El adiós de las sestras: el final de Orphan Black

Orphan Black llegó ya a su fin y con él nos tuvimos que despedir de todas las sestras que nos han acompañado durante 5 maravillosas temporadas para darnos alegrías, tristezas, pero sobre todo, para sorprendernos capítulo tras capítulo. Tatiana Maslany ya se ha coronado para siempre como una reina de la interpretación y nosotros siempre vamos a tener en nuestra memoria a todos y cada uno de los clones a los que ha interpretado en estos años en una oleada creciente de locura científica y no tan científica que nos ha permitido disfrutar de principio a fin. ¡Gracias, Orphan Black, y gracias Tatiana!

SPOILER ALERT!

Recuerdo cuando allá por el 2013 me comí un maratón de siete capítulos con todos mis amigos de una serie que a priori me parecía rara y que probablemente no hubiera descubierto si no fuera por ellos. De hecho, sigo considerando que es una gran desconocida y aprovecho toda ocasión para recomendarla a quien se me ponga delante. El resultado fue que me quedé maravillada con todo, y me han mantenido enamorada cinco temporadas; un amor que ya va a durar para siempre.

En general, esta quinta temporada ha sido una temporada tensa, dramática, con las sestras separadas, pero más unidas que nunca y, como siempre, sin poder confiar en nadie porque siempre quedará alguien todavía más malo y siniestro por encima de tu enemigo. Para mí, la cuarta temporada de Orphan Black ya fue una ida de olla muy importante, y este año no se han quedado atrás para despedirse de nosotros. Vale que los clones humanos no existen, pero cuando me quisieron colar que había un hombre con cientos de años vivo en busca de la juventud eterna, me quedé de piedra. No obstante, ha sido una ida de olla muy agradable que me ha tenido dando grititos de emoción durante los diez capítulos que ha durado y con cara de sorpresa constante. ¡Qué corto ha sido!

Quiero hablar del viaje de cada una de las principales sestras, homenajearlas como se lo merecen, porque todas lo merecen hayan hecho lo que hayan hecho. Todas tan iguales pero tan diferentes a la vez. A día de hoy, me es imposible elegir a una sola clon porque por mucho que me esforzara en escoger, siempre encontraría motivos para elegirlas a todas por unas cosas o por otras. Me atrevería a quedarme con las 274 clones sin conocerlas porque estoy segura de que formarían parte de la familia que han formado Sarah, Helena, Alison, Cosima, e incluso Rachel con todos aquellos que las han acompañado, defendido y ayudado en su lucha por la libertad y la independencia.

Sarah ha tenido para mí, uno de los viajes más complicados -le ha pasado de todo a la pobre- y dolorosos a lo largo de la serie, y es a quien más le ha costado encontrar su lugar en el mundo. Su principal motor ha sido salvar a su hija, a Kira, esa niña encantadora pero a la vez perturbadora que tantos momentos tensos nos ha hecho vivir; y no ha cesado en su empeño en ningún momento por mucho que las fuerzas le fallaran en alguna ocasión. No me extraña, así, que Sarah se derrumbara después de que le arrebataran a su pilar más firme: Mrs. S, esa mujer que aunque no le dio la vida, sí que le dio una vida. Su muerte fue algo que me spoileé y aún así me dolió, sobre todo por lo maravilloso que fue el capítulo de su despedida y por todo lo que Mrs. S hizo por sus chickens... Pero ese capítulo no fue el más conmovedor: me parecieron especialmente emotivos esos últimos minutos del capítulo final en el que todo lo que rodeaba a Sarah eran dudas respecto a su futuro ahora que el único objetivo en su vida era ser feliz, cuando, como ella dice, ya no queda nadie contra quien luchar; lo cual no es del todo cierto, porque tiene a Kira -y su edad del pavo por delante-, que es un buen motivo por el que seguir adelante con todas sus fuerzas. Sarah es, sin duda, el punto central de la serie y me pareció muy acertado que todos sus hermanos (Felix incluido) se sentaran con ella para mostrarle su apoyo incondicional, para enseñarle que todos tienen miedo pero que juntos podrán salir adelante, como lo han estado haciendo hasta ahora. Si han podido contra los neolucionistas, la vida debería ser mucho más sencilla de ahora en adelante.

Helena ha sido ese personaje al que empecé temiendo y acabé adorando. Conforme la hemos podido conocer nos hemos dado cuenta de que todas sus locuras no eran culpa suya -el capítulo que nos mostró su infancia esta temporada me pareció magnífico-, y todos esos problemas la han llevado a ser el pequeño monstruo protector que es. Aunque bruta y despiadada, las escenas de Helena suelen parecerme cómicas (quizás por la estridente música que las acompaña, quizás porque es tan liberal que no puedo contenerme), pero este año he llorado con Helena. Su relación con Sarah siempre me ha maravillado y no han podido hacer una escena más bonita que la del nacimiento de los gemelos: Orange y Purple, a quien más tarde bautiza con los nombres de Donnie y Arthur, los dos hombres que más la han protegido en su vida, un gesto que me pareció conmovedor. Pero mi parte favorita de Helena ha sido sin duda la escritura de sus memorias. Ha ido escribiendo cada una de las historias de sus sestras, para que nadie olvide lo importantes que han sido. Lo único que necesitaba Helena era una familia, alguien que la comprendiera y la cuidara, que confiaran en ella, al contrario de todos los que, a lo largo de su vida, se habían ido aprovechando de su condición para hacer el mal, y me alegro muchísimo de que al final la consiguiera.


