The Wire ha sido una de mis series pendientes durante un par de
años y, recientemente, he podido saldar esa deuda. Aunque me ha durado un
suspiro, es una serie que me ha costado seguir ya que no es de las que enganche
como otras lo hacen, por lo que eso añade una gran dificultad en recomendársela
a otras personas. En esta entrada os hablaré un poco sobre ella y comentaré lo
que me ha parecido sin spoilers.
The Wire nos sitúa en Baltimore, una de las ciudades más castigadas
por el crimen de Estados Unidos, como veremos a lo largo de las cinco
temporadas que la forman. Aunque en un principio sigamos a Jimmy McNulty (Domenic West, al que podéis ver actualmente en The Affair),
un policía de Homicidios de pura cepa
con problemas con la autoridad, amigo del alcohol y de las mujeres que no son
la suya, veremos cómo poco a poco Jimmy no es más importante que el resto
de personajes que se nos van a ir presentando, los cuales forman entre todos
una serie muy coral que nos invitará
a preocuparnos por ellos, incluso cogerles cariño, o a odiarlos sin remedio.
Jimmy, en el fondo, es un tío muy tocado y, sobre todo, muy perdido. En cierto
sentido se le podría comparar con Don Draper, dos tipos que no saben ser felices ni teniéndolo todo.
McNulty tenía un buen trabajo, su mujer y sus hijos, pero el primero le
absorbía tanto – y lo sigue haciendo – que parece que hace imposible la
compatibilidad entre este y su vida familiar. También se puede pensar que su
verdadera familia son sus compañeros de trabajo, en especial Bunk (Wendell Pierce, al que habéis
podido ver en The Michael J. Fox Show),
asiduo compañero de copas que termina incluso peor que McNulty – vómitos
incluidos al día siguiente en el trabajo –. Por otra parte, aunque no sólo se
ve en el caso de Jimmy, este vive
frustrado con su trabajo ya que, por pitos o por flautas, no puede trabajar
como él realmente quiere, teniendo todos los recursos necesarios para llevar a
cabo una buena investigación y coger al tipo malo de turno. Esta frustración se llega a transmitir al
espectador, el cual está viendo al mismo tiempo cómo los peces gordos de la
institución de policía sólo quieren falsificar las estadísticas, coger su
dinero y seguir viviendo bien.
A estos dos hay que quererlos muy fuertemente |
La trama de la primera temporada se centra en la creación de un nuevo departamento, el de Crímenes Mayores, el cual
tiene a la cabeza a Cedric Daniels
(Lance Reddick), un hombre con un pasado laboral un poco tormentoso que le
puede dar una bofetada en un futuro. Formando el grupo tendremos a Freamon (Clarke Peters), un hombre que,
cuando no hay curro, se dedica a construir muebles para casas de muñecas y
venderlas a un buen precio – el hombre se podría retirar con esto –, pero
cuando sí hay material al que hincarle el diente veréis a un hombre muy listo,
avispado y al que es difícil no tenerle cierto cariño. Por otro lado tenemos a Kima (Sonja Sohn), una afroamericana
lesbiana que vive en un mundo completamente de hombres y cuya palabra no vale
menos que la de cualquiera que tenga un par de testículos en ese edificio.
