Por última semana, y con todo el dolor de mi corazón, os
traigo la review de la series finale de Breaking Bad, esa serie que ha roto
récords y que será imposible de olvidar tras la huella tan profunda que ha
dejado. A continuación os cuento lo que ha pasado en este último capítulo y mis
últimas impresiones.
*SPOILERS*
La semana pasada dejábamos el vaso vacío de Walter mientras
la policía estaba buscándole. En esta, Walter se encuentra en un coche robado
cuando la policía pasa por detrás de él. Walt, temeroso de que le cojan,
mantiene la calma hasta que se van y arranca el coche con las llaves que
encuentra dentro del mismo. Más tarde le vemos en una gasolinera en Nuevo
México, donde aprovecha para llamar a los Schwartz, sus exsocios en el negocio del
que formaba parte, haciéndose pasar por un periodista para conseguir su
dirección actual. Al llegar allí, Walter se introduce en la casa de éstos y es
descubierto por la esposa. Él, tan tranquilo, les ordena que le den el dinero
que tiene a su hijo en un fideicomiso. Al ver que es posible que no lo lleven a
cabo, les amenaza con que unos asesinos a sueldo – que realmente son Badger y
Skinny Pete, los amigos de Pinkman – les perseguirán hasta matarlos. Después,
hablando con sus secuaces, Walt se da cuenta de que la blue meth sigue
circulando y con una buena calidad, así que juntando las piezas llega a la
conclusión de que es Jesse quien se encuentra detrás. Mientras tanto, tenemos a este último, quien se imagina haciendo una caja de madera – aquella que tuvo que hacer
en el colegio – mientras sigue metido en el infierno del laboratorio.
Por otro lado, Walter se dedica a hacer visitas a viejos
“amigos”. Para comenzar tenemos a Lydia y a Todd, quienes han quedado para un
intercambio. Allí se encuentra Walt, quien les ofrece sus conocimientos para
crear más metanfetamina pero sin la metilamina de por medio. Lydia rechaza la
idea a pesar de que Todd se lo está planteando. La siguiente visita es a
Skyler, quien recibe antes la llamada de su hermana advirtiéndole de la presencia
de su marido en la ciudad. Allí, Walter le dice a su esposa que todo lo que ha
hecho ha sido por él, porque le gustaba y porque se sentía vivo haciéndolo.
También ve a Holly y a Walter Jr., a éste desde lejos. Por último, les hace una
visita a los Nazis del Infierno, quienes todavía tienen su dinero. Walter juega
sus cartas maravillosamente bien al hacer que éstos traigan a Pinkman y ejecute
el robot que tiene en el maletero de su coche justo cuando cae al suelo junto
con su pupilo para que no le mate. Por si la escena no fuese gloriosa de por
sí, Walt le hace un regalo a Jesse: que éste mate a Todd después de todo lo que
ha hecho. Mientras, White remata al tío Jack antes de que le diga siquiera
dónde está el dinero. Aquí se produce uno de los momentos que muchos esperaban:
la batalla final entre Walter y Jesse. Sin embargo, Pinkman no le mata y éste
le deja escapar. En este momento conocemos que Walt está herido, ha recibido
una bala por salvar a Jesse quien, a pesar de todo lo que ha hecho, se merece
una segunda oportunidad. En ese instante recibe la llamada de Lydia, quien se
encuentra bastante mal debido al ricino que se encontraba en la stevia.
Por último, Jesse se marcha por fin libre hacia su nueva
vida lejos de allí mientras que Walter, que pasea por el laboratorio de
metanfetamina contento por haber terminado sus asuntos pendientes, cae al suelo
muerto por la bala que ha recibido mientras suena de fondo "Baby Blue" de Badfinger, una canción que se adapta a la perfección a la historia de Walter White/Heisenberg.
Sin duda alguna, un final perfecto para una serie perfecta.
Ha terminado como tenía que terminar: con Walter muerto y con Jesse vivo con
esa nueva oportunidad (Live Free Or Die) y con todos los cabos resueltos. Estoy
muy contenta y satisfecha con este final, con el que he derramado muchas
lágrimas puesto que ver morir a alguien que quieres mucho no es plato de buen gusto,
pero por lo menos se ha ido por la puerta grande, contento de haber dejado todo
arreglado y mostrando que quien es un genio lo es hasta la sepultura.
Personalmente, me hubiese gustado que Walter sobreviviera pero creo que no
tiene mucha cabida después de todo lo que ha hecho. Tanto Aaron Paul (Jesse Pinkman) como Bryan
Cranston (Walter White) han dicho que están satisfechos con este final, que es
completo y el más adecuado.
