Crítica de la tercera temporada de Orphan Black

19/7/15

Cuando te dicen que Orphan Black es una serie sobre clones humanos puedes imaginarte cualquier cosa excepto lo que ocurre en realidad. Hace poco estaba pensando en lo extraña que me pareció cuando me la recomendaron y lo genial que me pareció la primera temporada. Genialidad que no ha hecho más que crecer conforme los capítulos han ido avanzando y que ha hecho que me quede con unas ganas increíblemente gigantes de que regresen en una cuarta temporada que ya está confirmada para el próximo año.


Tras esta maravillosa tercera temporada en la que he disfrutado y sufrido a partes iguales, tenía que seguir obligadamente con mi crítica anual (el año pasado os trajimos una crítica muy completita de parte de varios compañeros del blog) sobre las mejores clones de la historia (y el resto de personajes, claro, porque esta temporada ha tenido un poquito de todo). Si seguís conmigo un poco más, podemos comentar lo ocurrido en los diez capítulos que han formado la tercera temporada de Orphan Black, con sus correspondientes spoilers.

Si Tatiana Maslany nos ha malacostumbrado a una interpretación impecable (por la que, por fin, tras tres temporadas, ha recibido una nominación a los Emmy *aplausos entusiastas*), poca queja podemos ponerle tampoco a la increíble interpretación de Ari Millen quien ha dado vida a cada uno de los clones masculinos que el proyecto Castor ha traído a nuestras pantallas este año. La verdad es que algunas personas se esperaron ya la llegada de unos clones hombres, pero a mí eso me pilló por sorpresa cuando el telón de la segunda temporada bajó, y más por sorpresa aún me pilló saber que los personajes interpretados por Tatiana Maslany y por Ari Millen, proceden del mismo organismo original, es decir, son hermanos. La introducción de una tanda de nuevos personajes ha permitido que se ampliaran los puntos a tratar en cada capítulo y le ha dado una mayor flexibilidad y complejidad a la trama. ¡Los clones psicópatas van en aumento!

La trama central de la temporada se ha basado en la búsqueda del origen de los clones: quién es el original y dónde está, ya que éste podía ser la clave para la resolución de todos los problemas de salud de éstos y, además, nos ha llevado a descubrir que quieren utilizar los clones masculinos como arma biológica, propagando la infertilidad en las mujeres. Que el original de todos los clones fuera la madre de Siobhan fue algo que no esperaba de ningún modo. Esta señora es una quimera que contenía células tanto masculinas como femeninas en su interior y está prácticamente en busca y captura por las diferentes partes interesadas en el original. Como Bioquímica y después de haber estudiado todo esto durante cuatro años, me alegro de que series como ésta acerquen un poco más esta parte de la ciencia que pocas ficciones se atreven a tratar, y más que lo hagan con lógica y con verdades (exceptuando el hecho de los clones humanos, que los tenemos todavía muy lejos, afortunadamente). Con estas cartas sobre la mesa, lo realmente increíble es descubrir que en cierta forma Siobhan tiene un parentesco genético con Sarah. Así, el final de temporada puede habernos dejado más o menos locos con el regreso de los neolucionistas: los verdaderos enemigos a los que a partir de ahora tendrán que volver a enfrentarse y que tienen en sus manos a Rachel y su nuevo ojo biónico, la única capaz de descifrar el código secreto que el profesor Duncan escribió en su ejemplar de "La isla del Doctor Moreau". Esta ha sido la trama principal en la que han estado metidas todas las clones, pero por supuesto, cada una ha seguido con su vida y ha tenido sus proyectos, sufrimientos, y más de un susto.


