Últimamente me ha dado la vena
con descubrir series de hace unos años que pasaron sin pena ni gloria por la
televisión americana y ni os cuento por la historia de la televisión. Series
canceladas que tenían potencial pero la audiencia no les acompañó. Este es el
caso de Traveler. ¿Queréis conocer de
qué trata? Seguid leyendo sin miedo
a los spoilers.
The three amigos |
Traveler es una serie de 2007
de la cadena ABC a la que la audiencia no le acompañó pero que, in my opinion, tenía una premisa con
potencial. “Three amigos” que
acaban de terminar el curso en Harvard deciden
hacer el viaje de su vida cruzando los Estados Unidos de punta a punta
antes de ir a sus respectivas facultades el año siguiente. Estos tres compañeros
tienen diferentes personalidades, pero parece que encajan bastante bien. Por un
lado, tenemos a Jay Burchell, interpretado
por Matt Bomer – sí, razón por la que he visto esta serie. ¡Jesús, lo que hace
una por los crushes! –, quien quiere
convertirse en abogado porque tiene deseos de cambiar el mundo. Es el más serio
y responsable de los tres, además de un cuqui de cuidado. Luego tenemos a Tyler Fog (Logan Marshall-Green, Quarry). Tyler
es hijo de Carlton Fog (William Sadler, Hawaii Five-0, Agents Of S.H.I.E.L.D.), un exitoso hombre de negocios pero
que, según su padre, “no tiene lo que tiene que tener para hacerse cargo de la
empresa familiar”, por lo que deja de tener el dinero de papá y tiene que
sacarse las castañas del fuego él solo. Tyler es un cabra loca y mujeriego,
vamos, un cliché andante. Por último, está Will
Traveler (Aaron Standford, Nikita, 12 Monkeys), un tío bastante reservado que se dedica a
seguirle la corriente a Tyler con sus ideas locas. La primera parada de este viaje es Nueva York, donde se alojan en
uno de los mejores hoteles de la ciudad porque, why not, si el resto del viaje se lo van a pasar durmiendo en
moteles de mala muerte o en el coche si la pasta no alcanza. Una mañana deciden,
hablando en plata, hacer el capullo en uno de los museos más importantes de la
ciudad, dado que Jay y Tyler van a hacer
una carrera con patines dentro del museo mientras que Will lo graba en su
videocámara. Cuando Jay y Tyler salen del museo, el primero recibe la
llamada de Will disculpándose por lo que va a hacer cuando, ante la sorpresa de
los dos chicos, el museo explota por los
aires. Ahí es cuando comienza la trama de verdad ya que el FBI piensa que Jay y Tyler son
terroristas peligrosos y creen que Will Traveler ha muerto en la explosión.
A partir de aquí, hay dos opciones: o
darse por vencido y entregarse a la policía, o averiguar quién es Will Traveler
en realidad.
Viola siendo un bebé |
En esta serie no sólo seguimos a
nuestros fugitivos sino también al FBI y vemos cómo juegan a este juego del
ratón y el gato. Aquí seguimos a tres agentes en particular: Fred Chambers (Steven Culp, The West Wing), quien
lidera el grupo y va controlando que todo se haga como él diga; Guillermo Borjes (Anthony Ruivivar, Banshee), un tipo que es más bien un
“mandao” y que forma dúo con la tercera agente, Jan Marlow, interpretada por Viola fucking Davis (How To Get Away With Murder). El
personaje de Viola es el mejor en cuanto al trío del FBI. Es un personaje que avanza, que cuestiona la cadena de mando y que
tiene iniciativa propia, además de usar más la cabeza que el arma – no como
su jefe – en cuanto al asunto que tienen Jay y Tyler entre manos. Al jefe le
cogí mucha manía por el comportamiento que tiene con ella y es que la
menosprecia bastante porque sólo se le viene a la cabeza que “quiere quitarle
el puesto” cada vez que la otra no le sigue la corriente. Mira, tío, piérdete,
en serio.
