Una semana más, gracias a The Resident, nos sumergimos en el
sistema hospitalario estadounidense para conocerlo un poco más a fondo y sacar
a relucir la corrupción y la avaricia que campan por sus anchas. Si queréis saber
mis impresiones sobre el episodio, no dudéis en seguir leyendo.
La próxima vez Wilmot se queda sin mano |
Después del anterior episodio,
donde tuvimos una gran ración de quirófanos, esta vez nos hemos mantenido fuera de ellos y la serie nos ha llevado
por el lado más humano de la medicina de la mano de Conrad. Nigel es un bailarín de ballet que lleva muchos años con un dolor crónico en
el estómago pero que, tras una larga lista de pruebas, los doctores no han dado con la causa. En un primer momento, como
dice él mismo, parece que tiene síntomas de malnutrición y eso podría llevar a
pensar que sufre algún trastorno alimenticio, pero no es el caso. Nigel está
desesperado, como lo estaría cualquier de nosotros, así que Conrad le dice que le dé veinticuatro horas
para averiguar qué le ocurre, cosa a la que el paciente accede, pero se niega a que le pinchen y le hagan más
pruebas porque no puede más. Durante el proceso de investigación, los jefes de varios departamentos aparecen
en la habitación de Nigel y parece que se están rifando el diagnóstico,
algo que me parece alucinante –¡¿QUÉ COJONES, EN SERIO?!– y totalmente
despreciable. Tengo la sensación de que, cuanto más arriba estás en la escalera
de poder, menos escrúpulos tienes y más oportunista e hipócrita eres. ¿Os
imagináis que estáis sufriendo y os viene un grupo de médicos, que
supuestamente tienen que ser serios, y tu habitación se convierte en una lonja,
donde tú eres el pescado que se pelean por conseguir? Yo no sé si esto tiene un
ápice de realidad –no digo ni que sea real directamente, sino que lo sea un
poco–, pero si lo tiene, se me caería la puta cara de vergüenza. El Dr. Wilmot –que no sabemos si estará
durante más episodios– es el responsable
de Conrad, su jefe directo, y son ellos dos los encargados de generar los
momentos de mayor tensión del episodio. Aunque
el Dr. Wilmot tenga parte de razón al decir que Conrad sólo ve su manera como
forma de hacer las cosas, realmente Hawkins
se lleva la “victoria” en esta primera contienda: no va a hacerle más
pruebas cuando no tiene los resultados de las anteriores; cuando los tenga
contemplará qué nuevas pruebas realizarle. Wilmot
da la sensación de muchos de los jefazos y jefecillos que hay por el Chastain:
a mí me importan tres narices las pacientes, yo vengo aquí a mandar pruebas y a
cobrar como un señor. Por eso la labor de Conrad en este episodio me ha
gustado mucho. Tras las convulsiones que sufre Nigel por una medida que ha
implantado el Dr. Wilmot, Conrad se le
enfrenta con un enfado más que comprensible, diciéndole en la cara que, como los apéndices en el cuerpo humano,
algunos doctores no sirven para nada y que la nueva prueba que quiere hacerle
al paciente es algo que este mismo no quiere, que le escuche. Y eso es
precisamente lo que Hawkins hace con su paciente. Se lo lleva para sacarlo de
la vista de Wilmot –sí, un método drástico y con el que no estoy de acuerdo,
pero parece ser la única manera de que un paciente se rebele–, y le pide que le cuente su historial médico.
No es hasta una historia que, aparentemente, puede resultar completamente
inocente, cuando Conrad da con ello, síndrome
del ligamento arcuato medio, algo de lo que no había oído hablar en mi
vida, o al menos que yo recuerde. Con
una prueba específica, Nigel por fin puede encontrarse sin dolor en más de una década,
y creo que no hay mejor recompensa que ver a un paciente totalmente agradecido
y aliviado ante tal hecho. A pesar del final feliz, la guerra entre el Dr. Wilmot y el Dr. Hawkins todavía no ha acabado.
