Comienza la cuenta atrás para
despedir a Banshee, una de las series
más longevas de Cinemax y que ocupa un lugar en mi corazón que se ha ganado con
el tiempo. Ya vamos viendo que la cosa se está animando y que esperemos que
traiga bastante acción. Si quieres saber lo que ha pasado, no dudes en seguir
leyendo.
*SPOILERS*
Lucas, yo te dejo mi casa pero tenemos que dormir juntos :S |
Como ya vimos en el episodio
anterior, Lucas había aceptado
finalmente que Veronica Dawson, la agente de FBI al cargo de los asesinatos
de las jóvenes del pueblo, le llevase
hasta su casa. Como buena agente, quiere
ganarse la confianza de Hood invitándole a un trago y, sinceramente, se
nota que quiere algo más. Qué queréis que os diga, no me gusta un pelo, no me
fío de ella y, al mismo tiempo, aunque meta unas leches como panes, me da
bastante igual. Se podría morir y a mí me dejaría fría como el hielo. Lucas, de vuelta a casa, se encuentra con
una gran sorpresa: Proctor la ha prendido fuego. Traicionado por Hood al
romper su promesa de que se mantendría lejos de Rebecca, el nuevo alcalde
decide tomarse su venganza y le deja sin hogar, no sin antes decirle que sabía
perfectamente que se encontraba residiendo allí pero que, al pensar que estaría
protegiendo a su sobrina de sí mismo – o de su pene, no nos engañemos –, se lo
había permitido. Por otra parte, Hood,
que se toma la investigación del asesinato de Rebecca como algo personal, decide seguir su propio camino y habla con
el único testigo que tienen, un crío que ha visto al tipo de los cuernos.
Es adorable ver a Lucas en plan tan paternal. Me dan ganas de cogerle de los
carrillos y besárselos. El crío, que no tiene casi ni idea de inglés pero como
el dibujo es un lenguaje universal, al final da con la clave para que el
exsheriff pueda avanzar. Ahí es cuando
Dawson y Hood se vuelven a tropezar en un club donde la verdadera “diversión”
está en la trastienda con juegos de sadomasoquismo e implantes bajo la
piel, como nuestro “amigo” el cornudo. Sigo
notando ese ambiente de que estos dos van a terminar acostándose juntos y, lo
siento, pero no. Me parecería enredar las cosas de una manera totalmente
innecesaria y Dawson no me hace ni pizca de gracia. ¿Lo único que sabe hacer es
drogarse, emborracharse e ir como de guay y medio alternativa? Es que ni
conecto con ella. De todas maneras, a pesar del tiempo que ha pasado, Lucas no ha superado la pérdida de Siobhan.
La vuelta a su caravana, el único sitio que le queda para vivir tras ver que el
antiguo alojamiento que le brindó Sugar ha quedado como alimento para termitas,
ha hecho aflorar el lado más sensible de Hood, plantearse ciertas cosas y pedir
perdón por otras.
Estoy por empezar a shippearlos |
Con esto último me refiero a Job, quien sigue teniendo terribles pesadillas de las torturas que ha sufrido
estos dos últimos años. El momento en que se encara de forma graciosa a Carrie
me ha encantado porque son detalles que nos hacen ver que el Job de antes sigue ahí pero, simplemente, el dolor es muy
grande, la herida no ha empezado ni a cicatrizarse, y tampoco quiere hablar
sobre ello, cosa completamente respetable. Job tiene dos momentos muy
importantes en este episodio. El primero de ellos es esa conversación a corazón abierto por parte de Lucas quien, llorando
– a mí esto me ha tocado el corazoncito –, le
pide perdón por haberle dado por muerto, por haberse dado por vencido y no seguir buscándole. Sin embargo, como
bien recuerda Job, podría haber sido peor, como 15 años, y que él, en todo ese
tiempo, no le fue a visitar y Hood no se
lo echó jamás a la cara. “Cariño, toda esa mierda está en el pasado. Tú y
yo, nunca vamos a recuperar ese tiempo”. LLORO, en serio. Siempre decimos del bromance entre Job y Sugar pero, ¿entre
Job y Lucas? Dios, este es mucho más profundo y cuando se pelean, oh, amigos,
eso sí que duele. Job le dice a Lucas
que es hora de dejar de culparse y seguir adelante porque nada se gana al
lamentarse. Y, en cierta forma, es una cosa que ha ido aprendido a lo largo
del episodio hasta llevarnos al segundo gran momento: dejar el pelo atrás y volver a ser el antiguo Job, aunque sea
simplemente por fuera. Dicen que este tipo de gestos que recaen en el exterior (arreglarse,
por ejemplo), aunque se esté jodido por dentro, ayudan a curarse. Espero que
realmente lo haga con Job porque me mataría verle hundido como lo hemos estado
viendo durante estos dos últimos capítulos. No me olvido de la visita inesperada de la agente Cruz y
cómo Job ha estado completamente a la altura de los acontecimientos, firme pero
al mismo tiempo siguiéndole la corriente. Este
ya se ha dado cuenta de que Cruz sospecha algo y, junto con el plan de
Carrie – no me puedo creer que al final sí sea cierto, está siguiendo la lucha
de Gordon por acabar con Proctor –, esto le da más motivos para hacerle abrir
los ojos a su amiga.
