Cuanto más mete la pata un personaje, más nos gusta. Y es así, no queremos ver cómo personas equilibradas y normales viven sus equilibradas y normales vidas. Queremos personajes que se atrevan a hacer lo que nosotros nunca podríamos, que nos ofrezcan una perspectiva totalmente diferente, que no sean buenos en absoluto.
Estoy segura de que todos vosotros habéis idealizado alguna vez a tal personaje de tal serie de televisión. Quizá sea por su personalidad, porque es alto, listo, guapo, viste bien, por su increíble trabajo, o por su talento para hacer absolutamente todo lo que los guionistas le han pedido que haga. Me da igual, todos hemos adorado, incluso algunos idolatrado (me incluyo en este último grupo) a algún personaje. Pero seguro que nunca se os ha ocurrido pensar una cosa: que probablemente sea un capullo.
Así es el caso de Walter White en Breaking Bad, que se mete en el mundo de las drogas, engaña a su familia y es capaz de todo para llegar a ser el rey de la metanfetamina. Sin embargo, nos encanta (me vuelvo a incluir). ¿Y qué pasa con su esposa Skyler? ¿No hace lo que cualquiera de nosotros hubiéramos hecho de haber estado en su lugar? Probablemente sí. Entonces, ¿por qué la mayor parte de los fans de Breaking Bad la odian? Precisamente por eso. Una serie protagonizada por una Skyler no llegaría a ninguna parte. Queremos a Whalter White, con su maldad incluida.
Otro ejemplo es el genial Don Draper. Que el tío engaña a su mujer casi compulsivamente y se gana la vida con slogans en los que ni siquiera cree. Pero, ¿cómo no nos iba a gustar alguien con esa elegancia, ese talento o simplemente, esa actitud?
Y a veces, no nos vemos en esta situación solo por un personaje, sino por un reparto entero. Como en Sons Of Anarchy, cuando nos ponemos de parte de un grupo de moteros que trafican con armas y matan a todo el que se interponga en su camino.
¿Qué me decís ahora? Vuestros personajes preferidos no son tan buenos como pensabais, ¿verdad? Las series son capaces de convencernos de muchas cosas, incluso de cambiar nuestros valores morales para poder ponernos de parte del protagonista.
¿Qué me decís ahora? Vuestros personajes preferidos no son tan buenos como pensabais, ¿verdad? Las series son capaces de convencernos de muchas cosas, incluso de cambiar nuestros valores morales para poder ponernos de parte del protagonista.
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