Gracias a su trabajo y actitud, se ha ganado el respeto de sus compañeros, lo
cual es muy loable. Decir de Kima que me parece un personaje pionero ya que en
2002, cuando se estrenó la serie, no se escribían papeles como este, al igual
que Omar Little, del que os hablaré un poco más adelante. El círculo lo
terminan de completar Prez, el cual
al principio será un enchufado por parte de su suegro pero que poco a poco
encontrará su propio sitio dentro de la dinámica del grupo; Sydnor (Corey Parker Robinson), quien
se toma muy en serio su trabajo y quiere hacer las cosas bien, y Craver (Seth Gilliam) y Herc (Domenick Lombardozzi), uno de los
bromance de la serie; son uña y carne
aunque tienen actitudes diferentes: mientras
Craver es más serio, tanto que a veces se pasa al ejercer su autoridad, Herc es
un completo gilipollas, y no hay otra forma de definirle. No sabéis las
ganas que he tenido durante toda la serie de que le metiesen la paliza de su
vida por imbécil perdido. Un tío chulo, bocazas, metepatas, una diana perfecta
para una bala perdida. Como podéis estar imaginándolo, McNulty también formará
parte de este grupo y establecerá relaciones muy interesantes, destacando
personalmente la que tiene con Kima y esas conversaciones que tienen cuando
están en algún tipo de misión o porque tienen que vigilar a algún sospechoso. Al principio el grupo tendrá más
integrantes pero se irán cayendo con el paso de los episodios, por lo que
sólo resalto a los principales. Personalmente, hay personajes que me han
sorprendido gratamente y de los que no esperaba mucho de ellos como, por
ejemplo, Prez, el cual me parecía un patán pero con el tiempo le cogí un gran
cariño, al igual que a Freamon, el cual no sabía qué papel iba a jugar en la
trama. Aunque Jimmy sea un antihéroe, sí que se ha ganado mi aprecio, sobre
todo con el bromance que forma con
Bunk – borracheras épicas que forman una de las esencias de la serie; grandísima pareja la que hacen estos dos –. Otros
personajes que conoceréis y que son de mis favoritos serán Duke, de la cuarta temporada, el cual me rompe el corazón; Bubbles (Andre Royo), a quien no puedo
querer más, y Omar Little, entre
otros, afroamericano, gay y el tipo con más huevos que he visto en tiempo,
formidablemente interpretado por Michael K. Williams, quien cada vez que sale
en pantalla lo borda.
Para los que les encante ver
caras conocidas, por aquí vais a ver unas cuantas como a Falcone de Gotham (John Doman), a Petyr “Littlefinger”
Baelish de Game Of Thrones (Aidan
Gillen), a Sugar de Banshee (Frankie
Faison), Pornostacho de Orange Is The New
Black (Pablo Schreiber), Andy Bellefleur de True Blood (Chris Bauer), Freddy de House Of Cards (Reg E. Cathey), el padre de Marty Kaan en House Of Lies (Glynn Turman), y a varios
actores de The Good Wife como quien
interpreta al pastor Isiah Easton (Gbenga Akinnagbe), a Dexter Roja (J.D.
Williams), al juez Robert Parks (David Fonteno) o al jefe del grupito del NSA (Michael
Kostroff) en la quinta temporada.
Este hombre se come la pantalla |
Cada temporada tiene un tema en concreto que se irá desarrollando
durante la misma. En la primera
se nos presentará el negocio de la droga
en los bajos fondos de la ciudad por parte de Avon Barksdale y Stringer
Bell como mano derecha, interpretado por un Idris Elba que, especialmente
en la tercera temporada, se come la pantalla, y cuyo personaje es de los más
interesantes. Conoceremos no sólo su
funcionamiento sino también las relaciones entre las distintas partes ya
que todo queda en familia, literalmente. En la segunda temporada se tratará el tema de los muelles y el trapicheo que se da en ellos con el robo de
mercancía, relacionándolo al mismo tiempo con el mundo de la droga. En la tercera temporada ahondaremos en la relación que se da entre este mundo del
polvo blanco con la política, donde los grandes jefes de las calles de
Baltimore hacen generosas donaciones a señores de traje y corbata que dan
mítines para sus enormes campañas. En la siguiente temporada, se tratará uno de
los temas más duros, pero no por ello menos interesante, que es el sistema escolar y el futuro de estos
niños que parece ya estar escrito incluso antes de que nacieran. Para muchos – incluyéndome a mí misma –
esta es la mejor temporada de la serie por su dureza pero al mismo tiempo por
la implicación que el espectador puede tener con estos muchachos. No pensé
que me iba a preocupar tanto por ellos pero me sorprendí a mí misma cuando vi
que sí lo hacía, que me emocionaba con sus historias y que me alegraba o
entristecía por algunas de las decisiones que tienen que tomar en sus duras
vidas. Por último, la quinta temporada gira
en torno a los medios de comunicación,
su tratamiento de la información, la inaptitud del departamento de policía y
del ayuntamiento en sí, aparte de ver cómo la gente se aprovecha de un colectivo
social que parece importar bien poco en la ciudad de Baltimore, los indigentes.
