Otro martes más, os traigo la review de un nuevo y
electrizante capítulo de Breaking Bad que no deja de mantenernos en vilo
durante los casi 50 minutos que dura y con una gran sensación de “quiero más”.
Sigue leyendo y rememora el capítulo conmigo.
*SPOILERS*
La semana pasada dejábamos a Jesse rociando el salón de los
White con gasolina después de haberse enterado de que su excompañero en el meth
business había envenenado a Brock. En este capítulo, Walter llega a su casa y
se encuentra que no hay nadie. ¡¿CÓMO?! Sí, parece ser que Jesse ha cambiado de
opinión, aunque realmente ha sido Hank quien le ha detenido de cometer
una barbaridad. Al cuñado de Walter se le presenta la oportunidad de su vida al
ver que Jesse está más que dispuesto a entregar a Heisenberg a las autoridades y
que pague por todo lo que ha hecho. Así que Hank se lleva a Jesse a su casa
para que duerma la mona. Al día siguiente, Jesse se confiesa ante una cámara de
vídeo, Hank y Gomie, el compañero inseparable de Hank. Mientras tanto, Walter
ha intentado arreglar el estropicio en su casa y explicarle a su familia lo que
ha pasado, otra mentira que añadir a la lista. Sin embargo, se produce uno de
los momentos que me ha dejado con la boca abierta: el “Por favor, ¿puedes decir
la verdad?” de Walter Jr. Luego se me ha cerrado al volver a comprobar lo
inocente que es. Así que, después de ver a una Skyler que le sigue el juego a
su marido, se van todos a un hotel ante la posibilidad de que Jesse vuelva a
aparecer pero con la excusa de que no se puede dormir allí por el olor a
gasolina.
Durante la estancia en el hotel se produce uno de los
momentos más Heisenberg de Skyler. Ya harta de mentiras y al corriente de todo
lo que ha pasado con el negocio, Skyler pregunta qué ha pasado realmente.
Walter se lo explica y su mujer le responde con un “Hemos llegado hasta aquí.
Por nosotros. ¿Qué es uno más?”. ¿Qué es uno más en la lista de cadáveres que
hay a sus espaldas? Parece que la idea de la muerte de Jesse se hace más
fuerte. No sólo Skyler le ha hecho esa sugerencia, Saul hace lo mismo en este
mismo capítulo. Por otro lado, Hank tiene un plan: después de que Jesse haya
recibido un mensaje de Walter para que queden y que le pueda explicar todo,
piensa que podría sacar provecho de esta situación para que Pinkman lleve un
micrófono y grabe a su cuñado confesando uno de sus crímenes. Jesse no está
nada de acuerdo ya que podría ser una trampa para que le maten, pero parece que
a Hank le importa un bledo llevarse a cualquiera por delante con tal de que
Walter pague por todo lo que ha hecho. ¿No os estáis dando cuenta de que Hank,
junto con su esposa Marie, se está convirtiendo un poco en Heisenberg, en el
sentido que les da igual lo que tengan que hacer para cogerle? Marie ha estado
buscando en internet venenos que no dejan rastro y Hank es capaz de usar a
Jesse como cebo, a pesar de todo lo que pueda pasar, para coger a Walt. Lo
podríamos llamar heisenbergización, ¿no creéis? Estamos descubriendo la cara más oscura de los personajes.
Después de esta pequeña reflexión, Jesse, totalmente
decidido, se dirige hacia el punto donde se encuentra Walt con el micrófono
escondido. Tras ver a un tipo sospechoso, al cual da por hecho que es alguien
contratado por Walter por si acaso las cosas de ponen turbias, Pinkman se encamina hacia unas cabinas que hay para llamarle. Tras pensar que
iba a darle el chivatazo a Walter, Jesse nos sorprende al amenazarle diciéndole
que va a ir a por él y que va a encontrarle donde realmente vive. ¿Se referirá
al hotel o al que siempre ha sido su hogar, el meth business? Pinkman piensa
que hay una manera mejor de coger a Heisenberg. Sin embargo, éste no se va a
quedar parado y piensa que va a ser mejor comprarle “el billete a Belice”.
Como podéis comprobar, la situación se va complicando por
momentos, como nos tiene habituados esta serie, pero ahora con más razón al ver
el final tan cerca. Si el resto de capítulos me van a dejar con esa sensación
de que parezco una yonki queriendo
más, me va a dar el infarto del siglo. Sólo tenemos 4 semanas más para
disfrutar de una de las mejores series de todos los tiempos y decirle adiós
para siempre. ¿Por qué, Vince Gilligan, por qué terminarla? ¿Qué pasará con mi
dosis semanal de blue meth? Dejemos los lloros para dentro de cuatro semanas,
¿no?
A vosotros os espero la semana que viene con otra review.
God bless Heisenberg!
Irene (@MissSkarsgard)
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