La noticia de la vuelta de Veronica
Mars a nuestras vidas después de aquella película financiada por los fans
se recibió con vítores en redes sociales. ¡La Vero volvía por fin! Sin embargo,
a veces los regalos vienen envenenados. A partir de aquí, ¡spoilers!
Rob Thomas, allá por 2004, nos
regaló una maravilla hecha serie: una adolescente que, tras ser repudiada
por sus amigos ricos, se transforma en un detective privado y termina
investigando la muerte de su mejor amiga, Lilly Kane. Una especie de Jessica
Fletcher, pero con las hormonas revolucionadas y triángulos amorosos dentro y
fuera del instituto. La combinación era de lo más sabrosa. Después de que The
CW la cancelase, todos nos quedamos con ganas de más, incluido el cast
de la serie. De ahí surgió no sólo la película, sino también esta cuarta
temporada que nos lleva a una Veronica más madura, con nuevos conflictos y
personajes. Sin embargo, no todo han sido rosas en esta nueva tanda de
episodios.
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BOOOOOM! |
En esta cuarta temporada destaco
dos
problemas bastante grandes:
el desarrollo del caso y el final de la
relación Veronica-Logan (LoVe). Sobre el desarrollo del caso,
creo que
centrarnos solamente en quién ha puesto las bombas y que luego salga un
imitador me parece alargar el asunto en demasía –esto se podría haber
cerrado en menos episodios, creo yo–. Me gustaba cuando Veronica tenía un gran
caso que ocupaba toda la temporada y luego pequeños casos episódicos.
Entiendo
que al ser Hulu y una etapa más madura ya no se haga, que quite demasiado
tiempo, pero concentrarnos en solamente un caso me ha parecido agotador,
incluso. Sobre todo teniendo en cuenta que
focalizaban gran parte de la
trama principal en los nuevos personajes.
Matty ha sido un personaje
que nos lo han vendido como una posible “
nueva Veronica”: aventurera,
ingeniosa, sin miedo a ir hasta el final de las cosas y un poco tocapelotas. Es
un personaje que me ha convencido, igual que
Nicole, quien me ha resultado
una
badass total a la que me encantaría volver a ver si renovasen
la serie –Hulu, ya sabes lo que tienes que hacer–.
Nicole es la nueva
incorporación que más me ha gustado, sinceramente. Por otro lado, tenemos a
Clyde, el personaje de J.K. Simmons –sigo sin creerme que este señor
esté en esta serie. Perdonadme por flipar tanto–. Misterioso, con una agenda
propia y yendo de amigo de Keith,
Clyde no ha sido una mala incorporación
para nada, aunque pensaba que iba a ser un poco más turbio, oscuro. El que
tengo que decir que más me ha cargado es
Penn, el personaje de Patton
Oswalt.
Me ha llegado a parecer insoportable. ¿En serio le has dado más
minutos a este personaje, Rob, que a los personajes veteranos? Wallace está
casi desaparecido, Dick sale un par de veces –esto tiene explicación y es por
cuestiones de agenda, cosa que creo que siempre se puede intentar trabajar un poco más–,
Mac ni siquiera sale –también tiene explicación.
Tina Majorino decidió que,
para lo que poco que iba a salir, mejor ni molestarse, cosa que comprendo y
apoyo totalmente–. En este sentido,
el darle tan poco peso a los personajes
por los que realmente nos preocupamos y que nos han acompañado durante más
tiempo me ha parecido un error enorme. Además, le estamos dando un tiempo
precioso a personajes que, tal y como quiere el señor Thomas una
quinta temporada, nos van a importar menos que una mierda. Creo que este aspecto
podría haber estado mejor trabajado.
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Este gif me duele la vida |
El otro asunto es el
final de
la relación entre Veronica y Logan, el OTP de esta serie,
in my opinion.
Después de la vuelta de ellos en la película y su principiante desarrollo en
los dos libros –si no habéis leído los libros, os los recomiendo bastante. Son como dos minitemporadas de la serie y muy
entretenidos–, tenía ganas de saber qué iba a pasar con estos dos tortolitos.