♥ MI NIÑO ♥ |
Sobre el personaje de Matt Bomer,
me ha gustado bastante, aunque no está la altura de la cuquicidad que tenía Luc
Johnston en Tru Calling. Lo bueno es
que tiene muchísimos minutos en pantalla al ser un personaje principal. Sigue
teniendo el mismo aspecto de los últimos episodios de Tru Calling, con ese pelo
al estilo surfero y esa barba de varios días. Lo increíble es que, cuando grabó
la serie, tenía 29 años, a punto de
entrar en la treintena, y le echaría 25 como mucho. Matt Bomer es como el vino,
que envejece muy, pero que muy bien.
Con estas pinceladas, hay que decir que la trama es bastante
entretenida con organizaciones secretas de por medio, conspiraciones, topos,
traiciones y venganzas. Tiene acción y permite ver a los personajes
desenvolverse en un ámbito para el que no están nada preparados. Todo esto es
más propio de una película, tipo Jason Bourne, que de una serie de televisión.
Por eso, me parece interesante que se
hiciese en un formato televisivo, que permite una mayor profundización en los
personajes – conocemos un poco más su historia, sus puntos fuertes y
débiles, sus motivaciones –, conocer
tanto el lado de los fugitivos como el del FBI, el porqué detrás de la
explosión del museo, etc. Además, es una serie con una trama lineal en
todos los episodios, no es procedimental,
a no ser que cada pista o ir de una ciudad a otra os parezca comparable al
“caso de la semana” en otras producciones. Se
la comparó en su momento con la serie El
Fugitivo, de los años 60 y que duró cuatro años en pantalla, pero
simplemente para menospreciar a Traveler.
Sobre el nombre, le viene que ni pintado.
Por un lado, es una referencia hacia Will Traveler, el gran enigma de estos
ocho episodios, y luego por lo que significa la palabra en sí, “viajero”, dado
que los protagonistas se convertirán en fugitivos.
BOOM! |
Aunque originalmente ABC ordenó una temporada de trece episodios, al
final la recortó a ocho – cada uno con una duración de unos 42 minutos de
media –, y es que perder 5 millones de espectadores entre su piloto y su “series finale” dolió bastante. Sin
embargo, el octavo episodio, aunque no se sienta como season finale, podría funcionar como tal porque termina con un cliffhanger importante. Yo me quedé con ganas de muchísimo más y
eso que no soy muy dada a este tipo de series. Para que veáis lo poco
transcendente que ha sido, sólo he
podido encontrarla en YouTube en una calidad medianamente buena – nada de
alta calidad – pero se puede ver. Su
creador, David DiGilio, tras la campaña que hicieron los fans por su
salvación, respondió a las preguntas que
quedaban en el aire y desarrolló cómo hubiesen sido la segunda y tercera
temporada – sí, la serie iba a tener un poco más de vida –, y tras leerlo,
francamente, sólo puedo decir una cosa: la
persona de la ABC que la canceló era una gran cabrona. No pintaba nada mal,
seguía siendo entretenida y ahondaba en los misterios que, durante la primera
temporada, se iban desvelando. A lo mejor Traveler
se adelantó un poco a su tiempo, aunque también en aquella época estaba 24 con Jack Bauer y Alias con Jennifer Garner, y el
cast tampoco tenía un par de
protagonistas conocidos – por aquellos tiempos, Matt Bomer utilizaba su
nombre completo, Matthew Bomer –, que es lo que suele tirar de una serie para
verla o no. Tampoco estar en una network le hacía un gran favor – la vería más acorde a una
cadena de pago ahora mismo por no ser procedimental y porque podría tener un
mayor presupuesto – y ser una serie para el verano tampoco le
vino bien. En la actualidad, podrían haberle dado la posibilidad de tener
los trece episodios en vez de ocho y, a lo mejor, una segunda temporada.
Sin embargo, si te gustan este
tipo de series, esta puede ser tu siguiente elección. Tiene mucho movimiento,
es corta, entretenida y se ve en nada. Traveler
pudo haber tenido una segunda oportunidad, ¿le darás tú una?
Irene Galindo (@MissSkarsgard)
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