Tras el gran capítulo de la semana pasada, HBO nos vuelve a sorprender con un capítulo con mucha carga dramática y fuerza. Y nos tiene hasta arriba con la intriga de lo que podrá o no pasar.
Al comienzo, vemos la mano muerta de Jaime Lannister colgando de su cuello. Una imagen bastante metafórica, si nos damos cuenta: muerta está la mano, pero muerto también está Jaime. Muerto en la vida, pues le han quitado lo que era la base de su vida, lo único en lo que se basaba. Es normal, por ello, que haya perdido todas las ganas de vivir y deje que los soldados se burlen de él cual pelele azotado.
La siguiente escena, en Desembarco del Rey, nos muestra a Tyrion Lannister y a Lord Varys. Resulta que Varys tiene algo que podía interesar a Tyrion. Y entonces le cuenta la aterrorizante historia de cómo le habían capado. Al mismo tiempo, le cuenta cómo, a partir de la miseria y lenta pero inexorablemente fue llegando al Consejo Real. En la historia de sus infortunios toma juego un mago, que era el que había conseguido que Varys se quedara sin carné de padre. Mientras cuenta la historia, empieza a quitarle clavos a una caja bastante grande hasta conseguir abrirla. En el interior vemos un hombre demacrado que resulta ser el mago. Así, vemos que quieren usar la magia a su favor.
Más allá del Muro, nos encontramos a la Guardia de la Noche. Bajo el techo de Craster, vemos cómo los miembros de la guardia empiezan a tener roces serios con el liderazgo de la misma, así como con Craster. También vemos cómo Samwell Tarly, aunque con buenas intenciones, mete sus narices en medio del neonato que vio nacer y planea huir con la mujer y el niño para que no puedan herirlo. Es un gesto muy noble de su parte. Sin embargo, se está metiendo en problemas de los que quizá no es consciente: está siendo muy irresponsable de su parte, pues nunca ha cuidado de un niño y menos en el salvaje frío del norte. Ya veremos qué pasa.
Metiéndonos en la cabeza de Bran Stark, nos introduce uno de sus sueños donde, por vez primera, en vez de cazarlo lo va a atrapar. Sin embargo, el sueño se acaba convirtiendo en pesadilla en cuanto aparece su madre en el mismo. Así, vemos que la "visión" de Bran está progresando, pero que todavía le falta algo de tiempo.
Volviendo a Desembarco del Rey, en una inusual reunión entre Lord Varys y Ross, la prostituta jefa del burdel de Lord Baelish. Al principio de la conversación, nos vuelve a surgir el gracioso hecho del escudero de Tyrion, que había conseguido que tres prostitutas profesionales se quedaran tan satisfechas que no le cobraron nada. Sin embargo, no llegamos a saber nada de su estrategia usada (MIERDA) y se queda la incógnita en el aire. Así, vemos cómo Varys extiende su tela de araña y caza algo de información valiosa: Lord Baelish se va a ir al norte con la joven y dulce Sansa Stark.
Sin salirnos de la capital, Joffrey Baratheon y Margaery Tyrell van visitando distintos lugares del castillo. Mientras Joffrey cuenta todas las tragedias que han acaecido por ahí con cierto placer ante el sufrimiento ajeno, Margaery le alienta a que continúe, ganándose así su confianza a pasos agigantados. Mientras tanto, en el fondo de la sala, caminan juntas Cersei Lannister y Olenna Redwyne que van hablando de cosas de madres, y mantienen una conversación bastante interesante acerca de qué grado de libertad hay que dejarle a sus hijos. Mientras tanto, Margaery ha convencido a Joffrey para que salga al exterior a saludar al pueblo, pues ella defiende que lo ama. Aquí vemos cómo Cersei, consciente de que su hijo es odiado por la plebe, intenta prohibirlo con una mirada de preocupación muy grande. Sin embargo, llegan a salir y aquí observamos una escena bastante curiosa: cómo Margaery se había ganado el cariño del pueblo, la aclaman a ella pero, al ver que está junto de Joffrey empiezan a corear enseguida su nombre. El manejo de esta chica sobre Joffrey es impresionante. Sigo sin saber qué pensar de ella, la verdad.
Y ahora vamos con el destrozado Theon Greyjoy. Acompañado por el que está al servicio de su hermana van al encuentro de la misma. Mientras tanto, entablan una conversación en la que Theon le confiesa a su compañero que los pequeños Starks no han sido encontrados, y que los cadáveres quemados no eran sino niños inocentes a los que había dejado morir sin piedad alguna. Entonces llegan al subterráneo de una torre, y el chico abre una celda... Y descubrimos algo escalofriante: lo ha llevado de vuelta a los captores, en la cruz de la tortura. Así llegamos a la conclusión evidente de que sólo habían llevado a cabo este retorcido plan para sonsacar información a Theon. Pero ahora éste ha sufrido la mayor de las torturas: sintiéndose libre ha vuelto al sitio donde le han hecho el mayor dolor que ha experimentado en su vida.
