Mad Men se ha propuesto que caigamos en la miseria emocional más
absoluta hasta que se despida del panorama televisivo por la puerta grande, la
única forma posible en la que nos va a decir adiós. Este episodio ha tenido un
sabor amargo a despedida, de que pronto no volveremos a ver a los publicistas
de Madison Avenue ni sus luces y sus sombras. Si quieres enterarte de lo que ha
pasado, no dudes en seguir leyendo.
*SPOILERS*
Como para no querer a estos dos |
La sombra de la absorción por parte de McCann es alargada y nos arropa
a todos casi por igual, o por lo hemos eso es lo que han pensado los
empleados de Sterling, Cooper & Associates, que están ya con el rosario en
la mano rezándole a Dios por otro puesto de trabajo. Esta semana hemos pasado
por las fases del duelo al ver cómo algo en lo que has trabajado tanto y tan
duro se te va de las manos y no puedes hacer nada por recuperarlo. Don, Roger, Pete, Ted y nuestra diosa Joan
han intentado hasta el último minuto mantener la independencia de la agencia
con un movimiento a la desesperada: llevar ciertas cuentas que crean
conflicto con la empresa madre para así seguir ganando dinero y, como ya he
dicho, continuar como una identidad propia. McCann ha dicho que ya está todo
hecho, que no hay forma de volver a atrás, Sterling,
Cooper & Associates dejará de existir como tal dentro de un mes y será
parte del buque insignia, ese que les ha dado la matrícula de honor ante un
examen muy duro de pasar. Frente a un abanico de posibilidades que se presenta
delante de sus ojos, con farmacéuticas y el monstruo llamado Coca Cola de por
medio, nuestra pequeña familia de
publicistas tiran la toalla y empiezan a aceptar su destino: se cambian de
casa. Adiós a las majestuosas vistas, a la libertad y no sentir la correa del
dueño que te controla. Ellos lo tienen
más fácil ya que se han convertido en indispensable y en la imagen de la
empresa pero, como se ha visto al final del episodio, los demás no comparten la
misma opinión. Secretaria, ayudante, administrativo lo puede ser
cualquiera, ¿qué hace que esa gente que ya está ahí sea insustituible? Nada,
por lo que el pánico y la indignación se palpan en el ambiente, tanto que no le
dejan acabar el speech al pobre Don.
Se avecinan grandes cambios que no estoy segura de si veremos o no. ¿Terminará
la serie justo cuando Draper cierre las puertas de la agencia, echando una
última mirada llena de esperanza en un futuro que se presenta impredecible y
sin planes ni objetivos en el horizonte? Me parecería un final poético ya que nuestra etapa en esas oficinas, en lo
que siempre ha sido Sterling Cooper, nuestra casa, también habría concluido
junto con ellos. Sinceramente, este episodio te hace caer en la miseria más
absoluta, se nota que nos estamos despidiendo de verdad y todavía faltan tres
episodios más. Imposible no emocionarse con ciertos gestos como el beso de un
Sterling “contentillo” a un Don totalmente perplejo y con un gesto muy gracioso
– las caras de Jon Hamm en este episodio me han encantado –, o ese momento tan
solemne al despedirse Joan de todos al marcharse de la cena, lo que añade más
tristeza al hecho de que la serie se despide de verdad.
En relación con la agencia, tengo
que destacar la actitud de Ken Cosgrove
de quien ya hablé en pasadas reviews.
Siempre hemos visto a este personaje dejarse la piel por su empresa –
incluyendo un ojo, que no es poco – y no recibir mucho a cambio excepto alguna
palmadita en la espalda y un aumento de salario de vez en cuando. La agencia no
le ha tratado demasiado bien teniendo en cuenta los últimos acontecimientos y
la intención de despedirle, así que no me puede gustar más esta manera de
tratar a Roger y Pete en la amena pero tensa reunión que tienen. Es la venganza de Cosgrove, el “tengo el
control y voy a haceros sufrir hasta el final”. En mi humilde opinión, se
lo merece por haber luchado tanto y recibir siempre un trato inferior. ¡Sigue
así, Ken!