Para empezar, Sarah ha tenido que renunciar a su hija para alejarla del peligro que suponían toda esa panda de científicos locos. Cuando parecía que todo le estaba yendo un poquito bien con Cal y que parecía que las cosas podían estabilizarse, éste y la niña tuvieron que irse a Islandia, nada más y nada menos, a vivir prácticamente en un iglú, aislados del mundo. Menos mal, porque Sarah no ha vivido lo que se dice la mejor época de su vida en estos capítulos, huyendo de escopetas y llegando a ser secuestrada junto a su sestra, que le tenía un cúmulo de rencor por haberla cedido al ejército. A la pobre Sarah le llueven palos por cosas que no hace, aunque, afortunadamente, siempre acaba consiguiendo deshacerse de los problemas. Es la mejor. Uno de los episodios que más me han gustado, ha sido en el que Sarah escapó, con ayuda de Paul de su cautiverio. Ha sido uno de los capítulos más descorazonadores de la temporada (por no decir de la serie), y lo ha sido al cobrarse la vida de Paul, ése al que he odiado y querido en capítulos alternos, que ha sacrificado su vida por Sarah y destruido la base militar donde estaban cautivos. Todo esto también ha acercado a la memoria de Sarah el recuerdo de Beth, lo cual, hablando con sinceridad, casi me sacó lagrimillas de los ojos. Me pareció un modo de homenajear al personaje que tan poco tiempo duró en la serie pero que fue el origen de todas las investigaciones sobre los clones y, sin el cual, no tendríamos esta fabulosa serie. Además, otro punto que me ha gustado de la odisea de Sarah en esta temporada ha sido la estrecha relación que ha adquirido (recuperado, más bien) con Siobhan y Felix, que han ganado un mayor protagonismo, sobre todo en la segunda parte de la temporada, y que siempre le cubren y le cubrirán las espaldas, esté en las circunstancias en las que esté.


Otro punto que ha despertado mi interés a lo largo de la temporada ha sido la aventura en la que se han metido los fantásticos Alison y Donnie. Son geniales de por sí, pero si se embarcan en un proyecto político cuyos fondos se van a recaudar en la venta de jabones con repartición de drogas de estranjis, la cosa se pone todavía más divertida. He disfrutado muchísimo viendo cómo se enfrentaban a los camellos y cómo luchaban para conseguir lo que finalmente acaban consiguiendo: la victoria de Alison en las elecciones del colegio (bueno, no es un alto cargo, pero por algo se empieza, que Alison es mucha Alison y lo ha demostrado en repetidas ocasiones), con ayuda incluso de Cosima, que se tuvo que hacer pasar por ella durante unos minutos que se suman a los grandes momentazos interpretativos de esta serie (este año también hemos visto a Helena haciéndose pasar por Alison, o a Sarah haciéndose pasar por Rachel, o a Alison haciéndose pasar por Sarah). De esta trama también hay que destacar el momentazo (porque para mí fue un momentazo) en el que Alison, tan tranquilamente le presenta a Cosima a su madre diciéndole que son clones y su madre se queda tan ancha y pasa de ella. Olé, señora, olé.

 

Como decía, la relación de Sarah con su sestra durante esta temporada ha sido un poco tensa, pero lo cierto es que Helena y su compañero imaginario inseparable, Pupok (un escorpión parlante), han sido un aliciente más para que los capítulos cobraran un tono más cómico, a pesar de la tensión del ambiente debido al cautiverio de nuestra clon rubia. Helena ha estado un poco violenta esta temporada, pero hemos de perdonarle ciertas cosas que ha hecho, porque siempre ha sido para proteger a sus babies, y se ve que el instinto maternal de esta chica es muy fuerte. Cuando no está comiendo, se lo está pasando bomba con un niño, es adorable. De cualquier forma, con lo encantadora que es cuando quiere, le perdonamos todo, hasta que se haya cargado a todos los camellos casi en las narices de Donnie, una escena que debería ser chocante y se convirtió en una comedia que me dejó boquiabierta. Si es que no podemos más que querer a nuestra clon glotona y sanguinaria.



Por su parte, Cosima ha tenido que lidiar con más problemas que nunca. Además de su enfermedad y de intentar descifrar de cualquier modo el código genético (como si fuera poco), ha querido comenzar una nueva relación sentimental para olvidar a Delphine. Todo muy normal, sí, pero Delphine, al mando de DYAD tras el incidente de Rachel con el lápiz, no se lo ha puesto nada fácil. Seguro que quienes veis series conocéis novias celosas, pero a mí el comportamiento de Delphine en esta temporada me ha defraudado mucho. Estoy de acuerdo en que debía proteger el Instituto (aunque ciertos límites no se deben sobrepasar nunca), pero lo que ha hecho con Cosima y Shay a mí me parece casi imperdonable. De todos modos, el futuro de Cosima, tanto con Shay como con Delphine ha quedado en el aire al finalizar la temporada, ya que no sabemos qué misterios pueda esconder la aparentemente perfecta nueva novia de Cosima, y no sabemos si Delphine continuará con nosotros la próxima temporada, o si acabará su paso por la serie muriendo en un aparcamiento.

