Shondaland, ese mamarrachamente complejo universo que nuestro nuevo compañero David analizaba hace solo unos días, puede presumir de no dejar a nadie indiferente. Puedes aborrecerlas o adorarlas, pero lo cierto es que las series marca Shonda Rhimes se han hecho famosas por tener un estilo muy característico: sus tramas avanzan muy rápido y están repletas de emociones, humor, (muchas) muertes, una refrescante y aplaudidísima diversidad sexual y racial... y amoríos, por supuesto. How to get away with Murder, creada por Pete Nowalk (discípulo de Shonda de Grey's Anatomy), no es menos. Pero tengo que decir que lo de esta tercera temporada, compañeros y compañeras... roza ya lo esperpéntico.
¡Spoilers hasta el octavo episodio!
Me lo paso muy bien con How to get away with Murder. No es una de mis series favoritas, pero me resulta muy divertida, emotiva y mucho más inteligente de lo que podría parecer a simple vista; cuenta, además, con el grandioso personaje de Annalise Keating, que por sí sola bastaría para justificar la existencia de toda la serie. Una serie que, por otra parte, articula cada una de sus temporadas en torno a un gran misterio sobre el que nos van dando "migajitas" cada episodio. Las tramas, como en toda buena serie Shondaland que se precie, se queman a la velocidad de la luz. Siempre están pasando cosas, los personajes evolucionan constantemente... así como las relaciones.
Mencionaba antes la palabra "esperpéntico". Y creo que es la palabra que más se ajusta para definir lo que está pasando con las relaciones esta tercera temporada. Ellas, como las tramas en sí, están en constante cambio. Y en esta nueva temporada, con tal de seguir creciendo y enredando el panorama amoroso, How to get away with Murder ha tomado decisiones muy forzadas que, a mi modo de ver, no le han sentado nada bien a la dinámica de la serie. Y tengo que empezar hablando de LO de Oliver y Connor.
Nunca fui muy fan de Oliver. De hecho, me daba bastante igual como personaje, pero sí me gustó mucho la forma en que hizo crecer a Connor: gracias a Ollie, Connor ha madurado y ha aprendido a ser un mejor hombre y un buen novio. Todo bonito, ¿no? Bueno, lo era hasta ahora. Porque en Shondaland ya sabemos que una misma pareja no puede ser demasiado estable, porque eso resultaría"aburrido" -no saben mantener el interés con parejas unidas a la largo plazo, es evidente-, y por tanto tienen que meter rupturas y dramones. Esto en principio no me parece mal (ya sé qué tipo de series estamos viendo), pero la historia de Connor y Oliver ha sido tan repelente y torpe que tengo que quejarme, porque si no reviento.
¿Qué necesidad había de convertir a Oliver en un capullo? NINGUNA. La temporada empieza con esa confesión de Oliver diciendo que necesita "seguir su propio camino" y que "ha cambiado". O sea, que sigue amando a Connor, pero que le deja (?). Y yo no me podía creer lo ridículo y precipitado de su lógica. Que vale, sí, ya sé que estoy viendo How to get away with Murder y a veces hay que darle "concesiones" intelectuales, pero todo en la vida tiene un límite. Total, que el crío se inserta en el trabajo de Connor y empieza a ligar con otros chicos (?), molestándose a su vez si Connor, a quien ha dejado, liga también con otros (?). Y cuando el latino sexy (qué bueno estaba, madre del amor hermoso) pasa de él, Oliver, con TODA su cara dura, acude de nuevo a Connor (?) y se acuesta con él (??!!).
El consejo amoroso de hoy: no habléis sobre Annalise a vuestra pareja en la ducha.
Estoy muy frío, de verdad. Frío como el culo de un pingüino, que diría nuestro amigo uruguayo El Bananero. Toda esta tontería ha sido innecesaria. Han metido con calzador un drama idiota para ellos toda la temporada. Porque Oliver al final del día solo es un hombre egoísta y caprichoso con una vida aburrida que es muy consciente, quizá por su enfermedad, de que algún día morirá: por ello quiere vivir emociones fuertes y exprimir su vida al máximo. Para conseguir ese propósito, busca insertarse en el mundo de excitantes peligros y aventuras de Connor... ese mismo mundo que Connor tanto aborrece. Y cuando Oliver juega con Connor y vuelve a metérselo en el bolsillo en el octavo episodio, lo único que puede hacer es preguntarle todo el tiempo por Annalise. Porque ansía penetrar en el grupo de Connor... más que penetrar a Connor en sí mismo (guiño, guiño). Y esto me ha dado tanto asco y tanta pereza que me he quedado muerto, enterrado y comido por los gusanos.
