Páginas

18/1/15

Crítica del 7x11 "P.I." de Castle


Castle ha estado de parón unas semanas, pero ha vuelto con un capítulo que me ha divertido muchísimo y que ha superado mis expectativas respecto a lo que podía ocurrir tras lo acontecido al final del último capítulo, del cual os hablé en una review múltiple que podéis leer aquí. ¿Qué pasa cuando el aprendiz supera al maestro? Eso es, más o menos, lo que ha pasado en este capítulo y os lo comento si seguís conmigo un rato más.

Esta temporada ya nos hicieron ver en el 7x06 "Time of our lives" lo que hubiera pasado si Castle y Beckett jamás se hubiesen conocido, pero han querido ir más lejos y romper (al menos temporalmente) el hecho en el que se basa la serie: que Castle persiga a Beckett en todos y cada uno de sus casos. ¿El motivo? Pudimos verlo en el 7x10, como bien ya he comentado. Me preguntaba de verdad cómo iban a solucionar el hecho de que Castle no pudiera trabajar más en comisaría junto a Beckett, y lo cierto es que han conseguido hacer algo ingenioso y que en mi opinión no ha hecho perder la esencia a la serie, sino darle otro punto de vista: Castle es ahora investigador privado. No sé cuánto durará esta situación, pero espero que, sean los capítulos que sean, continúen siendo tan divertidos como lo ha sido éste, aunque también espero que regresen a la dinámica original de la serie, porque alargar la situación demasiado quizás pudiera perjudicarles y no queremos eso.

El caso ha querido mostrar lo competitiva que puede ser la gente en lo que a sus hijos respecta, tanto que son capaces de amenazar, e incluso matar si sus niños no son aceptados en un colegio de preescolar. En el capítulo, incluso Castle ha dejado caer a Beckett que ya lo vería cuando tuvieran a los suyos (¿quién está deseando bebés Caskett? *levanta la mano*). Es curioso pensar que la clave del caso la tiene un hombre con alergia al perro de la víctima (pobre hombre, yo le comprendo), y aunque de Castle ya me espero cualquier salida en cuanto a los casos, nunca dejan de sorprenderme.

Ya comenzando por el hecho de que Castle no le había contado nada a Beckett sobre el cursillo de investigador privado que había estado haciendo online, podíamos empezar riéndonos muchísimo.
Sobre todo cuando se presenta en la escena del crimen como si estuviera en su casa y empieza su propia investigación, hecho que no agrada demasiado al siempre amargado Perlmutter. 
Sin embargo, es todavía más gracioso cuando, unos minutos después en el capítulo, vemos cómo se lo ha montado de bien, con un despacho completamente acondicionado para su nuevo trabajo.  Castle ya no puede vivir sin misterios por resolver, ya no le bastan sus libros, y se ha convertido en un detective tan bueno como Beckett y los demás, y ahora es el momento de demostrarlo. Solamente le faltaba un último detalle para convertirse en todo un Sherlock: el gorro y la lupa que Beckett le regala al final del capítulo.

Sin duda, lo mejor del episodio es haber visto cómo los de la comisaría en conjunto, con Beckett a la cabeza, y Castle por su parte, han ido pisándose los talones constantemente en la investigación, hasta convertirlo en un juego, aunque bastante competitivo, que les ha permitido trabajar como en los viejos tiempos a pesar de que Castle no pudiera tener nada que ver con la policía. Además, esto ha dado pie a nuestros recién casados a tener su propia competición privada, con vino (mucho vino, copas llenas) de por medio e intentando sonsacarse información el uno al otro. Aunque en estos casos nadie gana, sino que al final todo el mundo tiene razón, todos necesitan del complemento del resto para acabar el puzle.


"Que no se note que queremos sacarle información a Castle"

Lo que más me gusta de lo que va del periodo post-boda es que Castle y Beckett no dejan de tener esa química que siempre ha habido entre ellos, desde el primer episodio. Disfruto mucho de sus conversaciones que evocan las primeras temporadas e incluso disfruto de las continuas interrupciones telefónicas que tienen (ya es tradición, al final una acaba acostumbrándose) y de la resignación con la que se las toma Castle ya.



Aquí, una servidora, ya tiene ganas de ver el próximo capítulo, que ni los exámenes harán que deje de verlos (siempre hay un ratito para Castle). También toca felicitar a todo el cast&crew por los tres People's Choice Awards que se llevaron el pasado 7 de enero: a actriz y actor de una serie criminal favoritos para Stana Katic y Nathan Fillion, y a la propia serie como serie criminal favorita. Me alegra saber que hay tanta gente a la que le gusta Castle, ahora solo falta que se pasen por aquí a comentar la serie con nosotros. ¡Espero vuestros comentarios y hasta la próxima!


Doralicia (@Doralais)

1 comentario:

  1. Yo igual me reí mucho con este capítulo xDDDD
    ¿No acaba ya el capítulo que lo readmiten o estoy soñando yo? O al menos sí que está en comisaría. Vaya memoria que tengo jaja
    De todas maneras pienso igual que sería mejor no alargar esto más. También me quedé mosca en el 10 al saber que ya no iba a estar más ahí.... pero la capacidad de Castle nunca deja de sorprender xD
    No me extraña que sea una serie tan querida :)

    ResponderEliminar