Por segundo lunes consecutivo, nos hemos levantado con un
nuevo capítulo de The Good Wife esperándonos. Y es que viendo cómo viene la
nueva temporada es lo que más me apetece ver durante la semana. Como ya vimos
en la season premiere, la cosa está que arde y parece que el nivel va a ir más
allá hasta que la bomba explote. Quédate conmigo para enterarte de todo.
*SPOILERS*
Esta semana, continuamos con los preparativos para la nueva
firma que está a punto de comenzar: Florrick, Agos & Associates. En este
capítulo se han centrado en las dichosas oficinas que albergarán ente ansiado
proyecto. Al haber rechazado la oferta de Sweeney, quien pedía dos años de
servicios legales gratuitos y le han hecho una peineta como respuesta,
necesitaban un espacio más barato: 25 dólares el metro cuadrado. Pero parece
que no sólo el tema de las oficinas ronda por la cabeza de Alicia y Cary:
parece ser que Chumhum, esa empresa parecida a Google cuyo propietario tiene
una patada en la boca, no está muy segura de abandonar el barco de
Lockhart&Gardner y pasarse a la competencia. Sin embargo, en este capítulo,
Cary y Alicia tienen la oportunidad de oro para mostrar sus armas ante un caso
que incumbe a la empresa.
Como ya he anunciado anteriormente, el caso de esta semana
tiene a Chumhum como protagonista. La Agencia de Seguridad Nacional le acusa de
entregar e-mails, mensajes y llamadas telefónicas personales al Gobierno de los
Estados Unidos de América, un caso muy de actualidad – ¿os acordáis de que
estaban diciendo que el gobierno de Obama espiaba a los ciudadanos? Pues una
cosa similar –. No os voy a contar el caso detallado porque puede llegar a ser
un lío, pero os diré que la ASN se dedica a escuchar las conversaciones de los
abogados de Lockhart&Gardner, además de algunas recibidas a casa de Alicia
que son personales, para intentar conseguir pruebas para el juicio contra
Chumhum. Personalmente, me he quedado alucinada con que espíen conversaciones
privadas. ¿Dónde está la confidencialidad? ¿No existe? Me parece un ultraje a las
vidas privadas de los ciudadanos. No me extraña que se haya armado tanto
revuelo. Es indignante. Finalmente, Chumhum se sale con la suya aunque la ASN
se va a dedicar a investigar a Alicia por las llamadas que ha recibido por
parte de Nisa, la exnovia de Zach, cuyo padre no es trigo limpio – ya lo
sabíamos por la pasada temporada al aconsejarle Jordan Karahalios (T. R.
Knight), otro personaje con una patada pero en la cara, a Zach que dejase a su
novia –.
Por lo que parece, la tensión va en aumento ya que guardar
un gran secreto como es dar el salto a la competencia no es tarea fácil. No sólo
Cary y Alicia han tenido que lidiar con la investigación de los teléfonos,
también con una “donación” de 140.000 dólares por parte de la madre de Alicia.
Al ver que faltaba dinero para conseguir las oficinas, Verónica invierte en el
futuro de su hija. David Lee, que está en plan Sherlock más que nunca, vuelve a
investigar pero Verónica le para los pies. Tengo que decir una cosa: ¡QUIERO A
ESTOS DOS JUNTOS YA! ¿Soy la única que shippea a Verónica y David Lee? Esta
pareja podría ser una bomba de relojería y lo sabéis.
Por otra parte tenemos la trama de Peter. Éste quiere que
Diane sea jueza, pero el Presidente del Tribunal Supremo no está de acuerdo
debido a que ésta ha defendido a Will, quien tuvo problemas con el Colegio de
Abogados durante la tercera temporada. Poniéndola en una tesitura complicada, Eli
aconseja a Diane que traicione a su socio y diga que le retira su apoyo si
quiere conseguir el puesto. Diane se mantiene firme pero al final la cabra tira
al monte, y cuando ya no hace falta macharse las manos de sangre lo hace. Ahora
mismo, Diane acaba de apuñalar por la espalda a Will y no me quiero imaginar
cómo se va a poner éste cuando vea lo que ha hecho. Por otro lado tenemos el
caso del mazo robado, un regalo del Presidente del Supremo a Peter. Eli se
encarga de seguirle la pista hasta que ve que quien posee el mazo es nada más
que Becca. ¿De verdad tenéis que traer de vuelta este personaje tan
abofeteable? Mirad, a mí Dreama Walker me gustaba en Don’t Trust The B**** In
Apt. 23 pero aquí es horrorosa. Es un personaje bastante odioso que lo único
que quieres hacer es darle una patada en su cara de bitch e irte triunfante,
una acción similar por la que Eli se muere por llevar a cabo.
Por último, y retomando a Verónica, en este capítulo se ha
producido un gran momento madre e hija. En el bar en el que quedan, al ver que
Verónica se ha quedado sin posible novio y que la bebida va rulando, ambas se “contentan”
tanto que llegan a mostrar sus verdaderos sentimientos. Alicia le dice a su madre
que ella no se ha sentido querida por su parte mientras que no tuvo esa actitud
con su hermano Owen ni con sus hijos en la actualidad. Verónica, triste por esa
confesión, le dice que ojalá volviesen a empezar desde cero y se funden en un
abrazo. Espero que la relación de estas dos mejore porque si se ponen en plan
Alicia-Owen pero con la madre, vamos a tener una gran relación entre manos.
El capítulo, en general, ha estado bastante bien, aunque
ahora mismo los casos me dan un poco igual teniendo en el punto de mira que
Cary y Alicia se van, que Diane se la ha jugado a Will y que David Lee está
buscando los tres pies al gato para desenmascarar a los asociados de cuarto
año. Me muero por ver la Boda Roja a lo The Good Wife, como dijo Graham Phillips
(Zach) sobre el capítulo en el que todo va a cambiar. ¡Menos mal que ya queda
poquito! Un apunte que hay que hacer sobre el capítulo es que se han utilizado
recursos cómicos para amenizar la trama; esta vez de parte de un vídeo sobre
una cabra. Personalmente prefiero el robot del anterior capítulo.
Por último, deciros que os espero con otra review la semana
que viene. Como ya sabéis, los comentarios son bienvenidos y muy agradecidos. ¡Hasta
el próximo martes!
Irene (@MissSkarsgard)
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