Siempre me había llamado la atención How I met your mother. Recuerdo con mucho cariño las tardes al llegar del instituto viendo capítulos en Fox mientras merendaba (qué tiempos aquéllos). Por eso, como un mes antes de que su emisión en Estados Unidos terminara el año pasado, decidí que era el momento perfecto para empezar a visionarla de principio a fin, porque eso de ver los capítulos salteados no podía ser, y arrastré conmigo a mi hermano en una aventura que nos ha llevado más de un año y de la cual os quiero contar mis impresiones. Spoilers de la serie a continuación, no sigas leyendo si no has acabado de verla.
How I met your mother es una sitcom, luego se supone que es una serie para sentarte, relajarte, reírte y no pensar, aunque, en mi opinión, de sitcom tiene poco. A pesar de que cada uno de sus capítulos está compuesto por alocadas historias que te sacan carcajadas a cada momento, y que tiene todos los elementos necesarios para ser una sitcom, lo cierto es que es mucho más: tiene un trasfondo, una trama que continúa entre capítulos y entre temporadas, que no se pierde a lo largo de los años y que acaba sin dejar ningún misterio por resolver, ningún cabo suelto (ni una apuesta impagada, oye), y eso es algo que me parece indispensable en cualquier serie. Y yo creo que ese trasfondo, esas enseñanzas que va dejando caer temporada tras temporada, son las que hacen a la serie una serie más profunda y que fueron motivo de que me conquistaran de un modo en que ninguna sitcom ha conseguido conquistarme. Luego está el hecho de querer saber quién narices era la madre de los hijos de Ted Mosby. A lo largo de las nueve temporadas, de los 208 capítulos, queda de manifiesto que la serie no es solo un montón de chistes bien hilados, sino que va de madurar, de hacerse mayor y de darse cuenta de que, aunque duela, tienes que dejar atrás las locuras para centrarte en tu vida de adulto. Va del amor, del fuerza de la amistad, y de que a pesar de que pasen los años, las personas que de verdad merecen la pena estarán ahí en los momentos importantes, y ellos mismos lo experimentan. Va de una comedia que se transforma en drama poco a poco, porque ya os digo yo que no había llorado hasta los últimos capítulos y no solo porque vaya a echarlos de menos.
Pero no es solo esa trama y esas ganas de conocer a "La madre" lo que te empuja a seguir viendo la serie, sino también esos personajes a los que siempre vas a tenerles un cariño aunque no quieras, que se convierten en tus amigos poco a poco y sin saber por qué. No sé si sería capaz de elegir a un favorito, es muy difícil, porque todos tienen algo que odias de ellos, pero también algo que los hace especiales. Ted, con sus sueños de encontrar a su mujer ideal y a pesar de sus fantasías, no podemos negar que es una gran persona, y yo me alegro mucho de que al final consiguiera lo que llevaba toda la vida buscando. Con Barney tengo una relación interna de amor odio, porque me encanta, me ha hecho reír como el que más, pero a la vez pienso que no soportaría tener un amigo así, aunque no le puedo negar que ha tenido sus momentos tiernos y que probablemente han sido de los que más me han gustado de la serie (véase la declaración a Robin entre otros). Quizás si tuviera que elegir con quién me siento más identificada es con Robin (posiblemente mi personaje favorito si tuviera que decantarme por uno, no sé, no me hagáis elegir), porque me gusta su fortaleza y a la vez su capacidad de ser sensible en los momentos precisos, además de su pasado en Canadá, que son una de las subtramas más hilarantes de la serie. Por último, Lily y Marshall, porque sí, van en un pack indivisible, como los yogures, son una de las parejas más bonitas que he tenido el placer de ver en una serie de televisión, de principio a fin, a pesar de sus altos y bajos, luchan por estar juntos y ser felices. “That’s love, bitch!”. No es que me quiera dejar a “La madre” pero, sinceramente, dieron tan pocas posibilidades de conocerla que no llegué a tomarle demasiado cariño a la pobre Tracy.