Cuando el primero se lo encuentra, no duda en decirle que esta actitud le va a
llevar a acabar con un paciente y que, cuando eso pase, habrá una larga lista
de personas esperando a joderle la carrera. Sin embargo, Conrad no se achanta y arremete duramente al amenazarle con pegarle si
no le suelta del brazo. Últimamente, Conrad tiene que verse las caras con
un montón de gente y no le va a dar la vida para tanto.
¿Anhelando algo, caballeros? |
En el terreno personal, este episodio también lo ha tenido bastante
movidito. Si la semana pasada ya vimos que su padre estaba en la ciudad, en
esta le ha tocado “desayunar” con él. Si sabíamos que Conrad odiaba a su padre,
ahora conocemos que llevan sin hablarse
una década y que él se fía bastante poco de su progenitor. Parece que Marshall quiere una nueva oportunidad con
su hijo, pero lo conoce bastante poco, y diría que aparecer sin avisar no
es buena idea si realmente quieres ganarte su cariño y confianza. De todas
formas, Conrad no quiere ni a su padre ni
a su dinero en su vida, sobre todo un dinero que viene de la avaricia y de
aprovecharse de las desventuras de los pacientes. Con lo último que le dice
el hijo al padre en ese momento, creo que se entiende mucho mejor la guerra de
Conrad contra la corrupción del hospital: está
luchando contra los métodos de su propio padre, contra él una y otra vez.
Sin embargo, no se puede negar que la
oferta de Marshall es bastante jugosa, un caramelo muy atractivo. Quiere abrir un pequeño hospital privado y
quiere que, tras terminar este año como residente, Conrad lo dirija, que
instruya a los doctores como ya lo está haciendo, pero desde una mejor posición
y sin el lío de la burocracia entremedias. Personalmente, no veo a Conrad
dirigiendo un hospital. No por falta de experiencia o porque no se lo merezca,
sino porque le veo en la batalla del día a día luchando por sus pacientes. La
respuesta más acorde, según lo que conocemos de Conrad, sería una negativa,
pero nos puede sorprender, a mí la primera. Por otra parte, antes de
encontrarse con su padre, vio cómo Nic y
Jude se iban juntos en el coche de éste. Pues bien, Conrad los ha vuelto a pillar, esta vez hablando en un plan más de
amigos que de colegas de hospital. Esto ha saltado las alarmas de Hawkins y
ha hecho que esté enfadado con Jude y con todo el mundo –hasta Hunter se ha
dado cuenta–. Es ya al final del episodio cuando tenemos un poco más de
información sobre el tema. Al decirle él a Nic que ese hombre era su padre, ella le pide que se abra, que hable, pero
Hawkins no quiere –y como ya dije, no se puede forzar a nadie a ello–. Sin
embargo, sí que se abre con otro tema, el que les compete a ambos, y parece que Conrad está a punto de tomar una
decisión: dejar de luchar por Nic después de que esta le dijese varias veces
que lo suyo había terminado por completo. Parecía que le hacía falta algo
así en todas las narices para plantearse seriamente pasar página. En resumidas
cuentas, AQUÍ VA A HABER DRAMA. ¿De verdad me creo que entre estos no va a
pasar nada? NO. En algún momento, alguien se va a dar cuenta de que echa de
menos al otro y tendremos jolgorio. Al menos es lo que me imagino.
Al menos Devon no está tan ciego como Conrad |
Siguiendo con Nic, la Dra. Hunter la relevó del cargo
de sus pacientes, por lo que Nevin no tiene forma de echarle un ojo a Lily,
hasta que ve que Devon está asistiéndola.