Visto en conjunto, The Wire hace un gran análisis de la situación de la ciudad pasando
por todos, o la mayoría, de los palos para darnos una visión panorámica del
lugar, desde los policías de a pie, los que llevan las investigaciones,
pasando por los peces gordos y terminando en alcaldes y senadores, al igual que
en el otro bando con los camellos y los grandes jefes del cotarro. Como veis, se tratan los dos lados de la moneda al
mismo tiempo, por lo que tendremos personajes queridos y odiados en ambas
partes, haciendo mucho más rica la experiencia y teniendo hasta un posible
conflicto moral al posicionarnos indistintamente en un lado u otro.
Yendo hacia un terreno más personal,
como podéis ver y seguramente habéis leído o escuchado, The Wire es una serie maravillosa, un peso pesado dentro del mundo
de las series, y muchos la tienen en un altar. En mi caso no es así. The Wire, desgraciadamente, no estaría
entre mis series favoritas, es más, pensándolo fríamente, me costaría muchísimo
recomendarla ya que depende de la persona con la que estuviese hablando. Es una
serie, in my opinion, difícil de ver
y complicado de meterse en la trama. Al principio me sentí muy perdida, demasiados
nombres, los repiten pocas veces, te cuesta ubicarte, y eso me hizo sentir una
especie de frustración porque me gusta situarme bien desde el principio, tener
un esquema mental de lo que estoy viendo y lo que está pasando en cada momento,
pero en este caso no era así, por lo que meterme en la trama fue un problema
que me desesperaba. Con el paso del tiempo, y ya mejor ubicada, añadidle mi
frustración por no conectar con la mayoría de personajes, a los cuales a muchos
de ellos me daban ganas de pegarles un tiro por una razón u otra, sobre todos a
los altos cargos, quienes se ganan el odio a pasos agigantados. Al no
preocuparme del destino de la mayoría de personajes, conectando o interesándome
realmente por sólo unos pocos, mi frustración iba en aumento y mis ánimos iban
menguando, por lo que agradezco de veras las palabras de aliento que me daban
algunos de mis seguidores en Twitter. Añadid también a la mezcla la frustración
y rabia que me producía la serie al ver ciertas injusticias que se llevaban a cabo
– otra vez esos malditos peces gordos –. Por lo tanto, a mi parecer, The
Wire NO es una serie para todo el mundo, hay que tener mucho ánimo y
fuerza de voluntad, y quiero que esto quede claro y que puede aplicarse a
muchas series: no porque una serie esté
en el olimpo seriéfilo tiene que verla todo el mundo; que cada uno vea lo que
le apetezca y lo disfrute, que no vea nada por obligación o para considerarse
más seriéfilo que otro porque eso es una tontería. Si os pica la curiosidad
con esta serie, mirad el piloto, y si os gusta el rollo, bienvenidos seáis a
Baltimore, amigos míos. Personalmente, la serie me ha dejado fría en ciertos
aspectos, me ha faltado más justicia,
más sangre – la cual aparece en una mayor escala en la última temporada –, pero es posible que lo que yo pida no sea
tan realista, que es algo por lo que se caracteriza la serie, cómo plasma la
realidad. Una pega que tengo que ponerle a la serie es que la mayor parte
de la acción se da en los dos últimos episodios de las temporadas; la trama en
sí es muy lenta pero creo que podrían pasar ciertas cosas “gordas” a lo largo
de toda la serie, haciendo que el espectador se meta más en la historia, no
dejando toda la “diversión” para el final. Esto no quiere decir que lo que pasa
anteriormente no sea importante, es el camino que lleva a la resolución de los
conflictos, pero me ha faltado “algo” más. Se puede aplicar el dicho de “lo importante no es el destino sino el
camino para llegar hasta él”.
Algunos os preguntaréis que qué
le ha faltado a esta serie para que esté entre mis favoritas y es algo que
quiero dejar muy claro para que nadie se me eche encima diciendo que cómo no
puede estar en mi altar particular. En mi caso, para que una serie esté en esa
posición especial tiene que engancharme, hacerme sentir, que me preocupe por
los personajes, que quiera saber más, que me mantenga en vilo, que me haga
meterme en la trama, que VIVA la serie, y The
Wire no lo ha hecho. Vuelvo a repetir, esto no quita que la serie sea muy
buena, que lo es y lo reconozco, pero a lo mejor no es mi serie, pero la he
visto por curiosidad, porque quería y no por quedar de guay.