Y de Wes y Laurel mejor ni hablemos. No pude evitar reírme cuando Wes le dijo a Laurel que se fijó en ella desde el primer día en clase. Esto es FALSO. No inventéis cosas tan descaradas, guionistas listillos, que se nota que esta relación os la habéis sacado de la manga. Laurel y Wes tuvieron desde el principio -eso sí es verdad-, cierto compañerismo. Buena relación. Cosa normal, por otra parte, porque ellos siempre han sido los más "buenecitos" y los menos repugnantes del grupo. Pero Wes pasaba de ella TOTALMENTE. Nunca vimos atracción mutua, y esto es porque tienen menos química que dos mocos resecos. Y lo de Bonnie y Frank... pues también me deja algo frío. No es esa la relación de Bonnie y Frank que nos vendieron las primeras temporadas. Y es por todos estos giros mierder de amistades discretas hacia el romance por lo que no puedo evitar pensar -llamadme malpensado-, que ya no saben muy bien qué hacer y van juntando y separando de manera aleatoria a todos los personajes sin ton ni son, dando tumbos narrativamente.
Me aburrooooooooooooo.
Annalise e Eve, por otra parte, tienen TODA la química, pero como Eve se ha ido, mi corazón de fanboy sufre. Frank y Laurel también tienen chispas entre ellos, pero su relación es demasiado perturbadora (Frank está en nuestra lista de personajes pornosos seriéfilos, sí, pero no deja de ser el asesino de una chica embarazada). Por tanto, la única pareja que me está dando la vida esta temporada es, sorprendentemente, la que forman Michaela y Asher. Son algo muy loco, pero también bonito. Encajan. Vaya, que me los creo.
Michaela Pratt, diosa del universo.
Aun así, no estoy del todo contento con algunas cosas en How to get away with Murder. Esta temporada me está gustando mucho más que la segunda -todo hay que decirlo-, pero el hecho de que sea una serie llena de locuras y que avanza en sus historias de forma frenética no debería convertirla en un "todo vale". Locuras y mamarracheo sí, todos los del mundo: pero bien escritos.
Porque no me extraña que How to get away with Murder, aun molando todo lo que mola, nunca haya podido igualar las buenísimas audiencias de sus comienzos. No todo el mundo disfruta tramas que son, en ocasiones, tan absurdas, inconsistentes y metidas con calzador. Así que Shonda, por favor, no nos desvaríes tanto, controla un poco el cotarro... que se te va de las manos.
Porque no me extraña que How to get away with Murder, aun molando todo lo que mola, nunca haya podido igualar las buenísimas audiencias de sus comienzos. No todo el mundo disfruta tramas que son, en ocasiones, tan absurdas, inconsistentes y metidas con calzador. Así que Shonda, por favor, no nos desvaríes tanto, controla un poco el cotarro... que se te va de las manos.
Isidro López (@Drolope)
No estoy de acuerdo con que Eve y Annalise peguen juntas, pero bueno. Estoy completamente de acuerdo en lo de Wes y Laurel. Lo de Bonnie y Frank me parece muy bien hilado y tal, quizá hayan exagerado sus sentimientos porque, como te comenté y comentas tú, no saben qué hacer con ellos y los han liado a todos con todos, pero me encajan las piezas. También Michaela y Asher pegan juntos, pero que conste que esa pareja ha nacido de la misma manera que las otras. Resulta aburrido que les traigan novios nuevos, y ya hay muchos personajes, así que hay que tirar de los de casa.
ResponderEliminarPero vuelvo a repetir por enésima vez que lo de Connor y Oliver me parece totalmente creíble. O sea, Oliver era bueno y ahora ya no, de acuerdo, qué necesidad había de hacerle malo, de acuerdo, pero es creíble. Me da la sensación de que habéis vivido muy poco jajaja como si fuera yo el maestro supremo de las relaciones. La gente no actúa con coherencia en la vida, no sé por qué ha de hacerlo en la series.
Le están dando más bombo a los líos de pareja que a otra cosa, ya veo que no me estoy perdiendo nada. Hice bien en abandonar la serie al terminar la segunda temporada.
ResponderEliminarSaludos ;)
Lo de Connor y Oliver se ha ido al garete pero seguiremos teniendo escenas porno que es lo que vende. Laurel y Wes son tan aburridos que dejo de mirar esperando que salga Bonnie o cualquier otro, son un coñazo los pobres. Iba siendo hora que Laurel se alejase de Frank porque se espera que la líe pero bien en casa de Annalise o eso pienso yo y los guionistas le pegan otra vuelta. La relación de Asher y Michaela es la más consistente, han cambiado mucho esos dos me ha gustado cómo ella se mostraba más reacia a decir lo que sentía aunque al principio no daba nada por ellos pensando que era un calentón y luego na. Esperemos que terminen bien que son muy majos.
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