Nic le cuenta al Dr. Pravesh sus sospechas de que Hunter está estafando a la aseguradora
al tratar de más a sus pacientes. Aquí me surge una duda: las técnicas de
Lane son, en muchas ocasiones, experimentales, y los seguros son muy reacios a
aceptar estos tratamientos. Entonces, me pregunto: ¿está estafando a las
aseguradoras o también lo está haciendo con los pacientes en cierta forma
cuando las aseguradoras no acceden a los tratamientos? Es decir, sí, les puede
ayudar a superar el cáncer, pero, a su vez, está matando sus cuentas
corrientes. Además, hablamos de una clínica privada, que cuesta todo mucho más
dinero. Devon, a partir de este momento,
va a estar más cauteloso con lo que pase con Lily, teniendo en cuenta que
las dosis son mucho más altas que en cualquier programa que ya utiliza una
mayor cantidad de dosis de por sí. Por eso, cuando ve que la propia paciente empieza a tener dudas sobre el trasplante de médula
ósea, Devon es el primero que decide
pedir un análisis completo de sangre de Lily. Los resultados son
demoledores, sus riñones están empezando
a fallar y nadie se había dado cuenta de ello. Al saber esto, la Dra. Hunter se hace la loca y empieza a
hacerle un poco la pelota a Pravesh. En un primero momento pensé que se lo
iba a creer, pero la segunda conversación que tiene con Nic revela que no y que
tienen que hacer algo con Hunter porque, si hubiese seguido hacia adelante el
trasplante, Lily tenía todas las papeletas para morir.
♥ I FEEL BLESSED ♥ |
Este sexto episodio empezó con Mina, a quien la estaban intentando robar. Ella, sin dudar, ha decido ir a defenderse y ha llevado al
ladrón al hospital para que le traten. Como ya se podía intuir, el chaval
estaba colocado y ganador, algo que parece ser lo normal. Mina me encanta,
aunque de vez en cuando tenga alguna cosa que haga al personaje patinar un poco
–como aquella carrera de pacientes para conseguir el alta–. Pero me fascina
que, si ella se hace una herida, se la cose ella sola; que la atracan, se
defiende sin pensárselo dos veces; que le tocan las narices más de la cuenta,
no le tiembla el pulso para mandarlos a la mierda. Ay, hay que quererla. Gracias a ella y a Nic, han convencido a
los padres del chico de que le den una nueva oportunidad y que realmente se
aseguren de que se rehabilita. Debido a este momento, hemos conocido una
cosa nueva: la hermana de Nic era
alcohólica y ahora lleva un año sobria. Durante el episodio hemos podido
ver que Mina llegaba tarde a algo. Su
gran secreto es que se dedica a tratar a sus vecinos del bloque de pisos en su
apartamento y que tiene un arsenal de medicinas para fliparlo –cosa que ha
hecho Nic y que me ha representado bastante (“Estás llena de sorpresas”, y ni
que lo digas)–. Nic, que es como la
madre de todos, por así decirlo, le ha
dicho que tenga mucho cuidado, dado que podría perder su licencia y su visa, y
que deje de hacerlo, pero Mina ya sabe lo primero y no tiene intención de lo
segundo. La historia del tío de la Dra. Okafor trae otro tema a la
palestra, la clausura de clínicas
locales de los grandes hospitales porque no obtienen grandes beneficios. Esto
deja a mucha gente que no tiene recursos sin tratamientos médicos. Creo que lo mejor de esta escena es ver la
interacción entre estas dos mujeres, la sorpresa de Nic y esa risa honesta de
Mina por la que, personalmente, me siento bendecida. Mina Okafor puede
verse como una mujer ruda, parca en palabras y distante con la gente pero, en
el fondo, tiene un gran sentimiento de la justicia, quiere lo mejor para sus
pacientes y es consciente de que su fuerte no son las personas, pero si puede
ayudarlas mediante su técnica y su profesionalidad, no va a dudar en hacerlo.
"Le voy a hacer una oferta que no podrá rechazar" |
Por último, el Dr. Bell se ha dedicado más a la burocracia más que a otra cosa –y
mejor. Gracias al cielo–. Claire Thorpe,
la directora del hospital, le pide que
intente captar –como si esto fuese una secta– al Dr. Edmund Carver, un reputado cirujano que le podría venir muy
bien a Bell en su equipo, según ELLA. A él no le hace anda de gracia porque,
claro, como su equipo es una pequeña mafia que lo que hace es cubrirle las
catástrofes que crea en el quirófano, meter a otro jugador es muy arriesgado.
