Hacía ya un año que no volvíamos
a Banshee, el pueblo más loco y
salvaje de la geografía estadounidense. Esta temporada se esperaba con muchas
más ganas debido a que es la última de la serie, por lo que personalmente me
espero una locura tras otra. Si quieres saber lo que ha pasado, no dudes en
seguir leyendo.
*SPOILERS*
Estos dos se vuelven a ver las caras |
Si tengo que describir esta season premiere con una palabra sería desubicación. Hacía tiempo que no me
encontraba tan perdida con un capítulo de una serie en emisión como me ha
pasado con este. Y no, no es porque no me acordaba de la anterior temporada –
el maratón en dos días de la tercera ha sido fino – sino porque estamos ante un salto temporal de DOS AÑOS,
ni más ni menos. ¿Hardcore? Un poco,
sobre todo si vemos a un Lucas Hood
completamente desmejorado, con melena y barba larga. Parecía sacado de un
grupo indie. No me esperaba en
absoluto este salto temporal, por lo que me ha dejado loquísima, aparte de los
acontecimientos que hemos ido viendo en el capítulo. Menos mal que, poco a
poco, han ido rellenando los huecos con flashbacks muy necesarios – Arrow, aprende – que nos han permitido conocer el porqué Hood se distanció de su gente.
Como ya recordaréis, la tercera temporada fue un impacto emocional gigantesco
para Lucas debido a la muerte de Siobhan
a manos de Chayton, la muerte de Gordon
– la cual le afectó al ver el impacto en Ana/Carrie – y la desaparición de Job. Se puede decir que bajó a los infiernos y
ahora necesitaba un momento para despejar su mente, como bien dice él. En uno de los flashbacks podemos ver cómo Carrie y Lucas van en busca de Dalton,
el hombre que conocimos en la season
finale. Este señor fue quien le entrenó para incorporarse a un equipo de
élite del cual no sabemos mucho más, excepto que le ha convertido en alguien
letal. Hood cree que él puede ser la única persona que conozca el paradero de
Job pero ya no es así. Sí es cierto que pagó por su captura pero luego se lo
entregó a otro grupo de personas, una
especie de cúpula con mucho poder, lo que me recordó a The X Files. Dalton está
convencido de que Job está muerto y esa presuposición va calando poco a poco en
Lucas, llegando a tirar la toalla. Me ha dado mucha pena ver a Lucas Hood
así, en estos momento tan bajos, bebiendo sin parar y a punto de suicidarse de
un disparo en la boca. Creo que es comprensible su situación y me vienen a la
mente las palabras de Brock en la temporada pasada: “Todo lo que tocas se
convierte en sangre”. Y creo que es lo que debe de pensar él: Siobhan fue un
golpe muy duro, era su camino a la felicidad y quedó truncado por la sed de
sangre de un psicópata, y luego Job, quien ha sido no sólo un amigo, sino un
apoyo fundamental en una parte importante de su vida. Espero enormemente que
Job haya encontrado la manera de mantenerse con vida porque, señores, no estoy
preparada para tal despedida. El impacto
de la “vuelta” de Hood al pueblo – en realidad jamás se ha ido – ha hecho que sus allegados no se lo tomen muy
bien que digamos. Uno de ellos es Sugar,
quien no puede creer que intente entablar una conversación trivial con él. Por
otra parte, Carrie simplemente tiene
curiosidad por saber dónde ha estado.
Genia y figura hasta la sepultura |
Pero lo que hace que Lucas Hood
vuelva a tomar las riendas de su vida es una noticia que jamás se me hubiese
pasado por la cabeza: la muerte de
Rebecca. ¡¿POR QUÉ?! Si, para mí, la tercera temporada se podría resumir
con el nombre de la sobrinísima de Proctor, en esta ocasión nos la encontramos rajada de arriba abajo en
la desembocadura de un río completamente desnuda. Dios, esta muerte duele,
no lo voy a negar y no, tampoco estaba preparada para ella. En estos dos años
que no hemos visto, al parecer Rebecca
se había convertido en la total sucesora de su tío en sus negocios, lo que
es motivo suficiente como para que haya terminado de esta manera tan bestia.