Son muchas las personas que dicen que las primeras temporadas fueron grandiosas y no lo niego en absoluto, aunque estoy menos de acuerdo con los que dicen que la serie empezó a caer a partir de su sexta temporada, porque algunos de mis capítulos preferidos son precisamente de ese año. Episodios como el 6x13 “Bad News” en el que aparecían una sucesión de números a través de las escenas, o el 6x15 “Oh, Honey” en el que la mismísima Katy Perry tomó parte de la historia, ya se han hecho un huequecito en mi lista de capítulos que no me importaría ver hasta la saciedad. Con estos también tengo que destacar todos los episodios de “Acción de tortas”, a cada cual más épico, aquél en el que convirtieron el MacLaren’s en “Puzzles” o aquél en el que acabaron todos vestidos de traje haciendo un musical en plena calle (y seguro que me dejo infinidad de ellos). En lo que sí coincido con muchos es que la última temporada fue un tanto excesiva, aunque aún así, admiro la capacidad de los guionistas para mantener una trama de 24 capítulos que ocurriera prácticamente por completo dentro de un espacio y tiempo tan limitados, aunque muchos no quedaran satisfechos con el final de la serie. Y, por supuesto, no puedo irme de aquí sin hablar sobre ese polémico final que a tantos fans decepcionó. Yo me posiciono en el grupo de los que prefirieron el final original al final alternativo, no me peguéis si no opináis como yo. Considero que la serie había sido lo suficientemente realista como para hacer un final realista. Es triste, sí, lo acepto. Ocho temporadas esperando a conocer a "La madre" para que después de unos pocos capítulos desaparezca de nuestras vidas y de la vida de Ted de la manera más trágica posible; capítulos y capítulos de romance y una temporada entera a espera de la boda de Robin y Barney para que tras tres años el amor se acabe y terminen divorciándose. Son cosas que pasan todos los días en la vida de las personas en el mundo real y creo que estuvo bien introducir esa realidad en la serie, aunque eso convirtiera el final más en un drama que en una comedia. Todos tuvieron su final justo: Lily y Marshall con su familia perfecta, Barney con su pequeña Ellie (para mí una de las escenas más bonitas de la serie es el momento en el que Barney conoce a su hija) y Ted y Robin, bueno, yo espero que juntos a pesar de que todo acaba un poco a la imaginación de cada uno. ¿Por qué Ted y Robin? Pues veréis: a mí la relación de Barney y Robin me parecía bonita, tuvo muchos detalles con ella y no puedo negar que su declaración fue preciosa, pero Ted y Robin fueron una pareja que me encantó desde el primer momento y que me siguió gustando en los muchos años de amistad que tuvieron posteriormente. Sinceramente, por mucho que Barney pudiera querer a Robin y viceversa (porque no dudo que se quisieran y, además, su química era impresionante), creo que no estaba hecho para el matrimonio. Con Ted viudo, lo más correcto que pudieron hacer fue que buscara a Robin para rehacer su vida. Además, la viudedad de Ted también permitió darle un sentido a la explicación a sus hijos de cómo conoció a su madre, porque uno no se pone a contar la historia de toda su vida así porque sí. Sinceramente, que Ted y Tracy, Lily y Marshall y Barney con su niña se hubieran quedado felices mientras Robin se quedara sola con una jauría de perros me hubiera parecido injusto para ella y creo que era muy difícil, dadas las circunstancias, hacer un final con el que todo el mundo se quedara satisfecho.
En este año visionando esta serie, me he comido todos los spoilers habidos y por haber y he llegado hasta el final sabiendo cómo acababa la historia, pero lo cierto es que no me ha importado porque creo que lo verdaderamente importante de esta historia no era el final, sino cada una de las locuras que sus personajes vivieron, y yo ya os digo que para mí es una serie LEGENDARIA.
¿Es para vosotros una serie legendaria? ¿Os quedasteis satisfechos con el final? ¿Hubiérais preferido que hubiera sido todo un sueño? Nunca es tarde para hablar de todos estos temas, y podéis hacerlo ahí abajo en los comentarios.