Siempre a sus pies, Omar Little, siempre |
Haciendo un pequeño hincapié en
las tramas, me parece una visión muy
realista y te hace ver la pésima situación en la que se encuentra la ciudad de
Baltimore. La corrupción es la
peor enfermedad, la que produce que todo vaya mal y que no se hagan las cosas
de la forma adecuada. Da un asco terrible ver cómo los altos cargos del
departamento de policía sólo se preocupan por bajar los porcentajes de
criminalidad de cualquier forma, siempre chapucera, no dejando a los agentes
trabajar como deberían, llevando a cabo investigaciones de gran envergadura
que, de repente, se paralizan cuando están a punto de conseguir la prueba
definitiva para llevar a cabo la detención del capo. La frustración se masca en el ambiente, el enfado, la rabia de ver cómo
el buen trabajo policial se echa por la borda sin mirar hacia atrás. Da un
asco terrible ver cómo los señores de la droga están untando a los políticos
para lavar su dinero o para obtener favores e ir escalando posiciones en otra
organización que no sea la suya propia; da mucho asco ver cómo los políticos
prometen el oro y el moro, no caer en la corrupción pero al final lo hacen
porque la ambición es quien lleva la voz cantante; da vergüenza ser testigo de
cómo los periodistas se aprovechan de una comunidad tan desfavorecida como los
indigentes para vender periódicos. Pero lo
que más frustración y rabia produce es comprobar que no hay justicia para los
chicos malos, que estos se van a ir de rositas, que hagas lo que hagas las
cosas seguirán igual, o peor, y que no se puede hacer nada para remediarlo.
No importa que se corte una rama del árbol de la droga porque saldrá otra más
fuerte y peor, mejor organizada ya que se aprende de los errores de los
anteriores; no importa que se recaben pruebas contra ciertos políticos porque
con favores y labia saldrán del bache. Una ha terminado con mucha impotencia y
con sed de justicia, algo que se ve que no hay en este mundo, no sólo en
Baltimore.
En cuanto al apartado más
técnico, la serie se compone de cinco
temporadas, de unos 12 episodios de
media de una hora de duración
cada uno. David Simon es el creador
de la serie, también conocido por la serie Treme,
quien se basó en su experiencia en la sección de sucesos en The Baltimore Sun junto con la
experiencia como policía de Homicidios de Ed
Burns. El vivir de cerca este tipo de situaciones no sólo le han valido la
ovación de la crítica sino también del público, destacando la opinión de las
comunidades retratadas quienes dicen que se ha plasmado de forma perfecta hasta
los diálogos entre los personajes.
Como podéis ver, The Wire es un viaje que uno tiene que
estar dispuesto a hacer, con muchas ganas, tesón y curiosidad. Es una serie
lenta, que tiene que entrar poco a poco, y con eso en mente creo que el camino
se puede hacer mucho más llevadero. Ahora os toca a vosotros si comprar el
billete o no. Os animo a ello a los interesados y, a los que ya la habéis
visto, os invito a dejar vuestra experiencia en el apartado de comentarios para
animar a los indecisos.
Let’s go home – McNulty
Otro día que tenga más tiempo dejo mi opinión personal a la que considero la mejor serie de la historia de la tv, aunque chapó a toda tu review, tanto la primera parte que retrata de forma excelente lo que es la serie, como después cuando recalcas que no es para todo el mundo, eso es muy importante y es una gran verdad, pues hay mil factores que pueden influir... yo siempre digo a quienes la recomiendo que hasta el 6º o 7º capitulo no me enganchó (y no me refiero al enganche de ver varios capitulos en un día, porque es una serie que no da pie a ello, con sus capitulos largos y densos de 1 hora de duración, es mejor saborearla en pequeñas dosis aunque la veas en un corto periodo de tiempo), y como te pasó a ti, me sentía perdido y desubicado con tanto personaje que no recordaba su nombre y tantas tramas a la vez, pero poco a poco la serie me fue ganando hasta elevarla a lo más alto, y he visto muchas muchas series, aunque aun tengo pendiente alguna de las consideradas "grandes" (The Sopranos y Mad Men). Mis temporadas favoritas son la 4 (brutal) y la 3, aunque de la 1 y 5 tambien guardo un gran recuerdo, siendo la 2 la menos buena (no voy a decir floja, porque ya podian ser el 90% de series actuales la mitad de buenas que esa 2ª temporada xD).