En general ha sido una temporada muy completa y que deja muchas nuevas incógnitas para el próximo año y creo que ha superado el nivel de la anterior, pero quizás no de la primera (no sé, no soy buena para estas cosas, no me hagáis elegir). Eso sí, la alianza que deberán formar a partir de ahora contra los neolucionistas puede ser muy, muy interesante y tengo ganas de ver cómo desarrollan todo ello. Lo que más me gusta de esta serie (además de ver a Tatiana Maslany bordando cada papel) es poder vivir la tensión de los personajes casi como si te encontraras en escena (ya desde la intro, que a mí me produce escalofríos en cada episodio de lo genial que es), y todo ello, además de por la credibilidad de las interpretaciones de sus actores, también se consigue gracias a una banda sonora muy acorde a cada escena y una serie de localizaciones que seguro que la mayoría de nosotros no pisaríamos ni borrachos.


Orphan Black sigue siendo una serie increíble y ansío ver qué les deparará a todos sus personajes la cuarta temporada. ¿A vosotros qué os ha parecido esta temporada? ¿Os ha gustado más que la anterior? ¿Menos? ¿Os ha encantado? ¿Era tan mala que queríais que acabara? ¡Contadnos! Seguro que me he olvidado miles de cosas que podrían comentarse, os doy carta blanca para que lo hagáis. Por el momento, sólo nos queda cruzar los dedos para que le den a Tatiana Maslany una docena de premios Emmy o del galardón que sea, hasta que se le caigan las estanterías por el peso.


3 comentarios:

  1. Por mi parte estoy ansioso porque empiece la cuarta para seguir viendo al quinteto maravilla (Sarah, Cossima, Alysson, Helena y Rachael) y ver cómo continua la lucha contra el proyecto Castor. Saber que la madre de Siobhan es el punto de partida del experimento creo que nos dejó a todos descolocados como también ver que la señora S cantaba XD. En la realidad la actriz también es cantante y sacó uno o dos discos hace unos cuantos años. Como de la que más se habla es de Sarah voy a decir un par de cosillas de las otras. Alysson ha sido una de las cosas más divertidas de la temporada, primero por esa escena de la cama con Donnie, luego las partes de traficantes y las elecciones al colegio ha sido también divertida. Hemos visto a una Rachael vulnerable que en realidad sigue siendo la niña que hecha de menos a sus padres y aunque se ve derrotada tiene gracias a su resucitada madre algo por lo que luchar. He estado en vilo esperando que mataran a Cossima (susto cuando empeoraba) pero espero que logren dar con la cura porque es un personaje grandísimo y sería muy cruel perderla a ella. Y por último Helena. Otro personaje gigantesco. Esas escenas hablando con el escorpión y cómo ella corta por lo sano y se lo come porque tiene hambre son muy épicas. Eran sus miedos los que hablaban a través Pupok, el miedo del rechazo de Sarah que no tenía culpa de que Siobhan la entregase al proyecto. También destacar las intervenciones de Siobhan y Félix, la primera haciendo todo lo que está en su mano por proteger a sus hijos y el adorable Félix preocupado por todo y por todos, son dos grandes personajes. Creo que nos hubiera gustado ver más clones masculinos pero igual habría sido excesivo, sobre todo para el actor, interpretar a gemelos ya es cansado, imaginad lo que son cinco personajes como los de Maslany más las clones que aparecen en menores ocasiones. Un saludo.

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  2. Olvidaba mencionar a Delphine que muere en el último episodio. Otro personaje grande que casi se pierde a sí misma dejándose dominar por los celos y el poderío que le proporciona la empresa. Me gustaba Delphine. Nos quedamos con las ganas de ver qué aportará también Ferdinand, (el sumiso de Rachael XDD) nuevo e inesperado aliado de Sarah.

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    1. ¡Madre mía! ¡Perdón por la tardanza en contestar a tus comentarios! (más de un mes, imperdonable xD). He estado desconectadísima del blog últimamente, aunque, en realidad, no tengo mucho más que añadir a todo lo que has dicho. Si es que esta serie se hace querer, y Tatiana Maslany y sus clones todavía más. No sabría elegir una escena ni un personaje si tuviera que escoger uno solo. Ganazas de la temporada cuatro. Espero que sigan con este mismo buen nivel y que podamos disfrutar de las magníficas interpretaciones de todos sus actores por mucho tiempo más.
      ¡Saludos!

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