El
desarrollo me ha gustado porque hemos tenido de todo: sexo un poco salvaje,
momentos en los que la posible toxicidad de Veronica sale a la luz –cuando
Logan se carga la puerta de un armarito de cocina “porque a ella le mola verle
jodido” y dan rienda suelta a su pasión–, la duda –Veronica y ese sueño húmedo
con Leo–, ese “Te digo que no me quiero casar contigo, pero quiero que todo
siga bien”… La temporada ha estado llena de momentos que nos han mantenido con
el corazón en un puño, otros en los que ha estado henchido de amor y otro, uno
muy, MUY gordo, en el que se nos ha roto. ¿De verdad, Rob Thomas,
era
necesario que te cargases a Logan Echolls después de que se casase con
Veronica? ¡¿EN SERIO ERA NECESARIO?!
NO, NO LO ERA. Las razones de que
Veronica dé un paso tan grande y el mismo día se quede viuda son dos. Primero,
como guionista,
no sabía qué hacer con Logan ahora que estaba casado con Veronica. “No iba a mandarlo con Veronica a investigar casos”. Mira
,
Rob, eres muy corto de miras. Tenías una cosa delante de tus narices y no
has sabido cómo podrías utilizarlo:
cada vez que me estorba Logan, lo mando
de misión con los Marines. ¿A que no era tan difícil? Puede que sí
resultase repetitivo en algún momento, por lo que te propongo que lo pusieses
como amo de casa y que cuidase del perro –no va a perder su masculinidad por
ello, tranquilo–, a hacer la comida, intentar encontrar un curro en Neptune o
alrededores,
o simplemente las típicas, y más que clichés, disputas por las
que una relación puede tener: “Pasas demasiado tiempo fuera de casa”, si
quieren tener o no hijos, etc. Yo qué sé, Rob, tú eres quien está al cargo de
este barco y al que le pagan por ello. ¡Estrújate los sesos, coño! Pero, no, él
no iba a hacerlo porque aquí viene la segunda razón:
según él, al público le
gusta más Veronica cuando tiene todo en contra, cuando es un “underdog”,
una desvalida. ¡¿Quién ha dicho eso, Rob?! ¡¿De dónde cojones te lo sacas?!
No pongas palabras en el fandom que realmente son tuyas. A TI
te gusta cuando Veronica es una underdog,
cuando es una persona
solitaria, amargada y que parece que no puede encontrar la felicidad. Sí,
es el patrón clásico de las películas
noir detectivescas, pero estamos
en 2019. Podemos innovar. Todo este dolor al final de la temporada era
INNECESARIO, FACILÓN. A ver, Rob, si te queda claro: una mujer puede ser una heroína, una
badass, fuerte, sensible, y un largo etcétera y, ADEMÁS, tener novio/marido/hijos.
Una mujer puede tenerlo TODO, Rob. El problema es que eres un machista y corto de miras.
Tu público es mayoritariamente femenino porque vio en Veronica un ejemplo de lo que se podrían convertir, un personaje femenino distinto a lo que habían visto hasta el momento. Y tú te lo estás cargando.
Esto es lo que Rob Thomas quería.
Ha impuesto su visión. Como creador, es respetable, aunque no lo comparto. Creo
que se podía llegar a un 50/50 entre la visión del creador y lo que espera el fandom
de la serie. Por otro lado, no sé si el revival de Veronica Mars
va a atraer a mucho público nuevo. Creo que Veronica Mars se sustenta en
un fandom más bien veterano y, sobre todo, entregado. Al fandom
que lleva años con Veronica no creo que esto le haya hecho mucha gracia,
especialmente a los shippers de LoVe aka Logan y Veronica. Si
lo que quería Thomas es que el fandom veterano quedase satisfecho y
siguiese ahí para una siguiente temporada, sinceramente, lo dudo. Leyendo
comentarios en artículos de medios norteamericanos, saco como conclusión que
los fans están encendidos en rabia y a punto de quemarle la casa a alguien –a Jason Dohring tampoco le ha hecho mucha gracia ese final–. Los
minoritarios son aquellos que el final les ha parecido bien –sobre todo porque
no les importaba Logan– y que volverán por una siguiente temporada. Yo me lo
sigo pensando.
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