Volviendo con Jaime Lannister y Brienne de Tarth, nos encontramos con que Brienne mira a Jaime con gran atención y bastante pensativa. En un momento de parada para comer están los dos uno en frente del otro, y Jaime no quiere comer, sólo quiere agonizar. Sin embargo, Brienne consigue que pegue un bocado con un discurso bastante elocuente acerca sobre el honor y la venganza. También podemos ver que Brienne se siente agradecida por la intervención que hizo Jaime para evitar que la violaran contando una mentira. Sin embargo, nos quedamos con la duda del motivo por el cual un Lannister se movería por un captor, aunque no sería la primera vez (recordemos que Tyrion, en la primera temporada, defendió con su vida a Catelyn Tully).
En ámbitos de la capital de Poniente, tenemos una escena Lannister entre Cersei y Tywin Lannister. En ella, Cersei, que al principio parece preocuparse por Jaime, le pregunta a su padre acerca del motivo por el cual a ella nunca le lega ningún tipo de poder real. Duro como un león, Tywin le responde a su hija que no es porque no la quiera, sino porque no la ve capaz: si no ha sido capaz de controlar a Joffrey, ¿cómo va a controlar algo más grande? Sin embargo, Cersei consigue convencerlo de que intervenga en la educación de Joffrey.
En los jardines de la gran ciudad, Olenna Redwyne se muere del asco, pero la va a visitar Lord Varys para informarle que ha descubierto la treta de Lord Baelish al quererse llevar a Sansa Stark al norte. Pronto se dan cuenta de que, si Petyr se casara con Sansa, sería la siguiente en la línea del Reino en el Norte en caso de que muriera su hermano mayor. Por ello, Varys trata de que Olenna advierta a la niña antes de que sea demasiado tarde.
Por otro lado, Margaery y Sansa empiezan a charlar, y Margaery empieza a llenar la cabeza de Sansa de deseos de paz y tranquilidad en su ciudad de origen, casada con Loras Tyrell al que le profesa gran admiración. Aquí vemos una vez más el poder de influencia que tiene Margaery. Yo pienso que es excesivamente buena o que tiene algún retorcidísimo plan en mente. Sin embargo, no se puede tratar de especular nada.
Y aquí tenemos la escena más impactante del capítulo más allá del Muro. Algunos de los miembros de la Guardia de la Noche deciden que no aguantan más dentro de esta y, ni mucho menos, la presencia de Craster. Así, en un acto de rebelión, le provocan, y cuando el Lord Comandante va a detenerlo ¡lo apuñalan por la espalda! Es un acto cobarde y bastante injusto para alguien tan noble. A Craster lo matan inmediatamente, y se produce una batalla entre unos miembros y otros hombres de Craster. En medio de todo este caos y confusión, Samwell Tarly decide aprovechar la oportunidad y escapar con la mujer y el recién nacido. Así, a la aventura. Veremos lo que pasa, pero sinceramente lo veo muy difícil para ellos.
Con Arya Stark, descubrimos la cueva en la que reside la Hermandad. Ahí al Perro le quitan la capucha para permitirle la visión. El Perro empieza a hablar, y habla sobre lo injusto que es el trato hacia ya que él no ha hecho nada. Sin embargo, Arya habla de una injusticia que hizo y de la que parece no acordarse: mató a su amigo (como vimos en la primera temporada, es el que peleaba con ella con palos de madera hasta que Joffrey los detuvo). En un intento de hacer justicia, Arya lo acusa pero, ante la falta de hechos se decide una justicia por duelo. A todo esto, Beric Dondarrion, líder de la Hermandad, ha hecho su aparición y ha oído lo que ha dicho la loba Stark. Así, decide ponerse de su parte y ejecutar él el juicio por espada enfrentándose al mismísimo Sandor Clegane.
Y, como última escena, tenemos la más impresionante del capítulo. De manos de Daenerys Targayen. En esta escena, el poseedor de los mercenarios Inmaculados le da el poder sobre ellos mientras que ella le entrega al más grande de sus dragones. Ahora tenemos lo mejor. Asegurándose que tiene el poder, Daenerys da orden a los mercenarios de matar a todos los que los han reprimido hasta entonces y que todavía lo hacen, dejando vivos a los inocentes. Además, hace uso del idioma Valyrio, del que el poseedor de los mercenarios no era consciente y que se sorprende mucho al oírlo de sus labios. Aquí, Danerys recupera el poder sobre su dragón haciendo que éste envuelva en llamas a su nuevo "dueño". Así, después de tal muestra de poder, Daenerys libera a los Inmaculados, y les pregunta sobre su lealtad hacia ella siendo ellos libres. En un crescendo sorprendente, cada lanza de cada soldado empieza a golpear la tierra en un modo de definir su lealtad. Así, Daenerys ha conseguido que el ejército de mercenarios probablemente más poderoso que haya pase a su poder como ejército libre. Tal muestra de poder hace que nos replanteemos seriamente los bandos a los que pertenecemos.
Después de semejante capítulo sólo puedo decir que espero con ansias el siguiente. Hay tantas puertas abiertas...
Juan (@MrRadda)
Muy buen review, pero una cosa: los mercenarios son Inmaculados, no Iluminados xD Y la Montaña es Gregor Clegane, no Sandor.
ResponderEliminarOps, ahora mismo lo corrijo... Son deslices que pasan al escribir durante mucho tiempo. Gracias por la observación xD. Me alegra que te haya gustado.
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