Sin embargo, para no levantar sospechas
delante de Claire, le sigue el juego y queda con Carver –menuda sorpresa al
ver a El Griego de The Wire por aquí
convertido en doctor–. Parece que en un
primer momento a Bell le cae bien, pero se tuerce cuando le pregunta por su
tasa de errores quirúrgicos y complicaciones, lo cual trae de cabeza a
Conrad y cía. Lo que quiere Carver es
completa transparencia sobre esos números, hacer un seguimiento de los mismos y
terminar con las mafias que se dan en los quirófanos. Francamente, aquí el
amigo Edmund me cae bien, tiene un objetivo que me parece estupendo, más
dirigido al beneficio del paciente que al suyo propio, lo cual es de agradecer –es
como un soplo de aire fresco, sobre todo si viene por parte de doctores
consagrados–. Sin embargo, Carver no va
a terminar en el Chastain. Aparte de que es un señor al que habría que
pagarle mucha pasta, eso de la transparencia, hacer públicos esos números que
tanto persigue, los pleitos que tiene el hospital y simplemente la forma del
Dr. Bell de vender todo el asunto, se nota que Carver no va a pisar más el
hospital.
En general, el episodio me ha
gustado muchísimo. Los 43 minutos se me quedan, como cada semana, muy cortos y,
con tanta información interesante, más todavía. Me pregunto cómo será el trato
hacia Conrad ahora que tanto Claire como Randolph saben que es hijo de Marshall
–me encanta que, en un primer momento, se queden alucinando–. Por cierto,
menuda cagada del padre, así de claro. Tu hijo no quiere que se le vea contigo,
ni que tampoco se le relacione, y va él y suelta la bomba. La madre que lo
parió. Por otro lado, parece ser que lo de Mina con los vestidos es un hobby y, mirad, me encanta. Es una forma
de crear algo de la nada –con un resultado fantástico– y le sirve como práctica
para coser y mejorar su técnica, aunque el soporte en el que lo hace no tiene
nada que ver con el que luego se encuentra en su trabajo. La verdad es que
tengo mucha curiosidad por ver por dónde va a seguir la serie, cómo la visita
de su padre va a resonar en Conrad y cómo va a actuar a partir de ahora que
parece que ya no va a intentarlo más con Nic. También tengo ganas de cómo el
Dr. Bell y la Dra. Hunter van a intentar seguir saliéndose con la suya cuando
cada vez cometen más errores y no todo se puede exculpar con “ha sido un
accidente”.
Por mi parte nada más excepto
animaros a que dejéis vuestros pensamientos, sentimientos o cualquier cosa que
se os haya pasado por la cabeza al ver el episodio. ¿También tenéis curiosidad
por saber por dónde van a ir los tiros? Los comentarios son todos vuestros.
¡Hasta la semana que viene!
P.D: Si no había tenido suficiente con el trato condescendiente de
la Dra. Hunter a Nic en el anterior episodio, lo han vuelto a hacer con Wilmot
y esa palmadita en el hombro a Conrad. Me rechinan los dientes y todo.
P.D.D: Entre lo de Mina pidiéndole perdón a Nic por juzgarla y ese “Eso
significa que puedo convertirme en “mejor amiga” con Conrad, ¿no?” me ha
matado. Le estoy cogiendo mucho cariño a este personaje. Me mola.
P.D.D.D: Irving mostrándose como todo un admirador de Carver ha
sido muy gracioso. Al igual que el momento en el que Bell le dice a Conrad que
no la líe, éste le responde que la bronca no es con él, sino con Wilmot, y va al
otro y le vuelve a soltar lo mismo.
Irene Galindo (@MissSkarsgard)
Acabo de descubrir que comentais esta serie y estoy living. Yo necesito que Conrad y Nic se coman la boca de una vez, se empotren y empiezen todo el drama de "esto ha sido un error" y "no va a volver a pasar". Por favor Conrad, ayuda a Nic con la despreciable de la Dr Hunter que cada dia me cae peor.
ResponderEliminar¿Soy la única que ve a Lily totalmente muerta? Creo que es carne de cañón claramente.
¡Muchas gracias por tu comentario, lolalaralaralola!
EliminarSí, todas las semanas que hay episodio nuevo, ¡hay nueva review! Así que te invito desde ya mismo a que, si quieres, te unas a la sección de comentarios para compartir conmigo y con el resto de lectores tus impresiones.