Proctor está hasta las narices de tanta tontería |
Respecto a Proctor, a este se le han hinchado las pelotas hasta un extremo que
no habíamos visto antes. Primero de todo, está
viendo que la vuelta de Watts, el líder de la Hermandad, puede traerle problemas porque,
sinceramente, eso de que quiera una parte del pastel no le hace ni pizca de
gracia – a mí tampoco –. Por otro, que
la comunidad amish, su propia familia, monte
un “escándalo” para que le devuelvan el cuerpo de Rebecca ha supuesto la gota
que ha colmado el vaso. Entiendo a la familia pero también comprendo a Kai y
creo que lleva parte de razón en lo que dice: perdieron su derecho a enterrarla
cuando la desterraron de la comunidad. Ante la actitud de estos, quienes al
parecer ya no tienen miedo en lo que pueda hacer Kai, decide atacar a su familia al quemarles los campos de cultivo y dejar
libre a uno de sus caballos. ¡Wow! Esto se pone interesante porque jamás
habíamos visto a Proctor tan hasta las narices de todo e ir a degüello contra
su propia comunidad. Es cierto que le habíamos visto enfrentarse a ellos pero
esto es un paso más allá. Tampoco olvidarnos de que el peso de la muerte de
Rebecca ha hecho grandes estragos en él. Lo último que sabemos es que un mes antes de su fallecimiento, le retiró
el dinero de una caja de seguridad que había contratado porque, al parecer,
ella le estaba robando pasta del club de striptease. ¿Soy yo o esto se va
complicando cada vez más? Una parte de mí piensa que Rebecca se ha buscado sus
problemas al no ser una jugadora inteligente. ¿Metida en líos, cogiendo dinero
del club, requiriendo la ayuda de Lucas? ¿En
qué estaba metida realmente Rebecca? Espero que la respuesta la conozcamos
más pronto que tarde.
Se ha quedado bien a gusto |
Por último, aquello que estábamos
viendo que iba a pasar, finalmente ha pasado. Calvin ha abierto la compuerta de la locura. Tras verse obligado a seguir
las órdenes de Watts y arrancarle las piernas a uno de los suyos con la ayuda
de una camioneta – ¡qué bestialidad más bien avenida! – y oír su discurso de
mierda en la celebración que le han preparado, este decide que “ya no más” y,
sinceramente, me alegro por el chaval. Su suegro se cree que anda por esa casa
como si fuese el dueño, así que, en un descuido,
Calvin le clava el picahielos en el cuello y adiós muy buenas. En serio,
Watts me parecía un capullo integral pero, lo peor, es que Calvin también, por
lo que espero que Kurt, aunque le duela, lo despache en la series finale como muy, muy tarde. Y, mirad, si Kurt acaba con
Maggie y su sobrino siendo felices para siempre, yo me voy a alegrar mucho. Hay
que decir que lo de Brock tiene delito. Kurt tiene a tiro limpio a Calvin y el
otro quiere que juegue según las reglas. Brock, chaval, todavía no te has
enterado de que en Banshee no hay reglas. Esto es el puto Viejo Oeste y tú
sigues siendo un capullo inútil. Puff, qué pelmazo de tío.
En general, es un episodio que no
ha estado mal aunque, últimamente, la temporada no me está diciendo mucho que
digamos. Esto se tiene que animar muchísimo más porque ni punto de comparación
con la anterior temporada que no nos dejaba ni coger aire. No me ha desagradado
el capítulo, ha tenido momentos destacables como la conversación entre Job y
Lucas, pero la parte de los neonazis cada día me da más igual. Simplemente
quiero que se los carguen. Al igual que con la nueva agente del FBI, que me
parece que corta y pincha poco aunque reparta palizas. No sé, la actriz, Eliza
Dushku, me parece aburrida y que transmite más bien poco – lo siento por los
fans pero tengo que ser honesta –. No siento ni empatía ni intriga por el
personaje y creo que la actriz también tiene mucho que ver.
Por mi parte nada más excepto
recordaros que podéis dejar vuestros pensamientos, sentimientos o cualquier
cosa que se os haya pasado por la mente al ver el episodio. Me pica mucho la
curiosidad por saber qué tal os está pareciendo esta última temporada.
¡Hasta la semana que viene!
#ForeverBanshee
P.D: Del "cornudo" hay poco que decir excepto que a ver qué proposición le ha hecho a la florista, que me pica la curiosidad pero al mismo tiempo hasta me lo puedo imaginar.
Capitulo un poco de transicion no?. Por otra parte, lo de Calvin y su suegro..., pense que habia sido imaginacion suya, como lo del jefe de la oficina, pero no, el "Sharon Stone" fue de verdad.
ResponderEliminarCreo que le van a faltar dos capitulos, creo que va a quedar un final muy atropellado,porque aparte del lio de Banshee, no creo que Job deje irse al informatico de rositas.
¡Gracias por tu comentario, Lethe!