No he seguido Breaking Bad desde 2008, cuando se emitió por
primera vez, sino desde el año pasado y es increíble ver lo mucho que me ha
marcado. Desde el principio me gustó Walter, sus idas de olla cómicas, su
pérdida de la moral, su sangre fría, esa transformación hasta llegar a
Heisenberg. Está escrito tan brillantemente y lo lleva a cabo de una forma tan magnífica
Bryan Cranston que es imposible no aplaudir. Mientras tanto, Jesse me ganaba
poco a poco. Fue desde el 2x06, ese capítulo en el que veíamos a Pinkman tener que lidiar con dos yonkis con
un niño pelirrojo – las escenas más tiernas que he visto de Jesse –, cuando le
empecé a coger cariño. Ese chico que no daba un duro por nada ni por nadie y se
quedó absorto por la maestría de su exprofesor de Química, quien le vendió el
oro y el moro del meth business; quien pasaba de todo y ahora sabe qué está
bien y qué está mal, y su conciencia por los niños está más a flor de piel
que nunca. Y Skyler, esa mujer fuerte que se ha ido marchitando por los
chanchullos de su marido; una mujer que ha sufrido pero que sigue luchando por
sus hijos y por no involucrarse más en los asuntos de Heisenberg. Es cierto que
no nos gusta porque simpatizamos con Walter, estamos del lado del antihéroe
pero, la posición de Skyler es la que todo el mundo en su sano juicio tomaría,
o por lo menos todo aquel que siga la ley.
Lo que quiero decir es que esta serie me ha marcado como
seriéfila, como fan de las series bien hechas. Tiene una historia que a
cualquiera le podría pasar (que le diagnostiquen un cáncer y que, pensando en
la familia y en su porvenir, se dedica a hacer metanfetamina), el desarrollo es
tan natural y el final está tan bien llevado que es difícil decir algo malo de
esta serie, imposible. Breaking Bad es muy grande y le debo muchas cosas: desde
mi fanatismo casi extremo – superando el que tengo con True Blood, y ya es
decir –, a dinero – luego sabréis por qué digo esto – pasando por haber
conocido a gente maravillosa a través de Twitter con la que he compartido lo
que siento por esta serie. Breaking Bad ha ido más allá de ser sólo una serie,
es un vínculo que tengo con gente a la que no conozco personalmente pero a la
que he llegado a conocer, aunque sea un poquito, y eso es de agradecer. Gracias
Vince Gilligan por darnos esto tan grande, gracias a Bryan Cranston, Aaron
Paul, Anna Gunn y compañía, que sois muchos y tan especiales para mí, por
hacernos amar y odiar a vuestros personajes. Y sobre todo, gracias al fandom de
esta obra maestra porque sin vosotros esta serie no se vive igual.
Por último, agradeceros que os hayáis tomado vuestro tiempo
y hayáis pasado cada semana a leer lo que escribo, por dejar vuestros
comentarios – que siempre son bienvenidos y muy agradecidos – y por la gran
acogida de estas reviews. Muchas gracias desde esta humilde servidora. Espero
que hayáis disfrutado estos últimos capítulos que tan grandes momentos nos han
dejado. Os espero en la siguiente serie, que seguramente nos encontraremos por
el camino.
¡Hasta siempre, bitches, y larga vida a Heisenberg!
Irene (@MissSkarsgard)
P.D: Esta es la razón por la cual esta serie me debe dinero: ¡mis camisetas!
I already miss them so much!!!!!!!!!!!!!!!!!!! :( Gran review! ;)
ResponderEliminarGracias! :)
Eliminar!Muy buena review¡ Tengo envidia de como escribes, yo no sé escribir, pero aún tengo más envidia de tus camisetas hahaha :)
ResponderEliminarxDDD ¡Muchas gracias! Se hace lo que se puede.
EliminarLo de las camisetas lo entiendo a la perfección. Son geniales :)
Genial, como siempre.
ResponderEliminarDa gloria leerte!!
Las camisetas, las camisetas, LAS CAMISEEEE TAAAAS!!!
@mariafermi
¡Muchas gracias! Tus palabras siempre me alegran y me animan :)
EliminarGran review ;) Está muy claro que vamos a echar mucho de menos a Breaking Bad. A día de hoy puedo decir que es la mejor serie que he visto nunca (acabo de empezar con The Sopranos y tengo pendiente de The Wire, Six Feet Under y compañía) y que he disfrutado enormemente de cada capítulo. Recuerdo cuando empecé el piloto, el cuál me encantó, pero nunca pensé que llegaría a estas insanas cotas de calidad.
ResponderEliminarBreaking Bad, gracias por todo. Y a Vince. Y a Bryan Cranston (el mejor actor que hay en televisión y, siendo un tío desenfada como se puede ver en entrevistas y tomas falsas, hacerte pasar miedo con su voz y sus miradas). Y a Aaron Paul (con un futuro muy prometedor, bitch!). Y a Anna Gunn (merecidísimo Emmy el de este año). Y a todos los otros actores, ENORMES.
GRACIAS.
¡Muchas gracias!
EliminarA mí todavía me faltan algunas grandes (The Wire, SFU, The SHIELD, que la han recomendado mucho) para decidir cuál es la mejor serie que he visto. De todas formas, Breaking Bad siempre estará en un lugar alto en el ránking y en un lugar muy especial en mi vida.