Te entiendo porque yo también empiezo a querer eso. Aunque no sé lo que nos tendrán preparado sobre Conrad y Nic como pareja/lío/lo que se tercie. Sobre Conrad ayudando a Nic con la Dra. Hunter, creo que por ahora va a ser que no, a no ser que pase algo gordo, Conrad la deje de tener en un pedestal y entonces pase a la acción. Y aquí te respondo a tu pregunta: creo que la muerte de Lily, alguien muy querido en el Chastain, sería la razón perfecta (aunque suene mal porque es la muerte de alguien) para que Conrad no ve a Hunter como esa profesional perfecta y empiece a sospechar también.
Un saludo.
¡Hola Irene! Va tomando forma la serie y cada semana empatizo más con los personajes, así que va ganando puntos :)
ResponderEliminarToda la historia de Nigel me ha dado mucha pena, tiene que ser una frustración enorme sentir ese tipo de dolor sin saber la causa y que eso afecte a todos los ámbitos de tu vida, por eso me ha dado tantísimo asco la lonja (como tu la has llamado xD) que se ha formado para rifarse el diagnóstico de su enfermedad. Me ha gustado la forma en la que lo ha resuelto Conrad, intentando conocerle sin pasar nada por alto.
Eso sí, para mí lo mejor de este capítulo ha sido la trama Nic-Mina, adoro a estas dos mujeres tan diferentes y quiero ver más de cómo profundizan en esa amistad. Además Mina ha estado muy *Wakanda Forever* peleando con el chico que intentó atracarla.
Parece que ya nos adentramos por completo en las razones de la ruptura entre Nic y Conrad y me gusta ir sabiendo más de sus vidas (los años que lleva Conrad sin hablarse con su padre, la situación de la hermana de Nic, etc.) porque hacen que conozcamos más a los personajes y que nos preocupemos por ellos.
Un abrazo :D
P.D. Reitero mi asco a la Dra. Hunter, y también creo que la muerte de Lily puede ser lo que dispare la resolución del final de temporada.
P.D.D. Yo también le voy cogiendo cada vez más cariño a Mina, tiene sus puntazos como ese "convertirse en la mejor amiga de Conrad" jajaja.
¡Muchas gracias por tu comentario, Bellatrix!
EliminarMe alegra mucho leer que vas empatizando con los personajes. Como tú bien dices, que vayamos sabiendo más detalles ayuda mucho a ello.
Te entiendo a la perfección con Nigel. La verdad es que debe de ser una desesperación total sentir tanto dolor durante gran parte de tu vida y que nadie sepa de dónde viene. La resolución por parte de Conrad me parece maravillosa. Algo que se está perdiendo en el Chastain es el trato con el paciente. Escucharle es clave y es algo en lo que están haciendo mella, cosa que me gusta de veras.
El tándem Nic-Mina me parece estupendo. Llevábamos seis episodios sin verlas interactuar realmente y por fin ha ocurrido. Simplemente había que dejarles tiempo y que hubiese una causa común. Me ha gustado mucho y espero que vaya a más. Hombre, "Wakanda forever" total. Se nota que formó parte de la Dora Milaje xD
Lo que comentas, te diría que tiene respuesta: Conrad y su padre, Marshall, llevan 10 años sin hablarse, y la hermana de Nic lleva sobria un año. Ahora me gustaría ver a la hermana visitando el Chastain, a ver cómo es su interacción con Nic. También me gustaría que profundizaran en la relación de Conrad y su padre, llevarnos de la mano en un paseo por el pasado, a ver cómo fue todo aquello. Y estoy esperando a ver cómo fue el despliegue de Conrad en Afganistán. Mencionan que estuvo pero no cómo se dio y cómo le ha afectado. Hay cosas muy interesantes por saber todavía, igual que con otros personajes, como Mina.
Otro abrazo para ti :)
P.D: Está haciendo unas cosas que ya se nota demasiado que los pacientes le importan cero. No sé si dejarán esa posible resolución de Lily para el final de temporada, pero lo veo.
P.D.D: Creo que puedo decir que es mi personaje favorito. Cada vez me gusta más y tiene algunos comentarios y gestos que me ganan.