EliminarPara mí, llevan dos episodios de transición. Ando un pelín desencantada con lo que estoy viendo porque, bajo mi punto de vista, dejar toda la acción para el final me parece un error.
Menos mal que lo de Calvin no ha sido cosa de su imaginación porque sería estirar la trama demasiado.
Estoy un poco como tú, a lo mejor se les queda coja la temporada y uff, eso es una herida mortal en una serie. Job no puede dejar de ser informático, pero creo que su "curación" les podría llevar una temporada entera, así que o se espabilan o no sé cómo van a cerrar tramas.
¡Un saludo!
Debi de explicarme mal, pero con lo de "informatico" me referia al tio que se lo llevo de camp Genoa, que era hacker como Job.
EliminarOh, perdona, lo debí de leer mal. Mea culpa. No, al informático que lo secuestró le va a dar lo suyo y lo de su prima. De eso estoy completamente segura.
Eliminar¡Hola Irene! Me ha gustado el capítulo, pero solo quedan 3 para el final de la serie y me parece que está demasiado tranquilo todo. Que el asesino en serie sea alguien nuevo (con grupo sectario incluido) se lleva mucha atención de otras tramas, me parece que aquí deberían haber metido a alguno de los grupos que ya conocemos porque hay demasiados frentes abiertos y no sé cómo lo van a cerrar todo en 3 capítulos.
ResponderEliminarCuando vi que la agente del FBI era Faith de Buffy Cazavampiros me alegré un montón porque ese personaje fue mi primer girl crush xD Pero aquí no me dice nada, y esa conversación con Lucas en el coche me parece que, o le está investigando, o no viene a cuento porque ya sabemos que quiere trajinárselo, no hacía falta tanta cháchara.
De todas formas estoy convencida de que van a darnos 3 capítulos finales espectaculares. Y espero que más largos, se me están haciendo muy cortos todos, solo alrededor de 50 minutos.
¡Un saludo! :)
¡Gracias por tu comentario, Bellatrix!
EliminarA mí también me parece que anda todo bastante tranquilo y, en el caso de Banshee, se traduce en lentitud. Tiene momentos de acción que impulsan la trama pero no me termina de cuajar. Estoy de acuerdo contigo, que hayan metido a un enemigo nuevo que, realmente, no entiendo la función que tiene en la trama aparte de ser el asesino en serie, es demasiado nuevo y es cierto que tampoco sé muy bien cómo van a cerrar todo quedando 3 episodios.
La agente de FBI me parece la nada personificada. Se nota que todavía no he visto Buffy porque la actriz ni fú ni fa en mi caso. Le está dando demasiados rodeos al caso y también le está dando mucho a la heroína. ¿Otra agente que se droga para "inspirarse", para "trabajar mejor"? Uff, perezón.
Yo espero que lo que queda levante el listón porque ahora mismo me parece mucho menor que la anterior temporada, aunque me gusta el nuevo toque que le han dado a la serie. Respecto a la duración de los episodios, 50 minutos es lo normal en esta serie. Es cierto que en la primera y segunda temporada duraban un poco más pero se ha establecido en ese número.
¡Otro saludo para ti! :)
¡Hola Irene! A mí me está gustando mucho el rollo que lleva la serie ahora, la trama de los neonazis me gusta, me fascinan muchísimo. Me mola que haya tantos frentes abiertos, entre eso, el asesino de las chicas, Proctor ahora metiéndose con el cártel, la tía esta locaza del FBI... no sé, a mí sí me gusta xD es como lo que dijo Brock, que Banshee está más loco que nunca, yo también lo percibo así.
ResponderEliminarEntre lo de Proctor traicionando a los amish, esa conversación de Lucas y Job, Carrie recordando a su padre... me parece que está siendo una temporada muy emocional, lógica y muy consistente, perfecta para despedir a la serie. Sí que es cierto que aún faltan por ver los "fuegos artificiales", pero estoy seguro de que llegarán pronto. De momento, me lo voy pasando bastante bien mientras asientan las bases. La "tranquilidad" que comentáis no la veo xD
Un abrazo! :)
¡Gracias por tu comentario, Isidro!
EliminarCreo que con sólo 8 episodios y siendo una última temporada, no te puedes permitir abrir tantos frentes porque los vas a tener que cerrar de algún modo y, lo mejor, es que sea de forma natural. En este caso no me da buena espina en ese aspecto y se puede quedar colgando. Me gusta que Banshee esté más loco que nunca pero no dejo de mirar de reojo a lo que te digo: es una última temporada y son dos episodios menos de lo normal. Ese recorte se puede notar.
Tampoco me quejo de que sea una temporada emocional, ya sabes que me gusta que tiren por ahí, pero no pueden "asentar" las bases durante 5 episodios y dejar los 3 últimos de resolución para todo. Ya te digo, tengo la sensación de que nos va a saber a poco porque cabe la posibilidad de que no termine de cerrar todo perfectamente. En cuanto a la tranquilidad, o estás viendo otra serie o no entiendo muy bien cómo no la has pillado porque se nota claramente que hay una falta grande de acción. Va todo muy lento, para mi gusto.
¡Otro abrazo para ti!