Las series de médicos siempre suelen ser una apuesta segura para las cadenas. Siempre cuentan con una gran dosis de tensión, con la vida del paciente en juego, y con otra mucho más alta de culebrón y atractivo, con sus guapos médicos de batas blancas liándose con los pacientes, con sus jefes, con sus compañeros o con todos a la vez. Lo cierto es que esta apuesta de la NBC, que todavía no tiene fecha de estreno, a priori podría parecer solo una serie más, pero hay varios aspectos que la hacen destacar, y uno de ellos es que tocará ligeramente el elemento sobrenatural.
La historia trata sobre Alex (Constance Duran, a la que vimos en series como Smallville) una médico que vive más feliz que una perdiz con su prometido, otro doctor, Charlie (Michael Shanks). Por desgracia su amorcito sufre un accidente y termina en coma, destrozando a Alex. A partir de ese instante la doctora comenzará una carrera a contrareloj para salvar a su caramelito, junto a su nuevo compañero, Joel (Daniel Gillies - Elijah en The Vampie Diaries) con quién vaticino que tendrá una tensión sexual apabullante.
Lo sobrenatural de la serie es que Charlie se convertirá en una especie de "fantasma", un ser invisible para los demás que estará inmerso en un limbo entre la vida y la muerte, atrapado en los pasillos del hospital sin saber muy bien qué hace ahí. Sería graciosísimo que Joel le tirase los tejos a Alex y Charlie lo viese, ¿Os lo imagináis? Vería a su prometida en pleno mambo con otro pillín, pero no podría hacer nada. ¿No sería genial? Podría ser una historia muy divertida, aunque deduzco que la serie va a ser más dramática que todo eso.
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