A mí también me encantó el final. La verdad es que la serie se me hizo un poco pesada al final, y eso que la llevaba al ritmo de emisión y sólo veía un capítulo por semana; pero me parecía que todo se repetía y lo único que me gustaba de los capítulos eran las escenas (pocas) entre Ted y Robin.
ResponderEliminarY cuando llegó el final me quedé encantada. A la madre intentaron meterla con calzador; era perfecta, sí, pero ¿a quién le gustan los personajes tan perfectos, tan blancos?
Ted y Robin estaban destinados a estar juntos.
Sólo discrepo en una cosa, en eso de que todos los enigmas se resolvieron. ¿De dónde salió la piña? Jajajajajajajajajajajaja (vale que luego hicieron unas escenas para explicarlo, pero ¿¿de verdad no hubo un minuto para meterlo en la serie??)
La última temporada fue un poco lenta con tan poco tiempo estirado al máximo en una temporada completa, pero aún así también tuvieron sus momentazos. Eso sí, las escenas de Ted y Robin eran ♥
EliminarVi la escena de la piña, se ve que la añadieron en el contenido extra o algo así y lo cierto es que fue un poco tonta la explicación, y como tú tampoco entiendo por qué no pudieron sacar un huequecito en el capítulo para explicarlo, pero al menos lo hicieron aunque fuera con posterioridad :)
a mi las primeras temporadas me gustaron mucho mas que las ultimas,es una serie muy buena pero un tanto repetitiva. yo estoy en el grupo de los que odiaron el final,y me parecio cualquier cosa menos realista.si algo dejo claro la serie a lo largo de todas sus temporadas es que si bien ted y robin tienen quimica, NO SON el uno para el otro,no quieren ni van a querer nunca lo mismo de la vida.en todo caso lo unico que me dejo el final fue una sensacion de lastima por ted,tantos años y no aprendio nada
ResponderEliminarEs verdad que no querían lo mismo en la vida, pero cada uno lo consiguió por separado: Ted a una mujer que adoraba y unos hijos, y Robin éxito en su carrera, por lo que no me parece mal que rehagan su vida juntos después de que "la vida" les haya jugado algunas pasadas, porque, al fin y al cabo, son cosas que ocurren de verdad. Que haya regresado en busca de Robin después de tanto tiempo no me parece que sea porque no haya aprendido nada, sino todo lo contrario. Pero bueno, está claro que todo el mundo tiene su opinión y ninguna es mejor que otra, que cada uno tiene sus preferencias.
EliminarA mí la serie me llegó a gustar mucho en su momento y me hizo muchísima gracia con sus locuras. No me parece que sea una serie de calidad, pero es original, divertida y le coges cariño, que ya es más de lo que puedes decir de algunas.
ResponderEliminarY el final me encanto. Me pareció bonito e inesperado. ¿Qué Barney y Robin eran buena pareja? Sí. ¿Qué da pena que Tracy muriera? Pues también. Pero fue una pasada y eso hay que admitirlo. Siendo sincera, no creo que hubieran planeado ese final desde el principio, pero encaja a la perfección. Y lo del violín azul... Precioso. Es que Ted y Robin tienen algo muy especial. Y me parece lógico que acabaran juntos.
Yo, dado que ya conocí el final cuando iba por la mitad de la serie, no me planteé qué posibilidades podía haber para que la serie acabara. No sé qué es lo que pensaron los guionistas en un principio cuando se les ocurrió la historia, pero creo que acertaron al cien por cien con el final que le dieron. El detalle de la trompa azul al final de la serie me pareció una forma muy genial de terminar la historia cerrando el círculo. Precioso, sí, y totalmente lógico :')
Eliminarpor lo que yo lei, en su momento los productores consideraron que la madre fuera stella
EliminarPues en mi opinión (e imagino que la de muchos) ése sí que hubiera sido un final catastrófico, porque no podía tragar a Stella. Agradezco que hicieran el final que hicieron.
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