Un personaje que ha tenido más
relevancia en este episodio ha sido Pete,
quien estaba muy desaparecido aunque presente. Esta vez han traído a Trudy (mi amada Alison Brie) de vuelta para ver a este
tándem en funcionamiento, el cual no se llevaban muy bien por la tendencia de
Campbell a tirarse vecinas cachondas. Parece
que ya han vuelto las aguas a la calma e intentan que la cordialidad reine la
situación, una muestra de madurez destacable en dos personas que son muy
pasionales y que se dejan llevar por sus emociones fácilmente. El defender a Trudy y ese puñetazo al
director del colegio me han parecido geniales ya que ponen de manifiesto
esto que comento, que intentan tener una buena relación por el bien de su hija,
cuando podría haber actuado de otra forma como humillar más a su exmujer o no
defenderla en absoluto. Pete está viendo
cómo las cosas no se pueden controlar, que el destino es el que es y no se
puede cambiar. “Las cosas pasan porque tienen que pasar”, le dice a Joan en
el taxi, dándose un poco por vencido y cansado de tanto luchar. En este
episodio se han palpado la desesperanza y la ingenuidad al pensar que al ser comprado
por un pez gordo las cosas se iban a quedar como estaban. ¡Ay, pobrecillos mis
niños! Quiero daros un besito en la frente a cada uno y acariciaros el pelo
mientras os digo que todo va a ir bien.
Hablando de Joan, esta se ha vuelto a
sentir menospreciada en el trabajo o, mejor dicho, ante los jefazos de McCann.
Parece que el esfuerzo por conseguir la cuenta de Avon y mantenerla no es
suficiente para que la valoren al igual que al resto, y es porque es mujer. Es algo que me repatea hasta más no poder ya
que está intentado desmarcarse de su antiguo puesto como jefa de las
secretarias para moverse hacia un círculo más de hombres y no la toman en serio
y, lo peor, es que es algo que seguimos viviendo en el siglo XXI. ¿Cuándo se
darán cuenta ciertas personas que somos tan capaces o más que los hombres en
hacer el mismo trabajo? No somos inferiores y está probado científicamente.
Queremos los mismos derechos y libertades, una igualdad que todavía no hemos
conseguido. Uf, este es un aspecto que me da bastante asco de esta serie pero
es porque la época era así y lo refleja tal cual. Tranquilos que ya se me pasa.
Por favor, que pase algo entre estos dos |
Pero quien se lleva mi ovación
esta semana es mi querida y adorada Peggy,
a quien no puedo querer más. Olson tiene
una herida todavía sin cicatrizar y que se reabre sólo con ver niños o parques
llenos de ellos. Hace ya mucho tiempo que renunció a su hijo y lo dio en
adopción, fruto de una relación con Pete en la que ella estaba loca por él pero
este acababa de pasar por el altar. Un niño no deseado, por sorpresa, una
mancha en el pasado que hay que tapar. En
ese momento en el que Pete le pide hablar con ella me esperaba una conversación
que llevo tiempo deseando, que hablasen de ese niño, de un dolor profundo
que no se va y que viene de vez en cuando. No ha sido posible esta vez pero
creo que esta serie no debería terminar sin que esto ocurriese, sin que estos
dos hablasen de lo que pasó entre ellos allá por la primera temporada – ¡madre
mía, cuánto tiempo y qué bebés todos! –. Sin
embargo, Peggy se ha abierto en este aspecto con Stan, con quien pienso que
debería terminar ya que love is in the
air y se ha notado, y se nota, muchísimo entre ellos. Él, de alguna forma,
ha conocido un aspecto de su vida que sólo Don y Pete conocen, un momento
oscuro del que se avergüenza y que le sigue doliendo con el paso de los años.
Es lacrimógeno, duro, humano y real; me es imposible no querer a Peggy y no
desearle un pedazo de Emmy a Elisabeth Moss, quien se lo lleva mereciendo años
por el gran papel que hace.
En general, como ya he dicho, ha
sido un episodio que alberga un gran pesar, una tristeza por decirle adiós a
una etapa, igual que nosotros que le tenemos que despedirnos de una grande de
la historia de la televisión. Resaltar especialmente la actitud de Meredith, quien ha sacado un coraje nunca visto ahora, una persona muy modosita, inocente y hasta un poco mema. Esta última temporada está teniendo detalles muy
significativos como lo del niño de Peggy, ese brindis a Cooper, el cual es
difícil no emocionarse con ese recuerdo a uno de los fundadores de la agencia,
o la referencia a California y lo especial que es para Don por el recuerdo de
Anna, la esposa del verdadero Don Draper. Estos detalles hacen que la serie
brille mucho más y que nos inviten a hacer una retrospección por la historia de
la serie, lo que nunca viene mal y hace que nuestros recuerdos con la propia
ficción florezcan. Ay, Matthew Weiner, tú sí que sabes, cabronazo, y lo que te
queremos.
Por mi parte nada más excepto
recordaros que podéis compartir vuestros pensamientos, sentimientos o lo que se
os haya pasado por la cabeza viendo el capítulo a través de los comentarios,
los cuales son siempre bienvenidos y muy agradecidos. Conocer vuestro punto de
vista siempre es muy interesante, y poder intercambiar unas palabras con
vosotros, un placer.