ResponderEliminarPor último, quiero dejar una pequeña reseña de un amigo mio que escribió hace un tiempo sobre la serie y de la que no puedo estar más de acuerdo en todo lo que dice:
The Wire es la serie imposible:
-Es imposible contar cosas tan cotidianas de una manera tan sencilla y compleja a la vez Es imposible hacer una radiografía tan perfecta y detallada de una ciudad cualquiera y la vez dar tanto entretenimiento al espectador.
-Es imposible contar cosas a un ritmo tan pausado y que si apartas la vista un momento te hayas perdido algo crucial para la trama.
-Es imposible que en un sitio como estados unidos se haya filmado una de las series mas anticapitalistas y filomarxistas que han existido y ademas sea un éxito de crítica y público.
-Es imposible que todo el elenco haga la interpretación de su vida a la vez. Que se coman la pantalla cada vez que viven la vida de sus personajes por las calles de Baltimore.
-Es imposible que tantos personajes que apenas aparecen queden grabados en la retina del espectador para toda su vida.
-Es imposible que el presidente de un país admita que su personaje favorito de la televisión sea un delincuente, homicida y homosexual y que el presidente de otro país ponga como condición a su gabinete ver la serie para poder trabajar con él.
-Y sobre todo es imposible repetirla. Tal es su magnitud que nadie siquiera se ha planteado intentarlo. Es un placer para la vista y el intelecto ver como una serie que empieza como una novela policíaca se transforme en el coloso argumental que acaba siendo.
Es The Wire, la serie imposible.
¡Muchas gracias por tu comentario!
EliminarComo en todas las reviews intento ser sincera sobre lo que he visto y sobre todo, sobre lo que he sentido, y no porque sea The Wire voy a suavizar mi opinión sobre ella. Me gusta que apoyes lo de que no es una serie para todo el mundo porque veo que la gente la recomienda mucho pero a lo mejor se olvida de a quién se la recomienda. Sí, es una de las grandes de la historia de la televisión pero es posible que la gente la deje aparcada cuando vea que no pasa gran cosa en los primeros episodios.
Diría que la serie me ha ganando pero no tanto como otras. Para mí, The Wire es como The Sopranos que, como bien dices, hay que saborearla poco a poco, pero mientras los personajes de The Wire, muchos de ellos, repito, no me calaban, los de The Sopranos sí, por eso pondría por encima a la serie de Tony Soprano que a la de McNulty y cía. Es cuestión de gustos y hay que respetarlo. No a todos nos puede gustar lo mismo y con la misma intensidad.
Mi temporada favorita es la cuarta porque es con la que más he conectado con los personajes, seguida de la tercera, la primera, la quinta y la segunda, la cual se me hizo muy cuesta arriba (no me gusta ni la versión de la canción de la intro). Sinceramente quería matar a todos los Sobotka y a los griegos, que me tocaron la moral hasta el final.
Estoy muy de acuerdo con la reseña de tu amigo: The Wire cuenta la realidad de forma sencilla pero mostrando su complejidad y los recovecos que toda organización tiene, y que cada ser humano alberga dentro de sí mismo. También es una serie lenta pero que si te despistas te pierdes conversaciones o detalles que pueden resultar muy ricos, como me ha pasado a mí y he tenido que rebobinar en más de una ocasión.
Por cierto, me encanta que el personaje favorito de Obama sea Omar Little porque es un pedazo de personaje de los pies a la cabeza. Está entre mis favoritos sin ninguna duda aunque me costaría muchísimo elegir sólo a uno.
Un abrazo.
He seguido tu visionado en Twitter, me iba imaginando cómo irías reaccionando a los acontecimientos. No tengo tiempo de extenderme, pero Stringer Bell y Lester Freamon eran mis favoritos. La mejor temporada, la tercera, la peor (me aburrió como a tí), la segunda.
ResponderEliminarTuve oportunidad de ver a David Simon en una conferencia en mi ciudad y mencionó The Corner. Un documental que hizo años antes. Si te entra nostalgia, échale un ojo, son pocos capítulos y verás caras conocidas.
He de reconocer que el comienzo de la serie se me hizo duro. No es sencilla de ver al principio, tipo los Soprano. Pero después engancha cosa mala...
