Crítica del 2x10 "The Cricket Game" de Once Upon a Time

Once Upon a Time por fin ha vuelto del parón navideño, y lo ha hecho a lo grande. Puede que esta temporada esté siendo duramente criticada por muchos, pero a mí me está encantando y prueba de ello es que suelo pasarme por aquí a comentar muchos de sus capítulos, cosa que no suelo hacer muy a menudo (podéis leer críticas del 2x01, el 2x02 y el 2x09). En esta ocasión el episodio ha sido el décimo y se ha titulado "The Cricket Game", que ha servido para sentar las bases de lo que nos espera y que, además, ha estado centrado por completo en Regina, un personaje me fascina, así que comprenderéis que el episodio me haya dejado encantado de la vida. 

El capítulo comenzaba retomando la historia de Garfio y Cora, que atracaban el barco discretamente por la noche en el puerto de Storybrooke. Como era de esperar, antes de dar la cara han preferido dedicarse a planear sus maldades que tienen como objetivo lo de siempre; manipular a Regina y amargarle la vida para obtener algún beneficio personal. ¿Por qué todo tiene que salirle tan mal? Mr. Gold es peor que ella y todo le va de perlas, pero bueno, mejor no entramos en ese tema que me enervo. Al que le fueron las cosas realmente mal fue al pobre marinero con que se toparon Cora y Garfio, al que ¿asesinaron? transformándole en un pez. Acababan de llegar y ya comenzaban las primeras bajas civiles... Algo me dice que la población de Storybrooke va a mermar rápidamente.

Pero si por algo se caracterizaron los comienzos fue por el buen humor que se respiraba en el ambiente. El momento en la cama entre Blanca y Charming fue épico. 

Luego tuvimos el bombazo de la temporada. ¡Nos hicieron creer que Pepito Grillo había muerto! Ya me temía lo peor. ¿Fui el único que pensó que se les había ido la olla del nuevo, como con el sheriff, y se lo habían cargado? Por suerte al final descubrimos que Cora y Garfio prefirieron conservarlo como rehén, el muerto se trataba de otra persona desconocida. Por un momento pensé que Bella sería la secuestrada de nuevo... lo que, reconozcámoslo, habría tenido su gracia.

Ni que decir tiene que las escenas entre Emma y Regina fueron lo mejor del episodio. Verla a ella arrepentida, destrozada, con todas las pruebas en su contra, negándole la redención por culpa de un asesinato que no había cometido... y Emma creyendo en ella hasta que la magia le dio una prueba que fue demasiado. La pelea en el jardín también fue algo impresionante. Las dos acabaron rozando la locura hasta un extremo alarmante. Aunque debo decir que no me gustó que la listilla de Emma gritase "¡¡Es mi hijo!!" como si por haberlo parido tuviese más derechos que Regina, que fue y es una madre de verdad. La escena en el coche mientras ella llora es devastadora. Tenía que resignarse a contemplar como la rubita (de bote) apartaba definitivamente a su hijo de ella y le envenenaba la cabeza. Y no digo que no tenga pruebas suficientes para hacerlo, pero habría sido mejor mantenerlo al margen y contarle una mentira piadosa... En fin, Emma y sus tonterías. Qué escena tan triste, pedazo de actriz que es Lana Parrilla.

El rumbo que ha tomado la historia no podría ser mejor. Todavía quedan cabos sueltos, como los paraderos de Pinocho, Aurora y Mulán, pero estoy seguro de que volverán en algún momento. El capítulo no ha sido épico, pero sí muy bueno, y además, sospecho que no es más que la punta del iceberg.