¡Hasta la semana que viene!
P.D: Para que veáis qué bien se lo pasaban Elisabeth Moss y Vincent Kartheiser en el set de rodaje.
P.D: Para que veáis qué bien se lo pasaban Elisabeth Moss y Vincent Kartheiser en el set de rodaje.
Irene (@MissSkarsgard)
Este capitulo me encantó, como suele pasar Mad Men siempre empieza de menos a más sus temporadas. Aunque todavía no llega a ser un capitulazo como "The Strategy" de la primera mitad. Pensé que el capitulo iba a ser parecido al 13x03 donde tenían que buscar las cuentas otra vez en tiempo record, pero Weiner nos mete en la realidad, a veces no sirve remar contra corriente. Me pareció increíble ver esa dualidad de aquel episodio con este, cuando no se daban por vencidos porque estaban en el mejor momento de su carrera y llenos de esperanzas, a este donde son una caricatura de lo que eran antes. Seria genial ese final poético que dijiste, aunque quiero que el final sea tajante, pero pocas veces Mad Men ha sido así. Ya veremos...
ResponderEliminarTe sigo leyendo hasta final de serie!
¡Gracias por tu comentario, Miguel!
EliminarEste episodio me dejó sumida en la miseria porque verlos tan desanimados con lo mucho que han trabajado para llevar a la agencia hasta ese punto me dolió en el alma. Pero también había que tener en cuenta que venderle parte de la empresa a otra persona te puede dejar en esta situación y eso me hacía ser desconfiada en este aspecto.
Yo también pensé en ese episodio, la verdad, creía que al final iban a independizarse y seguir su camino, reinventarse como ya lo habían hecho, pero no, ha sido un palo total, como lo está siendo esta recta final, puñetazos por parte de la realidad y llenos de verdad.
El final de la primera parte de esta temporada me pareció poético dentro de la crudeza que quiere contarle Don a sus hijos, pero tampoco me imagino cómo será el broche final que ha preparado Weiner ya que, con esta serie, no me gusta ni teorizar. El final que yo digo sería, a lo mejor, demasiado esperanzador para lo que nos ha contado la serie, y Don me parece un tipo con poca esperanza y mucha tristeza. Creo que el final tajante le va más pero, ¿cuál será? A saber...
Te espero hasta el final de la serie. Un abrazo :)
Creo que tu deseo soñado de Peggy y Stan se hará realidad, porque nunca antes en tan pocos episodios habían tenido tanto protagonismo juntos. Joan es el único personaje que creo que le va a ir bien, porque a pesar de que parece que tiene el futuro más incierto, Christina Hendricks declaró que le gustaba el final de su personaje.
ResponderEliminarMe puse a pensar y creo que vamos a ver a los personajes trabajando (especialmente a Don) en McCann porque deben que mostrarnos como tienen que cambiar su rutina y poner a trabajar de verdad y no estar acostado en el sofá de la oficina 24/7 como viene siendo común en Don y Roger.
Y una duda que tengo ¿Peggy le dijo a Pete que ellos habían tenido un hijo y lo dio en adopción?
Ojalá acaben juntos porque me gustan de veras aunque son dos formas de ver la vida completamente distinta pero que se acoplan bien, a Stan le vendría bien algo de seriedad mientras que a Peggy le vendría bien un poco de locura.
EliminarLo de Joan no lo tengo tan claro porque si se va a McCann no la van a tomar en serio, o por lo menos es lo que teme ella y yo también. Habría que ver si le dan un buen puesto o va a volver a atrás, a jefa de secretarias o algo así.
Don trabajando en McCann sería una sorpresa porque es un hombre que siempre ha vivido bajo sus propias reglas y ponerse bajo el yugo de esta nueva empresa sería todo un paso y un cambio. No es normal lo de acostarse en el sofá y beber 24/7 como si no tuviese fondo. Hay que cambiar cosas y si a Don le quieren, mejor que se vaya, que a lo mejor no le contratan en otra parte.
Respondiendo a tu duda, sí, Peggy le dijo a Pete lo del niño y que lo dio en adopción (si no recuerdo mal fue en la segunda temporada), pero se quedó tan en shock el muchacho que tampoco se ha hablado mucho del tema y creo que debería hacerse, abrirse por completo los dos y dejar eso en el pasado para seguir adelante. Tampoco me importaría que Pete y Peggy acabasen juntos porque tienen una dinámica que me gusta pero prefiero a Stan, que creo que bebe los vientos por la Olson y con razón.