Volviendo a Lucas, este se siente destrozado al ver cómo ha
terminado, después de haberla avisado de que su tío no era bueno y que
podría traerle nefastas consecuencias. Un par de flashbacks son claves para comprender su situación. Rebecca fue quien le sacó del motel en el
que se encontraba y le dio un hogar donde pudiese vivir en solitario sin
llamar mucho la atención y, la última escena – la cual han puesto incluso antes
de los créditos – nos permite ver que Rebecca
se seguía preocupando por él. La escena en la que se ve a dos hombres
dolidos por el mismo hecho, Proctor y Lucas, me ha gustado muchísimo y al mismo
tiempo me ha entristecido ver dos hombres con tanta fuerza sumidos en esa
situación emocional. Una de las mejores cosas que pudo incluir Banshee a partir de la segunda temporada
fue esto, el impacto psicológico y emocional de cada locura que ocurre en este
pueblo, la profundidad que tienen los personajes. Sí, Banshee empezó como una serie
llena de bestialidades, sexo, sangre y mucha violencia pero, poco a poco, ha
evolucionado hasta convertirse en algo mucho más que eso sin perder el sello de
identidad. Esta escena es un momento perfecto para pensar en lo que se ha
convertido uno de los buques insignia de Cinemax. El encuentro entre ellos era algo obligatorio y ha ocurrido de forma
muy natural y sin violencia de por medio. Ambos buscan lo mismo, vengar la muerte de la chica, pero
Proctor, al convertirse en alcalde – ¡qué genialidad y qué WTF al mismo tiempo! – lo tiene más complicado que nunca. Por eso Lucas va a ser un poco su mano ejecutora al
respecto, saldándose ya con el primer herido en el proceso. Lucas Hood ha
vuelto para quedarse un rato más y ahora lo va a hacer siendo mucho menos
paciente que antes, cosa que me alegra. Esto significa que los ingredientes
básicos van a aumentar su potencia porque, señores y señoras, en esta última
temporada nos tiene que explotar la cabeza por cojones. No me espero otra cosa
de esta serie.
Carrie, ¿podrías ser mi madre? |
Un personaje que también lo está
pasando mal es Carrie, a quien hemos
visto rehaciendo su vida tras el duro golpe de perder a Gordon. Su muerte ha
traído varias consecuencias como que se encuentre aislada y rodeada de seguridad – cámaras y puerta automática
implicados –, o que no tenga la custodia
de sus hijos. Como le dice su psicólogo, al cual va porque se lo mandan,
quebrantó la libertad condicional y esta es su nueva situación. Sin embargo,
como ella misma dice, vivir ahora mismo le
resulta una tarea ardua y no puede quitarse de la mente a Gordon, cómo la
miraba hasta que dejó de respirar. Por eso, una de sus mejores distracciones es patear culos de delincuentes y
darles su merecido. ¡Olé, olé y olé! Gracias, Banshee, por regalarnos otra escena de estas que quitan el hipo. Es
en esos momentos cuando recuerdo lo mucho que te echo de menos durante el año.
Una de las preguntas que me han surgido al ver el episodio – que son muchas,
por cierto – es qué pensarán de ella sus hijos tras la muerte de su padre. ¿La
odiarán? ¿La querrán? No es una gran incógnita pero sí que me gustaría que
Carrie terminase con ellos viviendo lo mejor que puedan, apoyándose los unos a
los otros y que conozcan toda la historia si se da el caso. Ella se lo merece
después de todo por lo que ha tenido que pasar.
PUTO AMO |
Por otro lado, como ya os he
mencionado, Proctor es ahora el alcalde
la ciudad, lo que me parece maravilloso y sorprendente por partes iguales.
