La temporada de los quejicas en Mad Men

18/6/12


No sé si será por el tiempo que tuvimos que esperar entre la cuarta y la quinta temporada de Mad Men, pero lo cierto es que tras finalizar su nueva temporada se ha apreciado un cambio ligero pero muy importante entre los seguidores del drama: La serie ha pasado de ser perfecta a poder ser criticada hasta la saciedad.
Seguro que todos habéis leído o escuchado críticas de los talifans, esas personas intolerantes que veneran una serie hasta el extremo y no permiten ningún tipo de crítica hasta que llega la moda de ponerlas a parir. Un ejemplo son las primeras temporadas de Downton Abbey y Game of Thrones. Ambas perfectas y maravillosas, sin fallos, según ellos. Sin embargo, en sus segundas temporadas las dos pasaron a ser basura.
Lo que quiero decir es que, independientemente de los fallos de la serie, las personas a veces tienden a exagerarlos simplemente por eso, porque la moda del momento se convierte en odiar a la serie, no en venerarla. Agrandar los defectos e ignorar los aciertos. Eso es un poco lo que ha pasado en la blogosfera con la quinta temporada de Mad Men.

Desde luego, lo que no podemos obviar es que esta temporada ha sido especial y diferente en muchos sentidos a las anteriores. Para aclararnos mejor voy a hacer una lista con los temas que más polémica han creado en los seguidores:

El humor
Sí, como lo oís. No recuerdo en qué crítica leí que Mad Men había dejado de ser un drama por abusar de la comedia y se había convertido en una tragicomedia. Te cagas. 
Es cierto que ha habido escenas grandiosas con las que hemos reído mucho, como el choque de Pete con la columna o el momento épico en que Joan se encara con la secretaria y le lanza un avión. (Surprise!) pero, dejando a un lado el hecho de que a mí me gustan, hay que destacar que no son nada nuevo. Siempre ha habido pequeños momentos de humor ácido, locura o chorradas que han hecho la serie más realista, porque no lo sería que sus personajes estuviesen los cuarenta minutos de cada episodio sombríos y formales. Mad Men es una serie realista porque sus personajes se contienen, pero a veces estallan. 
También leí en esa misma crítica que la escena del choque de Pete era forzada y no venía a cuento... Venga ya. Mad Men no es una serie de personas perfectas que caminan con elegancia sin despeinarse. Mad Men es una serie de personas reales. Quizá haya habido más humor del habitual, pero no ha disminuido el drama, al contrario, lo ha aderezado.

Joan en el 5x11 "The other woman"
Tal vez sea el episodio que más ha dado que hablar de la temporada. Ya le dediqué una crítica para él solo, pero lo cierto es que este capítulo tiene mucha tela para cortar. 
Hay quienes afirman que Joan ha sido un peón de los guionistas. Una excusa en la que lo importante no era desarrollarla como personaje, tan solo contar la historia. También hay quien dice que su decisión fue incoherente. Yo soy de los que dice que su decisión fue terrible y dolorosa, pero totalmente consecuente en base a cómo ella ve el mundo.


Lo que tenemos que tener en cuenta es que Joan se sentía sola. Y, desde luego, su marido no contribuyó a aumentar su autoestima personal. Cuando le ofrecieron la propuesta, además, ella vio que todos estaban dispuestos a dejar que lo hiciera, a utilizarla como un trapo para conseguir lo que querían (recordad que solo habló con los asquerosos de Pete y Lane, y que Don llegó tarde). A esto hay que añadir la presión de su madre, de tener que cuidar a su bebé y, por supuesto, la recompensa, que era muy, muy jugosa. Cuando alguien se siente mal le da igual hundirse más y más en la miseria, y cuando alguien está desesperado puede hacer cualquier cosa. Aunque reconozco que me extrañó que Roger no hablase con ella. Quizás no quiso presionarla ya que pensó que era su decisión y que él no debía interferir. Él no es para nada posesivo así que podríamos tener una pequeña justificación, aunque esté cogida con pinzas.

Don Draper
Esta temporada ha girado en torno a Don y a la posibilidad de redimirse y alejarse de los chichis que no fuesen de su pareja. Esto, por supuesto, también ha dado que hablar. Hay críticas que afirman que añoran al Don infiel, complejo y místico de las primeras temporadas, y que se sienten... ¿Cómo era la palabra? ¿Traicionados?