Alison no ha tenido una gran temporada, para ser sinceros, aunque se lo podemos perdonar después del ajetreo que tuvo en las anteriores con cadáveres en su garaje, tráfico de drogas e ingresos en centros de desintoxicación. Creo que el principal problema es que ha tenido poco protagonismo y que se ha pasado un tiempo cambiándose el look, un cambio que, a mí personalmente, no me gustó nada. Me gustaba la Alison perfeccionista y su flequillo recto mucho más que la Alison hippie en la que se convirtió. Sin embargo, entiendo que quisieran dar a entender la evolución y cambio que ha sufrido enfrentándose a todo lo que se ha tenido que enfrentar haciendo un cambio físico evidente, porque era una forma fácil de mostrarnos que ya no era quien había sido, que ahora era más valiente y que podía con todo. Sin duda, Alison será recordada por mucho tiempo por sus dramas cómicos y por ser capaz de superar las críticas de una sociedad que está en constante búsqueda de alguien a quien destripar.

Cosima no ha tenido una vida fácil -ni un capítulo la han dejado descansar, a la pobre, en toda la serie-, pero esta temporada las cosas le han ido ligeramente mejor (creo). Me alegro tantísimo de que al final consiguiera tener una vida normal -si se puede llamar normal a tener 273 clones- y que su relación con Delphine prosperara... He de confesar que al principio no me gustaba Delphine para ella, pero ella es otro personaje que ha ido ganándose mi afecto con el paso de las temporadas y con sus acciones aunque, para qué negarlo, a veces me desconcertaba, y mucho. Pero más allá de que sea feliz con Delphine, lo que más satisfecha me ha dejado ha sido que consiguiera hallar la cura para su enfermedad. Será porque desde mi perspectiva científica empatizo con la alegría que da un resultado positivo en la ciencia (supongo que más aún si ese resultado te va a salvar la vida, obviamente), pero esta temporada he querido mucho más a Cosima que nunca. Para ponerle la guinda al pastel, me hubiera gustado que hubiera podido salvar también a los Castor (si es que quedaba alguno más que Mark). Sé que los Castor no eran la trama principal, pero su introducción me ha acabado pareciendo un poco desaprovechada: y hubiera sido genial que clones masculinos y femeninos hubieran podido compartir alguna escena juntos después de que pasara la tormenta. No obstante, adoro que Cosima y Delphine tengan la posibilidad de ser unas heroínas y salvar a tanta gente y que no hayan perdido su integridad después de todo a lo que las han sometido.

Rachel es, sin duda, quien posee el desarrollo más sorprendente en esta temporada. Ha pasado de ser una bitch a hacer que quisiera levantarme y aplaudirle por sus decisiones. Para mí, su comportamiento es totalmente comprensible, aunque no justificable, después de que se hayan pasado la vida haciéndola creer que era más especial que el resto. Uno de los momentos que más me sorprendió esta temporada fue cuando descubrió que su ojo biónico era más que un ojo, y me fascinó cómo cambió su comportamiento y la decisión radical que tomó al respecto. Me da pena que al final acabara sola, sobre todo, siendo egoísta, porque me hubiera gustado que hubiera habido una escena con las cinco clones, pero también porque me parece muy triste que todo el mundo en quien ella confiaba la traicionara sin piedad, mirando únicamente por sus intereses. Rachel en el fondo no era mala, y me hubiera gustado verla en un entorno que no fuera su burbuja de perfección, relacionándose con gente normal, con las demás sestras, porque aunque falta de habilidades sociales, si se esforzaba, era capaz de empatizar un poco con las personas (por ejemplo, la relación que le construyeron con Kira, a mí me parecía magnífica); solo le hacía falta que la comprendieran un poco. No obstante, en realidad, el final que tuvo era lo que merecía, porque por mucho que te hayan educado de un modo, tienes que tener un poco de sentido común antes de actuar. De todos modos, su despedida es totalmente digna porque acaba haciendo lo correcto, y eso dice mucho de la estupenda evolución del personaje que hemos podido presenciar.

Me alegro mucho de que al final consiguieran dar con el enemigo máximo y derrotarlo; en el Clone Club no podemos estar más contentos. Leí por ahí que hasta Tatiana se echó a llorar de verdad en la escena del gif y me parece mágico que pase algo así. Nos han dado un final esperanzador; uno de esos finales que te hacen quedarte pensando en qué más les habrá pasado mientras son felices a esos personajes que tanto has visto sufrir.

Tengo claro que Orphan Black ha terminado en un momento perfecto. No han querido pecar de avaricia abarcando temporadas que no contaran nada, sino que han preferido darle un final justo y oportuno. Menos mal. Le doy gracias a Orphan Black por retratar tan bien y acercar la biología y los problemas éticos que conlleva a la gente. Aunque la clonación humana sea aún ciencia ficción, me alegra que la serie tenga una base científica sólida y que den a conocer conceptos que de otro modo no llegarían a mucha gente. Le doy gracias por crear una historia en la que las mujeres sean protagonistas y capaces de pelear por su libertad, porque es algo muy necesario en la sociedad en la que vivimos. Le doy gracias por descubrirme a Tatiana Maslany y por emocionarme durante estos años. En resumen, le doy gracias a Orphan Black por haber existido.



"My story is an embroidery with many beginnings and no end. But I will start with the thread of my sestra Sarah, who stepped off a train one day and met herself." - Helena

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 Doralicia (@Doralais)