Banshee sorprende cada semana con algo nuevo. A pesar de que
se caracteriza por su violencia y escenas de sexo, sobre todo, nunca cansa y siempre
sobrepasa el nivel de puñetazos, patadas y todo lo que se os venga a la cabeza.
Esta semana hemos tenido una buena tanda de mamporros que han hecho las
delicias de los espectadores. ¿Quieres enterarte de todo? Te invito a que sigas
leyendo.
*SPOILERS*
En este capítulo, un asesinato en el pueblo es el centro de
la trama. Una chica perteneciente a la reserva india es encontrada en el
territorio de los amish. La joven estaba manteniendo una relación con el
hermano de Rebecca, Solomon – tócate las narices con el nombre –, algo bastante
chirriante para ambas partes. El departamento del sheriff se pone manos a la
obra con la investigación, la cual les lleva a la reserva india y a una de las
bandas más peligrosas de la ciudad: los Redbones. Aquí es cuando comienza una
de las series de palizas que podemos ver esta semana. El pobre Lucas se lleva
la peor parte al enfrentarse a una mala bestia de dos metros de alto y con
mucha mala leche. Menos mal que, finalmente, sus compañeros le ayudan y
terminan deteniendo no solamente a este sino al hermano, quien es el principal
sospechoso del caso. Aunque no se avanza mucho que digamos en el caso – ni
siquiera conocemos al asesino – sí que nos deja una escena final donde podemos
ver a Nola llorando junto al cuerpo de la adolescente. Y me ha venido una
pregunta inocente a la mente, ¿es posible que tenga algo que ver, como si fuese
su madre o algo por el estilo? Ya sabemos que es este pueblo todo el mundo
tiene secretos…
Por otra parte tenemos a Proctor, quien no duda en pasarse
por su antiguo hogar para hablar con su hermana sobre Solomon, quien se niega a
ello. En ese momento llegan dos camionetas de la reserva india pidiendo a
gritos al chaval para llevárselo. Ante la postura de los amish, quienes no
pueden pelear, a Kai no le tiembla el pulso para enfrentarse a ellos. Y aquí
llega otra muestra magistral de que las peleas son de lo mejorcito de la serie.
Proctor se dedica a repartir golpes como panes con un bate de béisbol haciéndole una tortilla a uno en sus partes, por lo menos. Lo bueno que saca
Kai de su visita es que su madre muestra su apoyo a su hijo delante de todo el
mundo así que, bitches, relajaos *insertar de gif de negra aquí*. Siguiendo con
la línea sanguínea de Proctor, Rebecca se muestra muy afectada por la
desaparición de su hermano. Al llegar también al que fue su hogar no hace mucho
tiempo, le pide ayuda a una de las que fue sus amigas. Sin embargo, cuando
llega al lugar establecido se encuentra a un hombre encapuchado que la empieza
a atacar sin motivo aparente. Finalmente puede huir y encontrarse con el
sheriff, quien va al bosque para buscarlo y sólo encuentra más golpes por parte
del sospechoso. Sinceramente, este capítulo no ha sido de los mejores para
Lucas, por ahora.
En cuanto a nuestro sheriff buenorro, Lucas Hood todavía se
encuentra bastante tocado desde su encuentro con Rabbit. No ha vuelto en sí,
tanto que está un poco lento en reflejos, pero deseo que se le pase y que
volvamos a ver a todo un badass. Pero a pesar de su estado de convalecencia, a
Hood le va bastante bien en el tema femenino. Para ver cómo está, decide
visitar a Carrie quien, después de protagonizar una buena pelea de gatas en la
cárcel ha decidido quedarse tranquila para no pasar ni un día más de los
establecidos por la sentencia. Pero ya veo que Lucas no la echa mucho de menos.
Siobhan se ha convertido en el refugio perfecto para no pensar en ella. Después
del beso que vimos la semana pasada, por fin ha ocurrido lo que todos estábamos
esperando: momento hot de estos dos restregando sus cuerpos desnudos en la
caravana de ella. Definitivamente, esto tarde o temprano tenía que pasar porque
tanto jueguecito de “si te limpio la herida por aquí, de si tú me das las
gracias por acá” estaba creando una tensión bastante fuerte. De verdad, ¿cuánta
gente le queda por tirarse a este hombre? Vamos a tener que empezar a pedir
voluntarias que dentro de poco no le queda nadie. Pero no todo son golpes y pussies para nuestro hombre: el hijo del verdadero Lucas Hood le hace una visita. La temporada pasada ya vimos a este personaje en uno de las escenas que hay después de los créditos finales y era normal que esto pasase. Después de que el sheriff le cuente lo que realmente le pasó a su padre, el hijo lo que pide es desaparecer ya que se ha juntado con la gente equivocada y ahora le andan buscando – esta historia nos suena, ¿verdad? –. Lucas le ofrece su ayuda pero, ya que va a tardar unos días en que los papeles de la nueva identidad estén listo – esto no le va a hacer ninguna gracia a Job –, le pide que se mantenga en el anonimato. Más tarde, Sugar, ejerciendo de amigo de Hood, amenazará al chaval ya que no se fía de él ni de sus intenciones.
Como podéis ver las cosas están que arden. Esta temporada de
Banshee ha empezado con muy buen pie, dando mucha caña y espero que no baje
mucho porque sería una verdadera pena despedir a un pueblo tan loco como este.
Ahora queda esperar a ver si sabemos quién es el asesino o si lo van a dejar
así, aunque no creo porque es otra lanza más en la guerra entre los Longshadow
y Proctor. ¡Cómo me está gustando esta guerra! ¡Y cómo me gusta lo estratagemas
que son y la de leches que se pegan! Se podría decir que esta serie es como una
liberación semanal.
Por último, os recuerdo que los comentarios son siempre
bienvenidos y muy agradecidos; vuestra opinión es importante y comentar los
capítulos con vosotros siempre es un placer.
¡Hasta la próxima semana!
Irene (@MissSkarsgard)
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