Lo primero que hemos de tener claro es que las series evolucionan. Lo importante es que cambien y avancen, pero mantengan la esencia de la serie y sus personajes. Es decir, por mucho que Bree Van de Kamp (Mujeres Desesperadas) evolucionase y se volviese más tolerante con el mundo y consigo misma, nunca dejó de ser la perfeccionista de las magdalenas. En Mad Men ocurre lo mismo. Don, tras vivir tantos años en esa espiral de autodestrucción, necesitaba un cambio. ¿Lo ha logrado? La mirada final de la temporada parece ponerlo en duda. Pero lo que yo tengo bien claro es que no hecho de menos al Don infiel. Llamadme simple, pero a mí nunca me gustó esa faceta suya. Ni compleja ni leches, era repugnante. Además, ha sido refrescante ver a un Don renovado con nuevas metas. Está frustrado y ha perdido por el momento su creatividad, pero no es porque sea infeliz al ser fiel, es porque Megan no le hace feliz.

Megan Calvet
No solo en torno a Don ha girado esta temporada. La gran protagonista también ha sido Megan, la "artista" que tanto ha gustado en el público. Bien, aquí el que discrepa soy yo, y debo decir que no me gusta para nada. Debería de apasionarme por su fuerza, su valentía y el papel que representa de mujer liberal, pero sencillamente no la trago. Es una niña caprichosa e impulsiva que es incapaz de hacer feliz a Don y de ser feliz consigo misma. Ha vivido momentos que han alcanzado cuotas de patetismo extremas, como aquella vez que corrió por el piso huyendo de Don y se tiró al suelo a gimotear. 


Ella y Don jamás podrán ser felices porque ambos pertenecen a mundos distintos. Para empezar, Don nunca se habría rebajado a pedirle a su pareja que le enchufasen en un trabajo. Y, desde luego, al obtener una respuesta negativa no se habría ido a llorar al baño, mirándose en el espejo, como diciendo "ois, qué infeliz soy". De todos modos, al final Megan salió ganando y consiguió el trabajo, porque la vida en familia de ellos dos es así. Ella tiene que ganar siempre, no se permite ceder ni un milímetro. Eso está bien en cierto sentido, y me alegra que no se deje intimidar por Don como hizo Betty, pero a la larga esa obsesión por el control no puede hacer ningún bien. 
Y mejor no hablar de la confianza nula que tienen el uno en el otro. ¿O es que acaso Don ha hablado y sonreído con Megan alguna vez como lo hizo con Joan en el bar? La pelirroja le comprende porque pertenece a su mundo, y ella podría realmente hacerle feliz, ya que es capaz de pensar en la felicidad de ambos. Ese es el gran pilar de Mad Men, el egocentrismo de sus personajes, que a veces no saben mirar más allá en otros corazones. Joan, por el contrario, sí sabe.

Lane Pryce
Me niego a sentir pena o cariño por él. La gente lo ama, pero yo lo detesto. Antes de que se suicidase, me caía ligeramente bien, pero me resultaba en parte indiferente. Siempre he sentido que no venía a cuento en Mad Men, con tramas aburridas y ajenas, o sencillamente penosas como la de la foto de la chica. Pero el colmo fue que se matase a sí mismo, en la agencia, para restregarle a los demás su sufrimiento y que se sintiesen mal consigo mismos. 


Me da igual que estuviera perdido y sufriendo. Podría haber luchado, tragarse su orgullo y buscar otro trabajo, en lugar de abandonar a su familia. Pero no. Fue patético, no pensó en el futuro de ellos, tan solo quiso aliviar su sufrimiento. Fue un mal marido, un mal padre y una mala persona. Jamás aprobaré el suicido si deja tras de sí a gente destrozada. Y bueno, mejor no hablar de la lógica de su mujer cuando Don fue de forma altruista a llevarle dinero. Le culpó diciéndole que "le llenó de ambición" (?).

Gentuza variada
Sí, Harry Crane y demás petardos dan asco y no vienen a cuento, pero siempre han estado con nosotros (por desgracia) y hay que odiarlos, pero aceptarlos. Criticarlos ahora y no antes no tiene sentido. Así que dejemos de exagerar fallitos que no son tan graves y sigamos disfrutando esta serie, que sigue siendo tan maravillosa como siempre. Con peros, sí, pero no por ello deja de ser una de las mejores series que ha visto la televisión. Larga vida a Sterling Cooper Draper Pryce. Y muerte a Harry Crane.

*Otras críticas de la 5ª temporada de Mad Men:

2 comentarios:

  1. para mí siguen siendo perfectas todas las series que has citado al principio... de hecho, cuando leo muchas de las críticas pienso "y a pesar de eso es perfecto".... porque cada uno tiene una opinión y nunca puede encajar una serie con todo el mundo. Las series evolucionan, quizá esa gente no...

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    1. Sí, opino igual que tú. De hecho esta temp me ha encantado y me ha chocado un poco ver tanta crítica... pero bueno, también las hay muy buenas, hay gente para todo :)

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