¡Hola a todos! Esta semana vuelvo yo a contaros lo que ha
sido el último capítulo de Mad Men. Y es que esta semana han sido la locura y
la muerte las que nos han acompañado a lo largo de los 47 minutos que dura el
capítulo. Seguid leyendo para saber lo que ha pasado y lo que opino sobre ello.
La semana pasada dejamos a Don bastante triste por el adiós
de su “vecinita” querida y así hemos continuado esta semana. La llamada que
recibe de ella deja en evidencia el estado emocional de nuestro dandy: está
bajo de moral, deseando volver con ella. Pero la susodicha le dice que tiene
miedo de él, de cómo se va a comportar ya que ha estado en su puerta
vigilándola. Esto, en comparación con la “ayudita” que reciben los creativos,
no es nada. Debido a que Chevy está más que reticente y nada conforme con el
trabajo de SCDP, nuestros hombres locos de Madison Avenue tienen que quedarse
el fin de semana trabajando. Para ayudarles a concentrarse, una inyección de
vitaminas y estimulantes es lo que lleva a la oficina a una locura en la que
los lápices sirven de flechas, el dolor sale a flote, se producen calentones y
algunos ejercen de mirones, algunos bailan claqué – momento WTF en toda regla
-, y a otros les hacen retroceder en el tiempo, como a Don. Volvemos a los
flashbacks de la adolescencia de Don en los que vemos cómo un catarro de los
buenos se puede convertir en la pérdida de la inocencia total.
Dejamos a Don para centrarnos en Sally quien, junto con sus
hermanos, pasa el fin de semana en casa de su padre. Sin embargo, las cosas no
están tranquilas allí. Tras marcharse Megan a una obra de teatro para poder conseguir
contactos para futuros trabajos y sin que Don esté por casa, Sally se queda al cargo
cuando oye unos ruidos en el salón. Se trata de una mujer de color que dice que
es la madre de su padre y que está allí de visita sorpresa. Sally no se lo
traga al principio pero la mujer juega con los sentimientos de la adolescente y
al final pica. ¿En serio? ¿En esa época era tan ingenuos? ¡Se veía a la legua
que los estaba robando en sus narices! El problema no termina ahí. Al pasar
unas horas, Don llega y se encuentra a Megan, Betty, la policía y a Henry
intentando lidiar con su esposa fuera de quicio. Ante la noticia y el cansancio
acumulado que lleva Don en el cuerpo, se desmaya. No me extraña, yo también
hubiese hecho lo mismo para no aguantar a Betty. Lo mejor de Sally llega al
regalarnos una de las mejores frases de la serie al decirle a su padre que no
le conoce en absoluto. Increíble que tu propia hija te diga eso, ¿verdad?
Por último, la muerte del socio y mejor amigo de Ted ha
traído mofa y tristeza por partes iguales. La primera por parte de algunos
creativos diciendo que el pobre hombre era un “cabrón” y que se alegraban de su
muerte; la segunda, porque hemos visto a un Ted muy tocado y a una Peggy
consolándole bajo la mirada de un Don ido por el “subidón” de los estimulantes.
Estos dos capítulos están dejando de manifiesto el declive
de Don, que ya no sirve para crear sino para supervisar el trabajo de otros.
Don ha perdido la chispa, la esencia. Puede ser que Don Draper dé paso a Dick
Whitman. No lo sé. Estamos viendo la decadencia del genio y el surgir de nuevos
cerebritos como Peggy, quien tiene el puesto de Don en CGC; que el éxito no es
para siempre y menos si eres tan odioso como Don. Es la historia de la intro
que vemos en cada capítulo. Y no sé si me gusta lo que estamos viendo; el
capítulo de la semana pasada me dejó fría, no me dijo nada, y el de esta semana
me ha dejado alucinada porque no pensaba que podríamos ver un capítulo tan loco
en una serie como ésta. Es un capítulo más de True Blood que de Mad Men. Desde
que me enteré que SCDP y CGC se fusionaban no me gustó en absoluto la idea.
Son dos compañías pequeñas, sí, pero diferentes en cuanto su forma de tomarse
el trabajo. Don pasando de todo y más concentrado entre las piernas de una
mujer y Ted sufriendo por tener una campaña decente y dejándose la piel. Son
dos filosofías distintas. ¿Soy la única que no da un duro por esta fusión? Me
pongo en la piel de Peggy y se me ponen los pelos de punta. Se va de SCDP
porque ha visto lo mal tratada que ha sido por todos el último año y ahora
vuelven a traerle a Don, el torturador principal. Me hubiese pegado un tiro en
la cabeza.
Espero que los siguientes capítulos dejemos de ver a este
Don tan lamentable y penoso, porque me está poniendo de los nervios. No es ni
la sombra de lo que fue. ¿Vosotros qué pensáis?
Irene (@MissSkarsgard)
Muy buen análisis. Esta sexta temporada es totalmente impredecible. Empezo floja pero ha vuelto a recuperar altura.Siento que el personaje de Megan llegó al tope y como que no aporta más de ahi.
ResponderEliminarMuchas gracias. Es siempre un placer hablar de esta serie.
EliminarEs cierto que esta sexta temporada es impredecible y nunca se ha visto nada igual en las anteriores temporadas, aunque el Don Draper que estamos viendo no es que sea santo de mi devoción, pero es la evolución del personaje y la respeto. Y estoy de acuerdo contigo respecto a Megan, su historia no da para más pero gracias a ella hemos visto que Don no soporta estar en el segundo plano, otra de las razones de su tristeza en estos momentos.
Te invito a que sigas mis análisis de los próximos capítulos. Un saludo.
Espero que salga pronto el próximo, ya que siento a un Draper más fatigado por la vida que por el trabajo, intentando relucir como en años anteriores, pero bueno: es un genio igual.
ResponderEliminarMuy buena crítica y aunque es primera vez que me paso por este blog, de seguro andaré aquí para los próximos.
Saludos.
El camino de Don esta temporada está siendo espectacular. Estoy disfrutando muchísimo viendo los desarrollos de él, y el de Peggy, cabe añadir. Los dos están siendo muy interesantes.
EliminarEl siguiente episodio se emitió hace unos días, y la compañera que ha escrito esta crítica es la misma que ha hecho la del siguiente, así que seguramente también te gustará ;)
http://elblogdelasseriesamericanas.blogspot.com.es/2013/05/critica-del-6x09-better-half-de-mad-men.html
Gracias por pasarte por el blog!