Crítica del 5x22 “Still” de Castle

27/10/13



El de "Still" no será el caso más bueno, ni el más interesante, ni el capítulo en el que más dinero se hayan gastado los productores, porque es básicamente un recopilatorio de todos los buenos y malos momentos que han pasado Castle y Beckett, pero es uno de mis capítulos favoritos y no podía pasarlo sin dejar mi review aquí.

Después de que el capítulo comenzara con Beckett prácticamente ignorando el desayuno que Castle le había preparado con todo su amor, no porque ella quisiera, sino porque el deber la llamaba, nos encontramos en un nuevo escenario del crimen. Un hombre huye, y cuando está rodeado por la policía, activa algún tipo de dispositivo con un mando. Cuando Beckett, que está dentro del edificio, da la orden de desalojarlo, pisa el dispositivo: una bomba que explotará si se mueve lo más mínimo. Enseguida empiezan a movilizarse para intentar desactivarla, pero lo primero que tienen que hacer es evacuar el edificio, ¿evacuar Castle? ¿y dejar a Beckett sola? ¡a quién se le ocurre!

El escritor se niega a abandonar a la detective y se queda para proporcionarle apoyo moral y para deleitarnos con un amplio recopilatorio de grandes escenas desde los recuerdos de ambos, desde los momentos más tristes a los más divertidos, pasando incluso por el momento que ambos consideran más terrorífico: cuando Martha entró en la habitación tras su primera noche juntos en el 5x01. Mientras, más allá del edificio y de la bomba, Ryan, Esposito y Gates llevan a cabo la investigación sobre el hombre que activó la bomba, que se suicida en prisión dejándolos prácticamente sin ninguna esperanza de salvar a Beckett, porque la bomba solo puede desactivarse con una clave y el hombre se la ha llevado a la tumba, y para rematar, el recién descubierto temporizador continúa con la cuenta atrás.


Kate pide a Richard que se vaya y la deje, porque ya da todo por perdido (y se dicen que se quieren y yo gritando como una fangirl). Pero Castle no se da por vencido tan fácilmente, y no va a dejar que un mal paso (literal) le arrebate a Kate, y vuelve con el cronómetro en una mano y el mando de la bomba en la otra. Y ahí, sin moverse del sitio, resuelven el enigma del caso, consiguen descifrar la clave, y Beckett se salva.

Y una vez liberados y en la calle, llegan Ryan, Esposito y Gates, cortándoles el rollo, como siempre. Pero está vez, y esto es algo que no me esperaba, Gates les devuelve el rollo, porque ¡ya sabía que estaban juntos! (Bueno, lo debía saber ella, y supongo que la comisaría entera porque llegó un momento en que ya no se escondían demasiado). Y así, mientras recuerdan todos y cada uno de sus besos a lo largo de las temporadas, deciden que lo suyo es solo el principio, y qué más da quién se enamorara primero de quién si son perfectos. ¡Por mucho más Castle y Caskett!

Doralicia (@Doralais)


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