Sin embargo, toda confianza que podía tener con su rey y amigo Stannis Baratheon se ha visto rota, pues le ha traicionado y no ha dudado en mandarle como castigo a ejecución. Veremos si Davos conseguirá ganarse de nuevo la confianza de Stannis y sacarlo de la locura que le tiene encerrado con la Mujer Roja.
Y por último (y, sin lugar a dudas, la más importante en este último episodio) tenemos a la Madre de Dragones, Daenerys Targaryen. Esta joven, ha conseguido por fin liberar a los esclavos. Sin embargo, cuando la van a presentar como soberana de todos ellos ella se interpone. No pretende ser soberana: pretende que la vean como a una igual. Les deja que ellos tomen libremente su libertad. Esto hace que todos y cada uno de los esclavos liberados empiecen a procramarla como la Mhysa, la "madre" de todos ellos. Así, Daenerys es enaltecida por todos ellos. Esto nos hace ver que Daenerys está consiguiendo verdaderos seguidores, que seguramente morirían por ella si se presentara la ocasión. Una imagen, al fin y al cabo, de una verdadera Reina.
Por otro lado, Bran Stark ha decidido por fin por su propia cuenta y riesgo dar encuentro con el cuervo. Y tal es así que cuando se encuentra con Samwell Tarly sigue adelante a pesar de todas las advertencias que le da este acerca de los Caminantes Blancos. Es increíble el valor que ha ido adquiriendo este chico a pesar de su minusvalía. Y quizá sea eso lo que le ha hecho más fuerte, lo que día a día le ha ido haciendo enfrentarse a sí mismo y a la realidad para superarse, hasta descubrir su poder oculto de cambiacuerpos.
Sansa Stark (o mejor dicho, Sansa Lannister dada su nueva condición) adopta al principio del capítulo una actitud mucho más abierta y consecuente. Ha aceptado su condición, y por fin está dispuesta a dejar que entre algo de felicidad en su vida, aunque sea de manos de Tyrion Lannister. Así, al principio la vemos que pone todo lo que está de su mano para estar contenta en su situación. Sin embargo, en cuanto se entera de la tragedia acaecida en los Gemelos toda ella se desmorona. La verdad, todo el dolor y sufrimiento que ha ido sufriendo esta joven son demasiados para una misma persona. Y más si todavía está saliendo de la niñez. Esperemos que esto no la mate interiormente y que sepa superar este dolor, aunque lo veo muy difícil.
Por su cuenta y riesgo, Jon Nieve ha conseguido escapar, pero es sorprendido por Ygritte. Es increíble la intensidad de la mirada que ella le lanza, pues sabe que va a tener que matarlo. Sin embargo lo ama, por lo que no le llega a matar del todo, pero sí que reúne el suficiente valor como para lanzarle algunas flechas. Al final, desmayado del dolor, Jon consigue llegar al muro, donde todos sus compañeros le recogen. Podemos ver cómo Jon por fin se siente en casa y, sin embargo, no está feliz: le falta Ygritte.
Sin salirnos del Muro cabe también destacar la imagen de Samwell Tarly. Es verdad que ha parecido un personaje "de relleno" todo el tiempo, pero si nos fijamos bien caeremos en la cuenta de que ha ido almacenando bastante valor. Tanto es así, que ya no depende tanto de los demás: ha aprendido a actuar por sí mismo. Por fin ha espabilado. Y tal despertar ha sido recompensado: ha vuelto por fin al Muro y desde ahí ha enviado un mensaje a todas partes de Poniente: los Caminantes Blancos se acercan.
Por otra parte, en los Lannister vemos una gran incertidumbre pero también una gran satisfacción.
Por un lado, Joffrey y Tywin tienen unos enfrentamientos cada vez mayores. Y son tales que casi pueden saltar chispas entre ambos. La estupidez de Joffrey es cada vez mayor, mientras que el sentimiento de repudio que siente Tywin hacia su nieto es cada vez más evidente (por no decir que es del todo evidente). Además, una vez más vemos el problema mental de Joffrey cuando expresa su deseo de torturar a Sansa con tal masacre.