Pero con quien me quedo en este episodio es con el enigmático pero espectacular
Burton. Sí, tengo un hueco especial
para este personaje al que me gustaría conocer muchísimo más debido al gran
potencial que tiene. Al parecer, los
negocios de Kai siguen viento en popa pero se ha buscado unos aliados un poco
particulares aunque nada desconocidos, los neonazis. Estos se encargan de la seguridad, aunque su
papel no ha quedado muy claro excepto que los Redbones han quedado relegados a
su territorio donde hacen sus chanchullos. Calvin,
jefe de la Hermandad, ha sido el
encargado de ajustarle las tuercas – y nunca mejor dicho – al Redbone que Burton le ha traído como
regalo, aunque el golpe de gracia se lo ha dado él mismo, quedando como el
puto amo que es. ¿Por qué no me espero nada bueno de esta alianza tan extraña?
En algún momento va a explotar por una cosa o por otra y ya veréis la que se va
a armar. Nada bueno puede pasar aquí.
Creo que la felicidad no le durará mucho |
Hablando de neonazis, o
exneonazis, en este caso, parece que Bunker
vive una vida feliz y sosegada en su nueva casa y dándose una alegría para el
cuerpo. Después de la última vez que le vimos, agarrado por excompañeros suyos
y a punto de que su hermano le quemase la piel, ha sido muy grato verle de esta
forma. Sin embargo, nos hemos enterado de cosas bastante turbias como que
estuvo dos meses en la unidad de quemados. Honestamente, me esperaba que el
estropicio fuese mucho peor, llegándole a quemar cada uno de los tatuajes que
tiene y no sólo el del pecho. Por otro lado, me gusta que mire cierto lado
positivo a través del comentario quitándole importancia a pesar de lo trágico
que es el suceso en sí. Da la sensación de que lo ha ido superando poco a poco
pero realmente no es así, como se puede ver en el reencuentro con su hermano. No sé qué esperaba Calvin de Bunker, estaba
claro que iba a mandarle a la mierda. Tío, le quemaste el pecho, ¿tenías
esperanzas en que te perdonase y bromease sobre el asunto? Puff, menudo ser. A
este le falta poco para que se le vaya el poco control que tiene y empiece la
carnicería. Imaginaos cuando se entere
de que su mujer se tira a su hermano. ¡Oyoyoyoyoy! ¡Qué jugoso es todo
esto! No he podido más que reírme porque tiene tela el asunto. Ojalá Bunker no
termine muerto, es un personaje que se ha ganado mi cariño en poco tiempo y me gustaría
verle como un verdadero superviviente, más de lo que lo es ya.
Por último, Brock ya ha conseguido lo que quería, ser sheriff, y una cosa que
no puede negarle a Lucas es que su ejemplo en tal cargo ha hecho que él mejore
como profesional. Aunque sigue siendo un tipo demasiado cobarde y tocapelotas
para mi gusto, pocas veces me hubiese imaginado su actuación al final del
episodio, salvando a Hood del grupito de pueblerinos perdidos en el monte con
sus propios métodos. Creo que ahí Lucas se ha dado cuenta de que ha tenido
cierta influencia en el único personaje que se merece la muerte y todavía no la
ha encontrado.
En general, me ha parecido una
gran season premiere que establece
las bases de las que parte esta última temporada. Si vemos este episodio, es
sorprendente que sea de Banshee ya
que no lo parece. Siempre nos ha tenido acostumbrados a que las nuevas
temporadas empezasen con un salto temporal mucho menor – unos meses a lo sumo –,
por lo que el impacto en el telespectador es mínimo, pero esta vez tal y como
está montado, la profundidad de las heridas en los personajes, convierten a
este episodio en algo mucho más especial. Me ha dado la sensación de que
estuviese viendo una temporada completamente desconectada del resto, excepto
por la trama de Job, por lo que la sensación de desorientación ha sido mayor. Esto
no significa necesariamente que no me haya gustado, al contrario, dado que me
suscita muchas más preguntas de las que podría tener, lo que es una buena
señal. Por otra parte, se nota el cambio de localización – de Charlotte a Pittsburgh
– no sólo en la nueva comisaría, una chuchería para los ojos de lo bonita que
es, sino también en que el pueblo ha crecido – ¿esto se traduce en que hay más
gente disponible para matar, verdad? –. Por último, destacar a la agente Nina
Cruz, la cual no sabemos muy bien qué papel juega pero al menos me pica mucho
la curiosidad.