Es una serie tan tan realista, que opino que no la va a disfrutar cierto público, que busca un entretenimiento más directo y que requiera menos esfuerzo por su parte. Hay gente que sinceramente no la sabría disfrutar.
Estoy de acuerdo con el comentario de arriba, The Wire, The Sopranos... no sé cuál es mejor.
PS: se me hace rarísimo ver a McNulty en The Affair xD
¡Gracias por tu comentario, Petrushka!
EliminarBell me pareció un personaje muy interesante con grandes ambiciones en su vida y eso me gustó, no lo puedo negar. La actuación de Idris Elba es genial, se come la pantalla, como digo en la review. Y a Freamon le cogí muchísimo cariño. ¡Qué mente tiene ese hombre!
Como digo, no es una serie para todo el mundo, ni tampoco me enganchó, simplemente me autoimpuse ver un cierto número de episodios al día porque no me daban ganas de verla como a lo mejor sí me llegó a pasar con The Sopranos, que conecté muchísimo más, pero sí quería verla entera, juzgar por mí misma y tener una opinión sobre una serie que todo el mundo, o por lo menos con todos los que trato, tiene en un altar.
No es mala que sea tan realista, en mi humilde opinión, porque te hace ver la situación de Baltimore tal y como es y que tomes cierta conciencia de ello, pero a lo mejor no he conectado tanto porque lo veo lejano a mí, externo, y eso sí que es un problema.
Por cierto, no quería crear batalla entre The Wire y The Sopranos, pero son dos series que por ritmo se me asemejan tanto que sólo quería comparar ambas experiencias que tuve.
Un saludo :)
PD: Debe ser bastante raro, sí. Yo no veo la serie porque no me atrae así que no te puedo dar mi opinión al respecto.
Por fin un articulo de opinion de The Wire sin ponerla por las nubes, yo solo pude aguantar la primera temporada y no me considero un consumidor de series basura en las que te lo tengan que dar todo masticado ni mucho menos, pero esta serie en mi opinion se paso de realista, para eso prefiero un documental, a mi no me engancho ni la trama ni los personajes, en mi caso prefiero una serie con emocion y algun fallo a una sin fallos y sin emocion como esta.
ResponderEliminar¡Gracias por tu comentario!
EliminarYo he querido ser fiel a mis pensamientos y sentimientos generados por esta serie, dar mi experiencia sin filtros, y es lo que he hecho. Soy como tú, una persona que no se considera consumidor de series basura (que también es bueno consumirlas porque a veces nos pasamos de serios y hay que ponerle un toque mamarracho a nuestra vida de vez en cuando), y digo que esta me ha costado lo suyo, que no he conectado con muchos de sus personajes, es más, me daba igual que murieran o no, a veces hasta lo deseaba, y eso me parece un gran fallo, en mi opinión. Para mí una serie me tiene que llegar, que haga que me preocupe por los personajes, que la viva, y en este caso no ha sido así. De todas formas, no digo que la serie sea mala, simplemente que no es para mí y seguramente tampoco para muchas otras personas.
Creo que también es necesario que haya opiniones de todas las clases como reviews. Yo he leído muchísimas sobre esta que es lo que dices, que la ponían por las nubes, y no sé si es que realmente lo dicen porque lo sienten así o para no perder seguidores. En mi caso es totalmente cierto lo que digo en la review, soy franca con vosotros los lectores y potenciales espectadores de esta serie si es que no lo habéis sido ya.
Un saludo.
Hola amig@s: Yo acabo de verla serie completa y me ha parecido sensacional. Coincido con vosotr@s en que al principio se hace difícil seguir la cantidad de nombres que salen y que poco a poco te va enganchando. Para mi la mejor temporada es la cuarta (la de los chavales) y la más "floja" la tercera. También tengo que decir que yo de cine y series no entiendo mucho y que mi opinión es la de una persona normal de la calle. Esta serie plasma la realidad de gran parte de EE.UU. de forma magistral y da mucho que pensar que esto pase en el país más poderoso de la tierra. Sin más, un saludo para tod@s.
ResponderEliminar¡Muchas gracias por tu comentario, Jon!
EliminarBueno, cada uno tiene su propia experiencia con la serie. Mi opinión también es la de una persona normal de la calle, ¿eh? No soy más que nadie ni mucho menos. Sin embargo, mi experiencia no ha sido tan buena como la tuya, eso es todo.
Un saludo.