En cuanto a Cersei Lannister este episodio nos ha sorprendido con una imagen de ella que, personalmente, me ha gustado mucho: la maternal. Y es que cuando Tyrion le da a entender a Cersei que no sabe cómo hacer para hacer feliz a Sansa, Cersei le sugiere que le dé un niño. Esto es inaudito: la propia Cersei Lannister, que supuestamente sólo vive por y para su familia ha dado un consejo con el corazón en la mano para que Sansa Stark sea feliz. Hasta ella misma se ha dado cuenta de que Sansa no se merece todo el sufrimiento y dolor por el que está pasando. También hemos de recordar que ella fue quien lo comenzó al hacer que mandaran matar a su loba huarga Dama, pero esto expresa mucho de cómo puede llegar a cambiar. Y es que para ella su familia lo ha sido todo. No ha sido feliz, pero ha vivido su vida de un modo más pleno, así que lo que ella ve es que si quieren a Sansa feliz, necesitará de un retoño en su vientre.
Al final también vemos que Jaime Lannister llega por fin a la capital, y que va a ver a su tan querida hermana. Cuando llega frente a ella, vemos cómo la mirada de Cersei se intensifica, llenándose de alivio y dulzura, pero a la par de horror por la mano cortada de Jaime.
A Tyrion Lannister sin embargo parece que no le han relevado mucho en este capítulo, pero vemos una vez más cuánto se preocupa por la felicidad de Sansa, pues al principio del capítulo le hace sonreír, luego se preocupa porque sabe cómo le afectará la noticia de la masacre de los Stark. Además, es capaz de escuchar a su padre una vez más insistiendo en lo del hijo, e incluso de pedir consejo a Cersei con tal de llegar a dicho fin.
Como personajes individuales, tenemos a dos que destacar. En una parte está Lord Bolton. Este hombre está viendo qué ha causado su traición, y vemos en su cara el reflejo del horror y del arrepentimiento: se ha dado cuenta de que ha actuado deshonradamente y no puede más que tener asco hacia sí mismo y hacia Walder Frey. Aunque el asco hacia éste lo disimula. El señor de los Gemelos por su parte es completamente despreciable: sigue imberbe y riéndose de los Stark.
El otro personaje solitario viene de cabeza tras la intervención de Lord Bolton: Theon Greyjoy. El desprecio y maltrato que ha ido recibiendo son tales que ya no es capaz ni de tener dignidad: en cuanto Ramsay le amenaza, se hace llamar Apestoso. Es duro, porque realmente no tiene más opción si no quiere sufrir por el momento. Recordemos que su miembro masculino había sido cortado. Pues Balon Greyjoy lo recibe en su castillo, y bajo promesas de más torturas hacia Theon, recibe la exigencia de la liberación de Invernalia en favor de los Bolton. El desalmado padre de Theon rechaza la oferta: no ve de Theon un hijo; ni siquiera lo considera ya varón por lo contenido en el cofre. Sin embargo, la hermana de Theon presente en la sala contrae una expresión de justicia bastante fuerte, y decide con gran firmeza ir a rescatar a su hermano menor.
En cuanto a Davos, se sigue viendo el desprecio que tiene a Melisandre. Además, está completamente en contra de la idea de sacrificar al bastardo de Robert Baratheon. Y es verdad, puede ser muy injusto: es un inocente. Al final, consigue salirse con la suya y liberarlo por la madrugada. Cuando le acusan por haberlo hecho saca su as de la manga: habían recibido la carta del Muro donde se advertía a todo poniente del peligro que se avecinaba. Esto le permite seguir vivo, pues Melisandre ve en las llamas que le van a seguir necesitando. Sin embargo, toda confianza que podía tener con su rey y amigo Stannis Baratheon se ha visto rota, pues le ha traicionado y no ha dudado en mandarle como castigo a ejecución. Veremos si Davos conseguirá ganarse de nuevo la confianza de Stannis y sacarlo de la locura que le tiene encerrado con la Mujer Roja.
Y por último (y, sin lugar a dudas, la más importante en este último episodio) tenemos a la Madre de Dragones, Daenerys Targaryen. Esta joven, ha conseguido por fin liberar a los esclavos. Sin embargo, cuando la van a presentar como soberana de todos ellos ella se interpone. No pretende ser soberana: pretende que la vean como a una igual. Les deja que ellos tomen libremente su libertad. Esto hace que todos y cada uno de los esclavos liberados empiecen a procramarla como la Mhysa, la "madre" de todos ellos. Así, Daenerys es enaltecida por todos ellos. Esto nos hace ver que Daenerys está consiguiendo verdaderos seguidores, que seguramente morirían por ella si se presentara la ocasión. Una imagen, al fin y al cabo, de una verdadera Reina.
Juan (@MrRadda)
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Gran, gran capítulo.
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