Por mi parte nada más excepto
recordaros que podéis dejar vuestros pensamientos, sentimientos o cualquier cosa
que se os haya pasado por la cabeza al ver el episodio. Siempre es muy
interesante conocer vuestro punto de vista y cómo habéis recibido la nueva
temporada de esta joyita de la televisión.
¡Hasta la semana que viene!
#ForeverBanshee
P.D: El nuevo corte de pelo de Lucas Hood me pone muy burra. Le
queda muchísimo mejor, in my opinion.
P.D.D: Para no perder la costumbre, Cinemax ha subido nuevos vídeos
de Banshee Origins, para ponernos
mejor en situación. Es curioso ver que todas las escenas comparten la misma
localización, el bar de Sugar. Atentos en especial al minisode de Burton.
Irene (@MissSkarsgard)
¡Hola Irene! Un añazo después vuelvo al blog.
ResponderEliminarAl grano, no me ha gustado el episodio y estoy bastante rallado. Plenamente de acuerdo con la sensación de desorientación, me sentía desubicado a lo largo de todo el episodio.
Creo que le estoy dando demasiada importancia a la serie, o al episodio, no lo sé. Desde los primeros minutos, enterarme la muerte de Rebecca y el salto temporal no lo recibí bien. Me pareció tramposo y me preocupa que recurran a los flashbacks en este enorme lapso de tiempo para tapar agujeros y argumentar cosas en su defensa con esto...
No quiero sonarte borde ni nada de eso, estoy bastante desganado que ni me apetece comentar temas vistos en el episodio. Solo me queda decir que me ha gustado tu review (optimista por cierto) y que muy agradecido por la rapidez de la entrada un día después.
Un saludo.
Lolo
¡Muchas gracias por tu comentario, Lolo! Es un placer verte de nuevo un año después por estos lares.
EliminarNo te preocupes, no suenas borde. Te entiendo a la perfección. Para mí escribir la review ha sido un poco difícil porque entre que había tanto que comentar y que no he podido quitarme del cuerpo esa sensación de desorientación, han hecho que la tarea sea ardua. Así que entiendo que estés un poco desganado, aparte de por los motivos que has comentado.
No me esperaba para nada la muerte de Rebecca. Me duele porque es un personaje que me gusta muchísimo pero creo que es un recordatorio de que en Banshee puede morir cualquiera y eso ya nos lo dejaron bastante claro en la anterior temporada. Me parece un motivo de peso para que Hood vuelva a ser el que era, incluso yendo un poco más allá. En mi caso, no lo tomo como tramposa sino como algo que, si lo piensas fríamente, más pronto que tarde podría sucederle a Rebecca. Meterse en los negocios de su tío tiene un alto precio: primero, la pérdida de su alma cándida y, segundo, su vida. En cuanto a los flashbacks, espero que no recurran demasiado a ellos pero, visto lo visto, me parece que están muy bien puestos y argumentados. De todas formas, me gusta que Banshee tenga esa parte experimental que suele utilizarla muy bien. Lo hemos visto en la parte de la dirección de los episodios y ahora con la narrativa. También espero que la sensación de desorientación vaya disminuyendo cuanto más nos metamos en la temporada.
Sí, sueno bastante optimista, raro por mi parte, pero confío en la serie y en que Jonathan Tropper haya planteado una gran temporada, aunque esta desubicación haya sido un precio a pagar por parte del espectador. Te animo a que tengas fe.
Otro saludo.